El realme 8i es la opción perfecta para quien busque pantalla fluida y móvil muy completo sin pasar de los 200 euros

Es algo muy habitual en realme y con la serie 8 no iba a ser menos. 

Tras lanzar 3 terminales desde principios de año para todos los gustos —el realme 8 Pro que se configura como la opción más premium, el realme 8 5G, perfecto para aquellos que busquen la máxima conectividad y el realme 8 con precio rompedor y muy buenas características— ahora la compañía china pone sobre la mesa el último modelo de la familia que viene con la clara intención de conquistar a aquellos que buscan fluidez de pantalla: el realme 8i. 

Con esta nueva incorporación forman un lineal de dispositivos para la gama media francamente completo y pensado para todo tipo de usuarios. 

Ahora bien, con tantos dispositivos muy parecidos en precio y prestaciones —a pesar de sus diferencias obvias—, ¿era necesario un nuevo integrante en la serie 8 de realme?

Lo que está claro es que su estrategia va por buen camino. La joven marca china fundada hace poco más de 3 años es la compañía tecnológica que más rápido ha crecido en Europa durante 2020, según datos de Counterpoint y actualmente está en el 'top 6' de fabricantes de smartphones a nivel mundial. 

Sin embargo, esta diversificación tan amplia puede jugarle una mala pasada si realmente la diferenciación entre uno u otro dispositivo es muy pequeña. 

He pasado un par de semanas con el realme 8i y lo cierto es que ya tengo clara la respuesta. 

Su pantalla de 120hz, su precio ajustado y rompedor y su apartado fotográfico son sus principales credenciales, ¿es suficiente?

Sigue leyendo para saber qué me ha parecido el dispositivo en este análisis del realme 8i. 

Un diseño juvenil y muy familiar que sigue los patrones de la serie 8.

El realme 8i es un dispositivo bonito, muy bonito —en especial el color violeta que me han cedido para la prueba—, pero si se le puede poner una pega, es que es demasiado parecido —por no decir idéntico— al resto de la familia. 

Es un tema comprensible, ya que al final es la misma serie, pero me hubiese gustado algo más de distinción. 

En cuanto al tamaño, lo cierto es que se siente muy agradable en mano y es fácilmente manipulable a pesar de sus dimensiones (164,1 x 75,5 x 8,5 mm). Eso sí, se siente algo pesado por sus 194 gramos, algo extraño, ya que he tenido terminales con cifras más altas en este campo y los he sentido más livianos, aunque por el lado positivo, se siente un dispositivo muy robusto. 

El módulo de cámaras apuesta por el mismo diseño de la familia 8 con esa disposición en cuadro que le sienta muy bien, aunque sufre el clásico tambaleo al colocarlo encima de una mesa, cosa que se puede solventar con la funda que viene incorporada en la caja. 

Por lo demás, tiene el botón de encendido, que también hace la función de lector de huellas, en el lado derecho con muy buena respuesta y que prácticamente no sobresale nada del cuerpo del dispositivo, algo que me ha gustado mucho y la ranura para la SIM y los botones de subir y bajar el volumen en el lado izquierdo, con un comportamiento fantástico. 

Por último, y todo emplazado en la parte inferior, está el altavoz, que deja un sonido correcto, conexión mini jack y el puerto USB-C para la carga del dispositivo.

Tiene un diseño precioso, pero que deja huellas con solo mirarlo.

El realme 8i está construido en una mezcla de plástico y cristal que tiene un degradado cromático que deja reflejos preciosos ante la incidencia de la luz que le da un aspecto realmente juvenil y que además aporta un agarre fantástico. 

El único problema que tiene es que si eres un maniático de la limpieza, prepárate: las huellas cubren la superficie del dispositivo con solo mirarlo, algo que, como podrás imaginar, empaña un poco el fantástico atractivo de sus reflejos y colores.

Para que te hagas una idea de hasta donde llega, saque el dispositivo de la bolsita protectora y ya había un par de huellas en la trasera en zonas que juraría no haber tocado. 

Pantalla gigante que se queda a medias en tecnología...

El panel del realme 8i apuesta por una superficie plana con bordes bastante generosos, pero que no restan ningún atractivo a su enorme pantalla de 6,6 pulgadas que tristemente se queda en tecnología  LCD, aunque con resolución FHD+ (2.400x1080 píxeles). 

Esto, ¿en qué se traduce? No vas a sentir los colores tan vivos como en otros dispositivos incluso del mismo rango de precios. Por otro lado, también es cierto que no me ha disgustado gracias sobre todo a poder cubrir el 100% de la gama de colores DCI-P3 y un brillo máximo de hasta 600 nits con muy buen comportamiento en condiciones de mucha luz. 

... pero que brilla en fluidez gracias a sus 120hz.

Eso sí, recorta en un punto, pero lo mejora en otro que en mi opinión es bastante más atractivo: la fluidez. 

Gracias a sus 120hz de tasa de refresco, vas a tener un panel que es una auténtica delicia en apertura de aplicaciones, transiciones, cambios de pantalla o navegación por Internet. Y me llama la atención que tenga esta característica, ya que es algo habitualmente reservado a dispositivos de una gama más alta. 

Como podrás imaginar, no todas las aplicaciones están optimizadas para llegar a esa tasa de refresco, momento en el que el dispositivo baja hasta el máximo permitido, pero es que de todas formas sigue siendo una auténtica pasada. 

Un procesador nada desdeñable que tiene un comportamiento muy bueno, incluso en juegos exigentes. 

El realme 8i monta un procesador MediaTek Helio G96, el más potente hasta la fecha de esta familia, y te aseguro que da la talla en cualquier tarea cotidiana que le pidas y que además, gracias al software realme UI 2.0, la experiencia no se resiente en absoluto. 

Y si eres gamer, no te preocupes: vas a poder jugar a juegos exigentes sin problemas, aunque es cierto que se calienta algo más que sus hermanos mayores. 

Realme 2.0 sigue dando la talla con un sistema operativo lleno de opciones de personalización y muy bien optimizado.

Ya es algo que he repetido en infinidad de ocasiones, pero una vez más lo reitero: realme 2.0, en este caso basado en Android 11, es uno de los sistemas operativos más interesantes de la actualidad. 

Un montón de elementos personalizables de todo tipo, funciones útiles como el doble toque en pantalla para encender o apagar el panel, atajos de todo tipo y un montón de variables que consiguen que sea un auténtico gusto perderse en su interior y lo más importante: que lo sientas tuyo.

Por ponerle alguna pega a esta versión, no he encontrado el modo always onpara mostrar elementos en pantalla cuando está bloqueado, algo que utilizo muchísimo y que además ayuda a ahorrar batería. 

La conectividad es uno de sus puntos flojos: deja fuera el 5G y se queda en wifi 5, pero sí que ofrece NFC para pagos móviles, bluetooth 5.1, mini jack, reconocimiento facial y lector de huellas en el botón lateral. 

Llama poderosamente la atención que realme haya apostado por una red 4G en vez de 5G, algo cada vez más habitual en dispositivos de todas las gamas, aunque yo personalmente no lo hecho en falta y prefiero el añadido de los 120hz. 

Si prefieres 5G y quitarte la alta tasa de refresco, siempre puedes irte al realme 8 5G que tiene el mismo precio y solucionado. 

Por lo demás, el sistema de biometría funciona genial, aunque no me cansaré de repetirlo: no me gusta nada cuando el lector de huellas está en el lateral, ya que puedes darle por accidente y como podrás imaginar, al cabo de un par de intentos, se bloquea y tienes que meter la contraseña a mano. 

Batería duradera y una carga rápida que cumple.

El realme 8i monta una batería de 5.000 mAh que te va a dar de sobra para llegar al día y medio sin ningún tipo de problema. 

Lo más interesante es que cuenta con una carga rápida de 18 W que, aunque no es muy potente, logra cargar el 65% del dispositivo en una hora, por lo que se agradece el añadido. 

Apartado fotográfico algo corto, pero muy bien aprovechado que destaca por su sensor principal.

Y llegamos a otro de los puntos fuertes del realme 8i: el apartado fotográfico. 

Me llama mucho la atención que por este precio monte un fantástico sensor de 50 megapíxeles al que le acompañan 2 sensores extra dedicados a las funciones macro y monocromo. 

Puede que le falten elementos como un gran angular y en el apartado vídeo se quede en un máximo de 1080p 60 fps, pero lo cierto es que por el rango de precios me parece más que suficiente. 

Aquí tienes la configuración de cámara del realme 8i:

• Sensor principal de 50 megapíxeles
• Sensor macro de 2 megapíxeles
• Sensor monocromo de 2 megapíxeles
• Cámara selfie de 16 megapíxeles

Una cámara selfie muy interesante con retratos muy definidos y que también cumple sin el modo retrato

En interiores también deja muy buenos resultados.

La lente principal es muy buena —como podrás percibir también en la galería— pero los zoom x2 y x5 ya bajan el nivel. 

El modo macro que realme lleva montando ya desde hace mucho tiempo, sigue dando resultados muy positivos.

Aquí tienes una pequeña galería de fotos para ver de lo que es capaz el realme 8i:

El realme 8i es un dispositivo muy capaz que te va a conquistar si buscas pantalla fluida y buenas prestaciones a un precio muy interesante. 

Cuando presentaron el dispositivo igual me mostré algo reticente, ¿Otro más de la familia? ¿No hay demasiados? Pero una vez teniéndolo entre manos entiendes el motivo. 

Al final meterle 5G o una pantalla más potente o un mejor procesador hace que encarezcas precio, pero aquí hay usuarios de todo tipo y realme tiene opciones para todos ellos. 

En esta ocasión, recortas en puntos que igual no te importan, pero si buscas pantalla fluida, procesador interesante y una cámara cumplidora por menos de 200 euros, es una opción fabulosa.