Los remedios caseros y sencillos para evitar o aliviar la lumbalgia

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  • El dolor lumbar o lumbalgia es uno de los más padecidos por los españoles, así que toma buena nota de remedios porque tarde o temprano lo padecerás, ya sea de forma puntual o crónica.
  • Ante todo, procura posturas relajadas y naturales, pero con la vida actual de tanto trabajo sentado y frente al ordenador, es difícil cumplir. 
  • La alimentación una vez más también es fuente de alivio y prevención, con unos alimentos y bebidas muy específicas. 

El dolor de espalda es una molestia común que afecta a una gran parte de la población, que difícilmente se puede tratar por nuestro modo de vida, trabajando tantas horas sentado, frente a pantallas. Según un estudio epidemiológico realizado en Cataluña, representa más del 50% de todas las manifestaciones dolorosas. 

Este dolor lumbar, o lumbago, puede ser causado por diversas razones, como malas posturas, sobrecargas, lesiones musculares, y factores como el embarazo, el sobrepeso y el estrés emocional. Para aliviar el dolor de espalda, es fundamental corregir posturas, evitar situaciones propensas al lumbago y considerar terapias como fisioterapia o acupuntura.

Tres remedios naturales para el lumbago 

Uno de los mejores analgésicos naturales es la corteza de sauce blanco, que contiene ácido salicílico, precursor de la aspirina. Puedes preparar una decocción o encontrarlo en diferentes formatos en herbolarios. Otro remedio eficaz es el harpagofito, una planta proveniente de Sudáfrica, conocida por su acción antiinflamatoria.

Para aliviar el dolor y la tensión, también puedes considerar el uso de aceite esencial de jengibre, que proporciona una sensación de calor y frío sin causar irritación, así como compresas frías, bolsas de hielo en vueltas en toalla, y luego en contraste compresas calientes y baños tibios para relajar los músculos. 

Consejos para prevenir el dolor lumbar

Evitar el dolor lumbar comienza con una buena higiene postural. Mantén la actividad física para evitar la tensión muscular y la falta de circulación. Cambia de postura regularmente, especialmente si pasas mucho tiempo sentado. Practicar estiramientos y no dormir boca abajo, ya que esto acentúa la curvatura lumbar, son recomendaciones útiles.

El ejercicio del giro reclinado, que fortalece los músculos lumbares y abdominales, puede ayudar a mantener la flexibilidad y prevenir el lumbago. Estirar los músculos regularmente es esencial para evitar tensiones y dolores en la zona lumbar, sobre todo si pasas largas horas frente a la computadora. Asegúrate de levantarte, estirar y dar un paseo breve cada hora o dos horas.

Una dieta antiinflamatoria

Una dieta antiinflamatoria puede ayudar a reducir el dolor lumbar. Limita o elimina el consumo de carne roja, embutidos, productos procesados, productos lácteos y azúcares refinados, ya que estos alimentos pueden aumentar la inflamación. 

Por otro lado, aumenta la ingesta de ácidos grasos omega-3, que se encuentran en nueces y semillas de lino, puesto que ayudan a reducir la inflamación y el dolor. Y mantenerse hidratado es esencial para una buena circulación sanguínea. Se recomienda tomar una infusión de manzanilla, pasiflora, melisa y valeriana, por su poder antiinflamatorio y analgésico.

Un alimento perfecto para la ocasión

Las hojas de repollo son perfectas en este caso por su efecto antiinflamatorio. Puede ayudarte a relajar los músculos y reducir los dolores propios de la lumbalgia. Te recomendamos machacarlas bien y mezclarlas en un recipiente con un poco de leche, dejando que reposen durante cinco minutos.

Luego, colócalas sobre la zona sujetándolas con una venda para que queden fijas. Deja que actúen unos 15 minutos sobre la piel y, luego, puedes tomar un baño de agua tibia para reforzar su acción relajante.

Los lumbagos más frecuentes

El más común es el que aparece en la zona lumbar tras hacer un esfuerzo repentino o adoptar una mala postura. Se irá solo, pero tardará tres o cuatro días. Siéntate en un lugar cómodo y firme (mejor no en un sofá demasiado mullido ni en una butaca baja) y comprueba en qué posición disminuye tu dolor.

Y luego está la crónica o repetitiva, la verdaderamente preocupante, y que además puedes padecerlo durante semanas y derivar en una dolencia crónica en el 20% de los casos. En este caso hay que acudir a un traumatólogo. 

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