La vuelta a la normalidad golpea a Just Eat: rebaja sus previsiones de crecimiento y sopesa la venta de Grubhub mientras se desangra lentamente en bolsa

Un repartidor de la compañía Just Eat.
Un repartidor de la compañía Just Eat.

El sueño de la pandemia parece estar llegando a su fin para las empresas de reparto de comida a domicilio. 

Esta vez le ha tocado a la holandesa Just Eat salir a la palestra y en su informe de resultados de este primer trimestre refleja que los pedidos han caído respecto al mismo período del año anterior.

En concreto, en el período de enero a marzo de este año Just Eat ha realizado 264 millones de pedidos, mientras en 2021 fueron 267. "Aunque el crecimiento en el segundo trimestre de 2022 seguirá siendo difícil, se espera que los principales motores de crecimiento se mantengan por encima de los niveles anteriores a la pandemia", ha señalado la empresa en un comunicado.

Los inversores empiezan a exigir rentabilidad, y las empresas de delivery se ponen las pilas para satisfacer esas demandas y frenar la sangría que están viviendo durante los últimos meses en los mercados. En el caso concreto de Just Eat, según adelantan hoy, no saldrán de los números rojos hasta el 2023.

Además, mientras la sombra de la consolidación recorre el sector, el gigante holandés ha asegurado que sopesa la venta parcial o total de GrubHub, compañía de reparto con la que opera en Norteamérica y que compró el pasado año por cerca de 6.700 millones de euros.

Esta decisión tiene que ver con la constante pérdida de clientes que la empresa está sufriendo en Norteamérica, uno de los mercados que en este trimestre además ha vivido una caída de sus pedidos del 5% respecto al mismo período del año anterior.

Según recoge la compañía, la pandemia disparó su base de usuarios muy rápido en un corto período de tiempo, lo que ha hecho que la paulatina vuelta a la normalidad en estos primeros meses de 2022, el churn (tasa de cancelación de clientes) sea más alto de lo normal.

La vuelta a la normalidad golpea al delivery

La competitividad es muy alta en el sector y la vuelta a la normalidad está pasando factura a la mayoría de las compañías. De hecho, todas las empresas ya preveían que estos primeros meses de 2022 no serían fáciles. 

Deliveroo, por ejemplo, que en el día de ayer recibía una multa en Francia de 375.000 euros por utilizar repartidores como falsos autónomos, también ha visto como en este primer trimestre los pedidos de sus clientes, aunque aumentaban respecto al año anterior, no lo hacían tanto como los analistas preveían.

Andrew Porteous, analista de HSBC, apuntaba a Bloomberg que Just Eat es "una de las que más deprimida está". Según los datos que recoge Bloomberg de la consultora YipitData, Just Eat estaría perdiendo cuota de mercado en países estratégicos como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. 

Ahora, el gigante holandés se enfrenta a un cambio en su estrategia que pasa por la reducción de costes —en este primer trimestre ha puesto fin a sus operaciones en Portugal y Noruega—. 

Algunos analistas aseguran que Francia podría ser la siguiente en caer, ya que hace unas semanas anunciaba que se enfrenta a un "contexto económico incierto" y despedía a un tercio de su plantilla contratada en el país galo.

Otra pata de esta estrategia es la apuesta por los acuerdos con las tiendas de conveniencia. En Holanda han firmado acuerdos con los supermercados Spar, en Reino Unido con Co-op y en España han sellado una alianza con la compañía de reparto ultrarápido Gorillas, por citar algunos ejemplos.

Sin embargo, la compañía ha recortado sus previsiones para este 2022. Just Eat espera un margen de ganancias ajustado para este año de entre -0,5% a -0,7%, mientras que antes era de -0,6% a -0,8%. Sus objetivos a largo plazo no varían, han señalado en un comunicado.

"Nuestra prioridad para 2022 reside en mejorar la rentabilidad y fortalecer nuestro negocio. Esperamos que la rentabilidad mejore gradualmente a lo largo del año y que vuelva a tener un EBITDA ajustado positivo en 2023", ha remarcado Jitse Groen, CEO de Just Eat.

En lo que va de año, las acciones de Just Eat han caído casi la mitad (49% en el momento que se escriben estas líneas). Sin embargo, esta situación es similar a la que viven sus principales competidoras, desde Delivery Hero a DoorDash, pasando por Deliveroo, como ya hemos recogido anteriormente en Business Insider España.

Un viaje de esquí de 15 millones de euros que no ha sentado bien a los inversores

En medio de esta vorágine, un viaje de esquí hace unas semanas en los Alpes suizos hacía saltar todo por los aires.

Según publicó en exclusiva Bloomberg, cerca de 5.400 empleados de la empresa de reparto se desplazaron a la localidad suiza de Arosa para disfrutar de 4 días de descanso en un retiro corporativo que habría costado 15 millones de euros.

Tras el viaje, el director general de Just Eat, Jitse Groen, voló a Nueva York para reunirse con los inversores, ya que algunos no están muy contentos con la situación de la compañía, que en apenas 12 meses ha visto como el precio de sus acciones ha caído un 70%.

De hecho, el fondo Lucerne Capital Management, inversor de la empresa de reparto, ha revelado que votará en contra del nuevo nombramiento del jefe de finanzas de la empresa en su junta de accionistas del próximo mes mayo.

Esta decisión se debe a la "pobre comunicación" y al poco rendimiento de las acciones de Just Eat en bolsa, según apuntaban, y es una manera de mostrar su descontento ante la situación actual.

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