Reunión de crisis por los espaguetis: el precio de la pasta crece el doble que el IPC en Italia

La pasta, cuyo precio se ha disparado en Italia, acapara las miradas y los debates en el país de su consumo por excelencia, donde cada persona come unos 23 kg de media al año.

Según el Ministerio de Negocios de Italia, que cita datos del ISTAT (instituto nacional de estadística), el precio de la pasta ha subido un 17,5% en marzo y un 16,5% en abril, lo que supone el doble de la inflación del país en los respectivos meses (7,7% en marzo y 8,3% en abril).

Este incremento ha llevado a que el Gobierno pusiera en marcha el pasado 11 de mayo una comisión de alerta con representantes de los principales actores implicados (asociaciones de empresas agrícolas, cooperativas, industria de molienda y producción, Comercio, Aduanas y Monopolios, Agencia Tributaria...) para "monitorear en tiempo real, siguiendo los incrementos registrados en los últimos meses, la dinámica del costo de la pasta y los principales factores que componen el precio al consumidor".

"Las últimas encuestas de precios ya están mostrando los primeros signos, aunque débiles, de una disminución en el precio, señal de que en los próximos meses el costo de la pasta puede caer significativamente", recoge el comunicado.

"El Garante [de Vigilancia de Precios, Benedetto Mineo,] destacó cómo la dinámica de los precios tanto de las materias primas (trigo duro y sémola) como de la energía se encuentran en niveles significativamente más bajos que el año pasado y cómo estas reducciones se verán reflejadas en el precio al consumidor de la pasta", insiste la comisión, que seguirá monitoreando el precio para "proteger a los consumidores".

¿Cómo la guerra entre Rusia y Ucrania ha provocado una crisis alimentaria a nivel mundial?

El análisis sobre las causas detrás de esa gran subida de precios en la pasta también ha generado debate, con valoraciones completamente distintas según la fuente. 

Si bien el precio del trigo alcanzó su pico máximo por la invasión rusa en Ucrania, la situación ahora es diferente. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) publica que "los precios internacionales del trigo bajaron un 2,3 por ciento en abril, hasta su nivel más bajo desde julio de 2021, impulsados principalmente por las grandes disponibilidades exportables en la Federación Rusa y Australia".

"Las favorables condiciones de los cultivos en Europa, junto con un acuerdo a finales de abril que permite el tránsito de cereales ucranianos a través de los países de la Unión Europea que habían impuesto restricciones a la importación de cereales procedentes de Ucrania a principios de mes, también contribuyeron al tono general más suave de los mercados", añade en su último informe, del 5 de mayo.

Por su parte, los fabricantes de pasta critican un "alarmismo poco justificado" y señalan que está en línea con el IPC medio: "No podemos olvidar que el aumento del gasto por persona al año rondaría los 10 euros, o un 16,5% más en un producto que cuesta de media unos 1,07 euros por paquete. En definitiva, muy por debajo de muchas otras subidas de precios y perfectamente en línea con el coste de la inflación".

"El precio de la pasta de producción ha aumentado un 8,4%, en línea con el aumento del índice de inflación media de los bienes de consumo. Si el crecimiento fue entonces del +16,5%, es resultado de dinámicas externas al mundo productivo", consideran desde Unione Italiana Food.

Estos precios de venta al público tan elevados podrían deberse a que los productores están vendiendo ahora unas existencias de pasta que se fabricaron cuando los costes de la materia prima eran más altos, apunta CNBC.

Sin embargo, dichos costes han bajado desde entonces, y ahora "los precios altos se mantienen para tener mayores beneficios. Los precios bajarán solo ante una caída significativa del consumo", según explica al medio Furio Truzzi, presidente de la asociación italiana de defensa de los consumidores Assoutenti.

Para ello, propone una "huelga de pasta" de al menos 15 días, de forma similar a la que hicieron los italianos en 2007 (esa vez durante un día), cuando el precio de la pasta subió casi un 20%, informa CNBC.

En una línea similar se parece expresarse Codacons (asociación italiana en defensa de los consumidores), quien ha presentado una denuncia para que se investigue si las anomalías son producto de un acuerdo entre las empresas fabricantes en perjuicio del mercado y de los consumidores finales, ante unos márgenes de precios del campo a la mesa que superan el 570%, recoge Italy24.

"El sector de la pasta ya ha sido objeto de serias especulaciones en el pasado", escribe Codacons.