Amazon, Meta y otros gigantes están despidiendo cargos intermedios para ser más eficientes: es un movimiento arriesgado y les puede salir mal

Marc Benioff, CEO de Salesforce, una de las últimas empresas tecnológicas en anunciar recortes.
Marc Benioff, CEO de Salesforce, una de las últimas empresas tecnológicas en anunciar recortes.

Reuters

  • Los últimos recortes que protagonizan las grandes tecnológicas buscan adelgazar la estructura de cargos medios en su organigrama.
  • Amazon, Meta, Salesforce u otras están adelgazando sus estructuras ahí, incluso despidiendo a empleados.
  • Puede funcionarles a corto plazo, pero acabar con responsables de equipos y departamentos también tiene consecuencias a largo plazo.
Análisis Faldón

Meta, Salesforce o Amazon tienen nuevas cosas en común tras sus recientes oleadas de despidos. También se han convertido en ejemplos de las nuevas tendencias que se siguen en Silicon Valley para ahorrar costes: acabar con los cargos intermedios en el organigrama, una tendencia que se ha acabado bautizando como un "adelgazamiento" para cada empresa.

Dado que estas compañías priorizan su eficiencia por encima de cualquier otra cosa, muchas están moviendo a responsables de equipos a nuevos roles que en la industria se suelen conocer como "colaboradores individuales". Sobre el papel, esto implica "menos jefes dirigiendo a jefes", como dijo el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, y más gente picando código, diseñando o vendiendo productos.

El movimiento llega cuando las grandes tecnológicas se han visto obligadas a asumir las consecuencias de haber contratado por encima de sus posibilidades, cuando la pandemia disparó inesperadamente sus negocios. Sus críticos creen que estas empresas contrataron gente para que hicieran un "trabajo falso", en lugar de hacer nada que fuese útil para la cuenta de resultados.

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Los expertos coinciden en que este tipo de adelgazamientos tienen sentido en el corto plazo, pero parece que también tendrá consecuencias negativas para estas empresas a largo plazo. Deshacerse de los mandos intermedios puede suponer un lastre para la cultura corporativa, e incluso puede suponer un freno al crecimiento profesional de los trabajadores.

En los peores escenarios, estos movimientos pueden desembocar en que la productividad de la compañía decaiga.

"Las empresas buscan ser más eficaces y están viendo que no solo las capas, sino que esta suerte de estructuras de rendimiento, ineficaces y subjetivas, ya no son necesarias", explica Anna Tavis, profesora de Estudios del Trabajo en la Universidad de Nueva York. "Hay todavía algunos obstáculos en el camino porque es necesario un cambio de mentalidad".

Las grandes tecnológicas quieren ser más delgadas

Una de las principales prioridades de Meta en su autodeclarado "año de la eficiencia" es adelgazar la estructura de la compañía transformando a esos cargos intermedios en colaboradores individuales, sobre todo descendiéndoles, como ya ha explicado Business Insider. El CEO, Mark Zuckerberg, cree que una estructura con menos jefes hará que Meta sea un sitio "más divertido para trabajar".

Cuando tomó el control de Twitter, Elon Musk también dijo que parecía haber "10 personas dirigiendo por cada persona que estaba escribiendo código". Poco después ordenó a los responsables de Ingeniería que escribieran "una cantidad importante" de código por sí mismos, además de que continuaran con sus tareas de supervisión, según publicó Platformer.

Amazon, por su parte, también ha estado revisando su "grado de control", un término con el que la industria se refiere al número de personas que están a cargo de otro empleado.

Salesforce, más recientemente, ha empezado a eliminar capas de su estructura de mandos, en un intento por impulsar la eficacia y atender las demandas de los inversores activistas de la compañía.

Otras empresas relativamente más pequeñas están siguiendo la misma tendencia. Shopify, por ejemplo, también está ejecutando cambios que desembocarán en un número menor de jefes en las plantillas.

Estas nuevas formas de organización tienen algunos problemas con los que tendrán que lidiar las grandes tecnológicas

Hay beneficios evidentes en la idea de adelgazar las compañías, según reconocen los expertos. Por ejemplo, puede liberar a muchos cargos intermedios para que se puedan centrar en atender y motivar a sus equipos, en lugar de supervisarlos, apunta Tavis. Menos burocracia también implica que los productos puedan llegar antes a los clientes finales, porque requieren de menos revisiones.

Aunque todo esto suena bien, los mismos expertos también advierten de que eliminar estos cargos intermedios tienen otras consecuencias con las que las grandes tecnológicas acabarán lidiando.

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Un gran ejemplo: para muchos trabajadores jóvenes el alcanzar un cargo medio se percibe como un éxito, sobre todo si entre sus ambiciones está en alcanzar algún día un puesto ejecutivo o directivo. Cuando las compañías empiezan a cargarse estos cargos intermedios, hace que las posibilidades de ascenso que les motivaban no resulten tan claras y evidentes como lo eran antes.

"Va a provocar mucho rechazo", reconoce Tavis. "Va a afectar a la permanencia de los trabajadores más jóvenes o de los que puedan llegar pronto, que van a preguntarse cuándo van a estar al cargo de otras personas".

Estos cargos medios imprimían el tono y la cultura de la empresa

Además, estos cargos intermedios tienen más influencia en sus equipos a la hora de dar forma a la cultura corporativa y puede provocar que las plantillas se sientan más o menos alienadas con los objetivos de la compañía. Un estudio realizado por la firma de análisis Gallup descubrió que las dinámicas específicas de un equipo —y no de una compañía— motiva a sus integrantes.

En otras palabras: los cargos intermedios son los que imprimen el tono y la cultura de la empresa.

Eliminar demasiadas capas de gestión conlleva el riesgo de enterrar en demasiado trabajo a los responsables de equipos o departamentos, con lo que serán incapaces de motivar adecuadamente a las personas que estén a su cargo, ni podrán supervisar sus aportaciones correctamente.

Pero, por otro lado, los cargos medios más capaces también podrán mejorar el rendimiento de sus equipos, según desgranaba otro estudio, este de McKinsey.

"Los buenos jefes con relaciones sólidas con sus equipos pueden empujarles a contar con una mejor organización y a ser más eficaces, al tiempo que se convierten en el enlace entre la visión de la compañía y la ejecución de la misma por parte de los empleados", incide el análisis.

Es remarcable que todo esto está sucediendo al mismo tiempo que las grandes tecnológicas promueven un retorno masivo a la oficina. Sin buenos jefes, mantener la cultura corporativa en un entorno híbrido de teletrabajo —oficina y casa— se convierte en algo mucho más complicado, apunta la profesora Tavis.

"La mayoría de empresas no han pensado realmente bien en todo esto, y muchas veces esas decisiones [eliminar cargos intermedios] se toman en la cúpula, pensando solo en eficiencia, productividad y en lo que dicten los datos", continúa Tavis. "Así es como lo ven y pueden hacerlo, pero tendrán bastantes desafíos porque no se ha pensado en todo".

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