España se apunta un tanto en Bruselas al aprobarse el reglamento de las carteras digitales, pero el acento español de esta tecnología va más allá

La vicepresidenta en funciones Nadia Calviño en el último trílogo sobre el reglamento eIDAS2 el pasado 8 de noviembre.
La vicepresidenta en funciones Nadia Calviño en el último trílogo sobre el reglamento eIDAS2 el pasado 8 de noviembre.

Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital

  • Hace días las instituciones comunitarias se pusieron de acuerdo y aprobaron el reglamento que traerá las carteras digitales a toda la Unión Europea.
  • El Gobierno en funciones se marca un tanto, ya que el reglamento eIDAS2 llega en Presidencia Española. Pero el sello español en la tecnología va más allá.

España se ha apuntado un tanto de vital importancia para la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea que lidera hasta finales de año. La vicepresidenta en funciones, Nadia Calviño, ha logrado llevar a término las últimas negociaciones entre el propio Consejo y el Parlamento Europeo para que el reglamento de identidad digital europea vea la luz en cuestión de unas semanas.

Este reglamento europeo, bautizado como eIDAS2 y que enfila sus últimos trámites antes de su aprobación definitiva, viene a suceder el eIDAS, una norma de 2014 que sentó las bases para lograr sistemas seguros y fiables con los que verificar la identidad de usuarios y entidades de manera digital.

Este eIDAS2 da un paso más. Entre todo el mejunje legislativo que propone, el eIDAS2 contempla la puesta en marcha de una cartera o billetera digital que podrán tener —de forma opcional, eso sí— todos los ciudadanos de la Unión Europea. Una cartera en línea que puede transformar para siempre cómo los europeos usan internet.

La idea de esta cartera digital se escuchó por primera vez en 2020, cuando la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, deslizó esa propuesta en su discurso del Debate sobre el Estado de la Unión de aquel año. Año, por supuesto, que estuvo marcado por el confinamiento y el fragor de la batalla contra el coronavirus.

Realmente Bruselas no presentaría la propuesta legislativa de manera formal hasta un año después. La Comisión puso sobre la mesa el borrador de este eIDAS2 en junio de 2021. El proceso legislativo comunitario funciona así: la Comisión presenta el borrador, y sobre el mismo debaten, cada uno por su lado, los dos colegisladores: el Parlamento y el Consejo.

Una vez la Eurocámara y el Consejo fijan sus posturas, ambos negocian en los trílogos, unas reuniones tripartitas en las que también participa la Comisión. Los trílogos de este reglamento eIDAS2 empezaron en marzo de 2023, y 8 meses después han terminado con éxito y bajo la mirada de Calviño, que ha tenido un rol clave por la Presidencia Española del Consejo.

Durante estos 8 meses se han celebrado 4 trílogos, culminando el último el pasado 8 de noviembre. Al término de la sesión, en la que Parlamento, Consejo y Comisión mostraron su conformidad sobre el texto definitivo, la vicepresidenta española en funciones se congratuló del resultado.

"Con la aprobación del reglamento de identidad digital europea damos un paso fundamental para que los ciudadanos puedan disponer de una identidad digital europea única y segura. Se trata de un avance clave para que la UE sea un referente en el ámbito digital protegiendo nuestros derechos y valores democráticos", expuso entonces Calviño.

Ahora toca que el reglamento pase por el Comité de Representantes Permanentes de la UE, el Coreper, para que reciba la aprobación definitiva, lo que podría suceder en diciembre. De esta manera se abriría la puerta a que el eIDAS2 se publique oficialmente en los primeros meses de 2024, cuando la Presidencia Española ya habría sido sucedida por Bélgica —de enero a junio de 2024—.

Uno de los momentos del último trílogo sobre el reglamento eIDAS2, con Nadia Calviño como representante del Consejo.
Uno de los momentos del último trílogo sobre el reglamento eIDAS2, con Nadia Calviño como representante del Consejo.

Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital

Los tiempos son importantes en regulaciones como esta, porque el texto del eIDAS2 incluye un plazo de dos años para que los Estados desplieguen estas carteras digitales y las pongan a disposición de sus ciudadanos.

La premisa de una billetera digital en la que poder depositar toda la documentación con la que verificar tu identidad en la red suena sencilla. Lo sofisticado está en todos los despliegues tecnológicos en los que se llevan trabajando años para garantizar que estas herramientas sean posibles.

Por esa razón, el eIDAS2 también despliega lo que se conoce bajo las siglas —en inglés— EUDIW, y que responden a European Digital Identity Wallet: carteras de identidad digital europeas. Estas carteras, que se tendrán que desplegar en ese período de 2 años, deberán ser gratuitas y construidas en código abierto.

Las intensas negociaciones políticas y jurídicas en las que se han sumergido las instituciones comunitarias durante los últimos meses palidecen en comparación con el ingente trabajo que se ha seguido en todo el continente para consensuar qué herramientas tecnológicas podrían servir para diseñar y crear esas EUDIW.

Cuatro consorcios han liderado la puesta en marcha de pilotos y experimentos con diversos casos de uso

Irene Hernández es la CEO y fundadora de Gataca, una startup española de origen estadounidense: estudió en el MIT y la empresa es el resultado de un spin off que inició sobre sus investigaciones y estudios. La firma es una de las pioneras en el desarrollo y la investigación del SSI, lleva años trabajando en su propia cartera digital y ha participado en el desarrollo de las EUDIW.

Ya en una entrevista con este medio desgranó los desafíos y sobre todo las posibilidades que encarnan estas carteras digitales europeas, que con el desbloqueo del eIDAS2 ya están más cerca que nunca de ser una realidad.

La puesta en marcha del reglamento responde, en realidad, a la estrategia europea sobre soberanía digital. Cuando se planteó la necesidad de actualizar el eIDAS, comisarios como Margrethe Vestager (Competencia) o Thierry Breton (Mercado Interior) dibujaron un escenario en el que los usuarios no tendrían que ceder sus datos para disfrutar de servicios en el ámbito digital.

Al contrario, serían los prestadores de esos servicios los que necesitarían suscribirse a la identidad de sus usuarios y potenciales audiencias.

Los datos son el petróleo que empresas y gobiernos necesitan, aunque la privacidad ya se ha convertido en un debate global: así hemos llegado hasta aquí

Pensar en un DNI digital lo facilita todo. Pero el propósito de estas carteras digitales va desde la posibilidad de certificar un contrato de alquiler de un vehículo a formalizar una matrícula universitaria demostrando tu trayectoria académica anterior. Todo a través de una tecnología con una interfaz amigable y accesible para todo el mundo. E interoperable en toda la Unión Europea.

En ese sentido, el nueva eIDAS2 da margen a los Estados miembros para que diseñen y desarrollen sus carteras digitales. Con todo, en los últimos meses, de forma paralela a los trílogos, se ha realizado un proyecto "de grandes pilotos" en los que la Comisión ha puesto a trabajar a cuatro grandes consorcios internacionales a diseñar y experimentar con estas carteras.

Estos pilotos se pusieron en marcha en abril de este año con el objetivo de llegar a tiempo a la aprobación de esta norma. El propósito de los mismos era explorar hasta 10 casos de usos distintos: acceso a servicios de la administración, abrir cuentas bancarias, carnets de conducir, pasaportes, pagos, diplomas educativos, o acceso a beneficios sociales.

En función de cada país de la Unión Europea se le asignaba a cada uno de los cuatro grandes consorcios que participaron en estos experimentos el encargo de poner en práctica algunos de esos casos de uso. Por ejemplo, en España un consorcio probó a usar estas carteras digitales para recetas médicas y carnets de conducir, y otro para guardar certificados educativos.

Varias startups, universidades e instituciones españolas ya han probado estas nuevas billeteras digitales 

Cada uno de esos grandes 4 consorcios han contado con participación española. El primero de ellos, Potential, se centraba por ejemplo en la demostración y experimentación con billeteras digitales para enseñar carnets de conducir, contratar tarjetas SIM, portar recetas farmacológicas o abrir cuentas bancarias. 

En él colaboraron más de 140 entidades tanto públicas como privadas, como la filial alemana de Telefónica.

Otros 2 consorcios fueron NOBID, en el que solo se integraron Islandia, Noruega, Dinamarca, Letonia, Alemania e Italia; o EWC, en el que sí participaron tres firmas de España: la filial de la multinacional suiza SICPA, una firma especializada en transacciones entre empresas y proveedores, Invinet; y Validated ID, una startup de origen catalán especializada en firmas electrónicas.

El cuarto y último consorcio, DC4EU, es el que más acento español ha puesto a este desarrollo tecnológico. Suma 80 instituciones relevantes de 22 países respaldadas por 43 entidades públicas y 49 empresas privadas. Y de todas ellas, España es el país que, solo por detrás de Ucrania y Suecia, más organizaciones ha aportado: 20.

Parte del equipo de Gataca, la startup española que desarrolla billeteras con identidades soberanas.
Parte del equipo de Gataca, la startup española que desarrolla billeteras con identidades soberanas.

Gataca

Si por ejemplo en el consorcio NOBID el mayor número de organizaciones provenía de Francia, en DC4EU han participado entidades tanto públicas como privadas española, a saber la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), el Consorci Administració Oberta de Catalunya, la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) o el Consejo de Colegios de Médicos.

También ministerios como el de Universidades, y varias universidades como la de Alcalá de Henares, la Autònoma de Barcelona, la Carlos III de Madrid, la de Barcelona, la de Murcia o la UNED, entre otras.

Además de la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre también ha participado la Secretaría General de Administración Digital (SGAD) dependiente de la Secretaría de Estado de Digitalización e IA (SEDIA), que forma parte del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de la ministra en funciones Nadia Calviño.

Junto a todos estos organismos públicos ha participado Gataca, la startup de Inés Hernández, quien ha compartido su expertise y know-how de la tecnología que puede ser crucial y transformar la Europa digital en los próximos años.

En agosto del año pasado, Hernández advertía que cada país decidirá si construye su cartera "con referencia a la que propondrá Bruselas". "El reglamento eIDAS, como marco regulatorio, no puede ser prescriptivo de una sola tecnología", abundó entonces, en una conversación en la que destacó que la interoperabilidad de la tecnología sería lo más complejo de abordar.

El trabajo no termina aquí, pero este mismo año la propia Gataca ya ha emprendido pilotos con algunas universidades españolas que han participado en el consorcio, como la Carlos III, la de Murcia y la Rovira i Virgili para poner en marcha, en colaboración con la Fábrica de la Moneda y Timbre, una app llamada Cartera Digital, que experimentaría con los diplomas y títulos de esos centros.

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