España asume la Presidencia del Consejo de la UE hasta 2024: prioridades, desafíos y claves de un mandato marcado por el anticipo electoral

Pedro Sánchez, en una rueda de prensa tras una cumbre de la UE.
Pedro Sánchez, en una rueda de prensa tras una cumbre de la UE.

Reuters

  • Este fin de semana comienza la Presidencia del Consejo de la UE de España, que se extenderá hasta que finalice este año.
  • El anticipo electoral ha trastocado cuestiones, como un discurso de Sánchez en la Eurocámara, pero el Gobierno incide que todo continúa según lo previsto.

Desde este 1 de julio hasta finales de año España asume la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, uno de los dos colegisladores de la Unión Europea.

Es una institución crucial: en el desarrollo de los reglamentos y directivas que propone la Comisión intervienen el Parlamento Europeo, cuyos 705 eurodiputados se eligen mediante sufragio directo, y el Consejo, donde están representados los gobiernos de los 27 países de la Unión. Las 3 instituciones se reúnen en unas reuniones llamadas trílogos para consensuar la legislación comunitaria.

Este Consejo no debe confundirse con el Consejo Europeo que preside Charles Michel y en el que también están representados los ejecutivos de los 27, pero en cuyas reuniones —como la que se celebró esta semana— se discuten y fijan las prioridades políticas de la UE. Tampoco con el Consejo de Europa, un órgano que además es ajeno a la Unión Europea.

España ya había asumido una Presidencia del Consejo de la UE en semestres anteriores: en 1989, en 1995 o en 2002. En 2010, el país inició otra presidencia inaugurando además la figura de los tríos, que se crearon tras el Tratado de Lisboa. Estos tríos son grupos informales de 3 presidencias del Consejo que se coordinan para dar continuidad a su trabajo en año y medio.

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Con la Presidencia del Consejo de la UE que ostenta España desde ahora hasta finales de este 2023 se sucede al trío que conformó Francia, la República Checa y Suecia —cuya presidencia terminó esta misma semana—. El trío del que forma parte ahora España lo continuarán Bélgica y Hungría ya en 2024.

La presidencia española arranca además el último trío antes de las elecciones europeas del 2024, y en consecuencia, es el último de la legislatura comunitaria. Una legislatura con la que Bruselas ha tratado de reducir la brecha existente en soberanía tecnológica con otras potencias como EEUU o China, de ahí que se hayan lanzado varias iniciativas legislativas relacionadas con la materia.

Algunas, como el Reglamento del Dato, el de Servicios Digitales o el de Mercados Digitales han visto la luz en las últimas presidencias. España tiene un mandato claro y, a pesar de iniciar un trío, tiene la obligación de rematar algunas regulaciones tan cruciales como el futuro Reglamento de la IA —que ya tiene propuestas del Parlamento Europeo y del propio Consejo—.

Será labor de España la de atender esos trílogos que podrán comenzar tan pronto como este mismo mes para que el futuro Reglamento de la Inteligencia Artificial vea la luz en cuestión de meses, y su entrada en aplicación no se demore más de un par de años, como es habitual.

El Gobierno ya ha compartido cuáles serán las prioridades de la presidencia

La asunción de la Presidencia del Consejo de la UE implica una serie de trámites burocráticos que este año se van a ver afectados por el adelanto electoral. Las elecciones generales del 23 de julio harán que el presidente Pedro Sánchez no intervenga en el Parlamento Europeo para compartir cuál será la hoja de ruta de su Presidencia, como es habitual en otras presidencias.

Con todo, desde el Gobierno defienden desde hace días que el trabajo institucional está atendiéndose con regularidad. El Consejo Europeo que ha tenido lugar esta semana sí ha contado con una comparecencia de la presidencia saliente, la sueca, pero Sánchez ya celebró hace unas semanas en Madrid el acto en el que anunció las prioridades del Consejo de la UE hasta diciembre.

Fuentes oficiales aseveran, por ejemplo, que atendiendo esa normalidad institucional los comisarios europeos visitarán España durante la semana que viene, si bien esa visita institucional que encabezará la presidenta de la Comisión Europea se ha adelantado precisamente para esquivar la campaña electoral que dará su pistoletazo de salida el viernes 7 por la noche.

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Las mismas fuentes apuntan a que otras presidencias del Consejo han celebrado elecciones, una cosa que puede suceder en los 27 estados miembros democráticos. Un ejemplo muy inmediato es la Francia de Emmanuel Macron, donde el propio Macron se sometió a las urnas en hasta en 3 ocasiones y eso no repercutió en la presidencia del Consejo: se siguió con absoluta normalidad.

En un acto en Madrid celebrado a mediados de junio ante los embajadores de los 27, Sánchez avanzó 4 pilares de su presidencia: reindustrialización de Europa, transición ecológica, garantizar mayor justicia social y económica y reforzar la unidad del continente, para lo que profundizará en el mercado interior culminando con la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales.

"En el epicentro de todos estos cambios está en juego el bienestar de nuestros conciudadanos: los salarios, los empleos, la igualdad de género y la libertad que tendrán en el futuro", defendió Sánchez en aquel acto.

Unas elecciones en plena presidencia europea, algo no tan inédito

Por el momento, el adelanto electoral solo ha cambiado ciertos planes de la presidencia española del Consejo, como por ejemplo el discurso de Sánchez ante la Eurocámara que se pospone a septiembre para evitar que coincida con campaña.

Sin embargo, se abren muchas incógnitas con lo que sucederá con esta presidencia en caso de que el resultado electoral del 23 de julio invite a pensar en un relevo en La Moncloa. Alberto Núñez Feijóo, candidato del PP, ya ha comenzado a trabajar en su agenda europea en caso de que sea finalmente investido presidente del Gobierno en agosto, como revela El Independiente.

Estas maniobras de los populares llegan tras unas críticas que el partido de Génova ha elevado precisamente en el mismo medio, al que aseveran que el Ejecutivo de Sánchez no les ha informado de nada. "No ha habido ni un contacto ni un papel". El PP abunda en que ha recibido más información de la presidencia sueca, la saliente, que del propio Sánchez.

El mismo medio detalla que el PP ya declinó una invitación a una reunión en Estrasburgo que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mantendría con diputados europeos.

De no haber existido este anticipo electoral, el presidente Sánchez habría dirigido la presidencia española en toda su plenitud. Antes de la convocatoria para el 23 de julio se contemplaba que los comicios se celebrarían el 10 de diciembre, la fecha límite para su convocatoria ante el fin de la legislatura. Si hubiese existido un relevo en esa fecha, habría sido ya en 2024.

Con todo, desde La Moncloa inciden en que la coincidencia electoral con la presidencia española se aborda con absoluta normalidad. El trabajo en los pasillos del Ejecutivo sigue siendo frenético, como lo es desde hace unas semanas con todos los preparativos de una presidencia que además contará con su propia agenda cultural en el país.

Francia ya celebró elecciones presidenciales y legislativas en abril y junio del año pasado, coincidiendo con la presidencia francesa del Consejo, por ejemplo. En aquel caso, Macron logró revalidar su mandato por otra legislatura más.

Aparejada a la Presidencia del Consejo de la UE no solo hay una agenda cultural: también se prevén movilizaciones. Organizaciones como Ecologistas en Acción ya han anunciado en un manifiesto que promoverá un "proceso de movilización plural" que confronte "la Europa solidaria de los pueblos a la Unión Europea de los negocios".

Otras resistencias se verán también en ejes nucleares de futuras regulaciones tecnológicas que España tiene encomendado resolver, como es el propio Reglamento de la IA: hace semanas 60 organizaciones sociales nacionales y europeas pidieron una reunión con el Ejecutivo de Sánchez para abordar esa postura. Esa petición, por el momento, no ha sido atendida.

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