Señales de que ha llegado la hora de cambiar de champú o acondicionador

Uno de los mitos más comunes sobre el cuidado del cabello es aquel que dice que el pelo y el cuero cabelludo se acostumbran a una determinada marca de champú y acondicionador y que, por tanto, ha llegado la hora de cambiarlos. Si bien esto no es cierto, tu cabellera sí que cambia de necesidades y con ellas, demanda productos que se adapten a las mismas.

A veces, si abandonas un producto, dejas de percibir sus beneficios. Por ejemplo, si empleas un champú hidratante y paras de utilizarlo, puede que tu pelo vuelva a ser propenso a la sequedad. Si normalmente empleas champú en seco, este puede provocar una acumulación del cuero cabelludo.

Dicho de otro modo, no hay un tiempo concreto para cambiar de champú o acondicionador, pero plantéate escoger otra clase de artículos para lavar el pelo si percibes alguna de las siguientes señales que varios médicos han señalado a LiveStrong.

Percibes cambios en el cuero cabelludo o en el pelo

Si notas descamación, grasa, picores, puntas abiertas o fragilidad capilar, tal vez no estás usando los productos adecuados para el cabello.

Ten en consideración que según los tintes, los tratamientos capilares o el propio envejecimiento, tu cuero cabelludo puede volverse más seco y más graso, y tu pelo tornarse más quebradizo o débil, requiriendo productos con glicerina, por ejemplo.

Cambio de estación o de clima

Según la humedad ambiental, el retorno del calor, la región del mundo o la estación en la que te encuentres, tu pelo también puede sufrir alteraciones. Por ejemplo, en verano es común sudar más, mientras que el frío aumenta las papeletas de padecer sequedad, sensibilidad o picor. 

Los especialistas recomiendan champús hidratantes con glicerina para los meses fríos y champús clarificantes para el verano. 

Afecciones dermatológicas en el cuero cabelludo

Si tienes problemas como caspa, psoriasis o dermatitis, deberás buscar productos especializados que funcionen especialmente para los brotes. 

Sin embargo, recuerda que si el estado de su cabello o cuero cabelludo no cambia y tu champú y acondicionador funcionan perfectamente, no hay necesidad de rotar o cambiar de producto.

Te has sometido a tratamientos capilares

No es lo mismo llevar el pelo al natural que someterte a un proceso químico, a un tratamiento de queratina o alisado o una permanente, lo que puede obligarte a cambiar de champú para adaptarlo a las nuevas necesidades. 

Los cabellos teñidos demandan productos específicos para ello, mientras que cuando te haces un tratamiento químico, se recomiendan champús más hidratantes que ayuden a reparar o suavizar la cutícula.

Te ha crecido mucho el pelo

Dependiendo de la longitud de tu melena, es probable que precises un producto u otro para cuidar las puntas, favorecer la hidratación o devolverle la vitalidad.  

Cambios hormonales

Durante el embarazo, en el posparto o en la menopausia, los cambios hormonales también pueden modificar las necesidades de tu cabello y cuero cabelludo, propiciando que debas cambiar de champú, mascarilla o acondicionador.

No te olvides de brindarle a tu cuerpo los nutrientes necesarios para un pelo sano, como la biotina, el zinc, el hierro, el ácido fólico, las vitaminas A, C y E, la proteína o los ácidos grasos omega-3.