Así podría desarrollarse la ardua batalla legal de Trump contra Biden por los resultados de las elecciones en EEUU

Jacob Shamsian,Sonam Sheth
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Business Insider España
trump fay FAYETTEVILLE, NC - SEPTEMBER 19: President Donald Trump addresses a crowd at the Fayetteville Regional Airport on September 19, 2020 in Fayetteville, North Carolina. Thousands of people joined to hear the president during the Make America Great
Melissa Sue Gerrits/Getty Images
  • El candidato republicano a la reelección, Donald Trump, y el Partido Republicano preparan una batalla legal sobre los resultados de las elecciones mientras parece cada vez más probable la victoria del candidato demócrata Joe Biden.
  • Trump declaró su victoria antes de tiempo y sin que los resultados lo indicasen en las primeras horas del recuento y posteriormente aseguró que llevaría el asunto al Tribunal Supremo.
  • Ni Trump ni su campaña han aclarado cómo van a impugnar los resultados electorales en el Tribunal Supremo y no está claro a qué principios legales apelarán para ello.
  • Trump ha dado a entender que la vía para iniciar las demandas pasa por Pensilvania, como han corroborado posteriormente varios expertos.
  • Aunque Trump o los republicanos presenten querellas para impugnar el resultado de Pensilvania, los 20 votos que podría conseguir en este estado no serían suficientes para asegurar su reelección, a la vista del resto de resultados.
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El candidato demócrata a la presidencia de EEUU Joe Biden está superando al candidato republicano a la reelección Donald Trump en la carrera para ganar la Casa Blanca. Y Trump ya ha anunciado que él y su campaña están listos para hacer lo que sea necesario y enfrentarse a Biden en los tribunales para asegurarse un segundo mandato en el cargo.

"Iremos al Tribunal Supremo", aseguró Trump en un discurso en el que proclamó su victoria en falso durante las primeras horas del recuento. No quedó claro qué es lo que Trump quería denunciar en los tribunales dado que estaba anunciando su supuesta victoria en las elecciones y no dio más detalles, además de confundir a los electores que votan con los funcionarios electorales que los cuentan.

"Queremos parar todas las votaciones", afirmó el presidente en funciones. "No queremos que se encuentren votos a las 4 de la madrugada y los añadan al recuento".

Es habitual que el proceso completo de recuento de votos lleve días o semanas y los resultados nunca se completan la misma noche electoral. Cada estado sigue contando y verificando votos, aunque los medios de comunicación, como Business Insider, han anticipado a los vencedores de cada colegio electoral en varios estados según el número de votos emitidos.

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"La idea de que existe el derecho a frenar el recuento no tiene ningún sentido y punto", ha asegurado a Business Insider Richard Briffault, profesor de la Facultad de Derecho de Columbia que estudia litigios electorales. "El recuento debe continuar siempre que haya votos legales para ser contados. Nunca ha ocurrido que el recuento se detenga después del día de las elecciones".

Aún así, el miércoles por la tarde (la madrugada del jueves, hora española), la campaña de Trump había pedido que se dejaran de contar votos en Michigan y Pensilvania. Decision Desk HQ anunció su previsión de que Biden había ganado en Michigan el miércoles por la tarde, y Trump sigue en cabeza en Pensilvania, aunque la carrera a la presidencia aún no se ha decidido y más de un millón de votos esperan a ser contados. El presidente también solicitó un recuento en Wisconsin, un estado que se proyectaba que ganaría Biden ese mismo día.

Trump da a entender que su ofensiva legal pasa por Pennsylvania

Ni Trump ni su campaña han aclarado cómo van a impugnar los resultados electorales en el Tribunal Supremo y no está claro a qué principios legales apelarán para ello. Trump aseguró sin pruebas que el resultado en Arizona, que favorece a Biden pero aún no es definitivo, "podría ser anulado", sin explicar a qué se refería o cómo iba a hacerlo. La campaña de Trump no ha respondido todavía a una petición de comentarios al respecto por parte de Business Insider.

Ned Foley, experto en legislación electoral en Universidad Estatal de Ohio, aseguró en The Washington Post que "no hay ni una mínima posibilidad de que el Tribunal Supremo de EEUU o cualquier otro tribunal pueda anular esos votos".

"Los restantes estados en los que no hay resultados definitivos y en los que los medios de comunicación no han anticipado ni siquiera ganadores no oficiales, aún no se encuentran en situación de recuento", añadió. "Aún no se ha contado un gran número de votos por primera vez. Hasta que eso suceda, es prematuro imaginar que esta elección, como en 2000, podría decidirse en los tribunales".

Los expertos coinciden en que el camino más probable para que Trump impugne el proceso electoral en los tribunales pasa por Pensilvania. De hecho, la campaña de Trump ya ha presentado una moción para intervenir en un caso del Tribunal Supremo sobre cómo se cuentan los votos.

El Tribunal Supremo de Pensilvania decidió el mes pasado que los funcionarios electorales pueden recibir y contar votos hasta el 6 de noviembre mientras tuviesen matasellos de la jornada electoral. Los republicanos pidieron medidas cautelares al Supremo de EEUU que podrían haber paralizado la decisión del tribunal estatal.

Pero entonces el Supremo de EEUU estaba bloqueado en un empate a 4, lo que permitió que la decisión del tribunal estatal se mantuviese. Los jueces Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh, Clarence Thomas y Samuel Alito votaron a favor de la petición republicana y el juez principal John Roberts y los jueces Stephen Breyer, Elena Kagan y Sonia Sotomayor votaron en contra. El empate ha sido una derrota para los republicanos, pero dejó la puerta abierta para que volviesen a apelar.

La jueza Amy Coney Barrett rechazó participar en esa decisión "por la necesidad de una solución inmediata y porque no tuvo tiempo de revisar la documentación por completo", según un comunicado del tribunal. Sin embargo, Barrett no se abstuvo, lo que supone que podría ser el voto decisivo en próximos recursos.

Además, con la presencia de Barrett en el Supremo que supone una mayoría conservadora de 6 a 3, hay posibilidades de que el Partido Republicano de Pensilvania vuelva a los tribunales. El partido ya ha presentado otra apelación y el Supremo aún no ha decidido si admitirá el caso, pero aún hay tiempo.

Trump ha amenazado repetidas veces con recurrir a la justicia en este estado cuando aún estaba en campaña, dando a entender que intentaría sumarse al caso como partido. Hasta entonces, los condados están segregando los votos que lleguen entre las 20:00 horas del jueves y las 17:00 del viernes, en caso de que el Supremo decida no permitir que se sumen al recuento.

Briffault afirmó que sería inusual que el Supremo de Estados Unidos cambie las cosas en Pensilvania ahora. Hacerlo invalidaría la interpretación de la corte suprema del estado sobre el estatuto estatal de derecho de voto.

"Existe un argumento legítimo de que el estado, basado en su tribunal supremo, dictaminó que debido al problema del Servicio Postal, es necesario que lleguen las papeletas", dijo Briffault. "El Supremo se negó a detenerlo, pero no se pronunció sobre el fondo".

Foley aseguró que "incluso si el tribunal estuviera de acuerdo con los republicanos en su reclamación constitucional federal, es dudoso que la mayoría de los magistrados, habiendo permitido que la extensión del tribunal estatal se mantenga, también acepten invalidar las papeletas que se beneficiaron del tiempo extra".

Pensilvania podría no ser suficiente para Trump 

También es importante señalar que incluso si Trump se sale con la suya en sus maniobras legales en Pensilvania, ganar los votos electorales de este estado podría no bastar para que se asegure la reelección, teniendo en cuenta el resultado en el resto de estados.

Este año, cada vez está más claro que el resultado final dependerá de Michigan, Wisconsin y Pensilvania, los 3 estados del "cinturón del óxido", la zona industrial que Trump consiguió arrebatar a los demócratas en 2016 para llegar a la Casa Blanca.

Biden ya ha sido declarado ganador en Michigan y Wisconsin.

Trump supera a Biden por 5 puntos o casi 320.000 votos en Pensilvania. No obstante, más de 1 millón de papeletas aún no han sido contadas. Además, si Biden gana Arizona y Nevada, donde supera a Trump desde el principio del recuento, sus victorias en Michigan y Wisconsin bastarían para otorgarle los 270 votos electorales sin necesidad de que gane en Pennsylvania.

Trump también ha amenazado el recuento de votos en Michigan y pidió al Tribunal de Reclamaciones de Michigan que obligase al estado a frenar el recuento asegurando que su campaña no había obtenido "acceso suficiente a muchos lugares de recuento para observar la apertura de las papeletas y el proceso de recuento como garantiza la ley estatal".

Incluso si la campaña de Trump tuviera éxito en ese caso, no afectaría al recuento de las papeletas, sino al ritmo al que se cuentan.

Además, gran parte de los litigios electorales del país ya se han resuelto. Este año se han presentado cientos de demandas antes del día de las elecciones, centradas en las reglas sobre la votación, que todos los estados han cambiado debido a la pandemia de coronavirus. La mayoría de ellas ya se han decidido.

Luego está la cuestión del tiempo. El Tribunal Supremo generalmente admite los casos solo después de que hayan pasado por los tribunales inferiores y después por un tribunal federal de apelaciones. En una elección presidencial, un caso que involucre una disputa sobre los resultados podría acelerarse, pero eso aún podría llevar semanas. En Bush contra Gore, por ejemplo, el Tribunal Supremo tardó más de un mes en emitir un fallo.

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