Una joven de la generación Z que ha sido despedida explica cómo ha aprendido a ser más feliz después de trabajar en empresas que le "chupaban el alma"

| Traducido por: 
Chiaki Ma es autónoma y trabaja a tiempo parcial como actriz y camarera.
Chiaki Ma es autónoma y trabaja a tiempo parcial como actriz y camarera.

Cortesía de Chiaki Ma

  • Chiaki Ma fue despedida de su trabajo en un puesto de marketing y eso le hizo darse cuenta de lo que realmente quería; desde entonces ha ejercitado más su creatividad, dedicándose a la interpretación, a la hostelería y a trabajar como autónoma.
  • Aunque aún no se ha acostumbrado al cambio, asegura estar más feliz y sentirse mucho más creativa.

Chiaki Ma, de 23 años, ha tenido varios puestos relacionados con el marketing desde que terminó la universidad en el 2021. Bajo su punto de vista, trabajar en una empresa corporativa es repetitivo.

"Eran proyectos diferentes, pero eran todos los días lo mismo", afirma al recordar uno de los trabajos. "Solo recuerdo que trabajaba en un cubículo y era una especie de oficina de ventas también, y solo pensé, vaya, no quiero estar aquí más de 2 años".

Esa etapa profesional llegó a un abrupto final cuando la despidieron el pasado noviembre.

Aunque Ma cuenta a Business Insider que estaba preocupada por el dinero, sostiene que se dio cuenta de que ese despido era una oportunidad. "Quizá haya llegado el momento de dejar ese campo por completo y buscar otras oportunidades que me permitan ser creativa, porque soy una persona bastante creativa", explica que pensó.

Como ella misma relató en un video de TikTok hablando de su experiencia en el sector del marketing: "Al ser una persona de naturaleza creativa, las empresas del mundo corporativo me chupaban el alma".

Ma trabaja como creadora de contenido independiente, como camarera desde el mes de marzo y ahora también se dedica a la interpretación.

Esta joven de la generación Z se une así a una oleada de personas que aprovechan un despido para abandonar su sector, en un momento especialmente incierto en el que la inteligencia artificial parece estar amenazando la estabilidad de millones de puestos de trabajo

Una trabajadora que fue despedida de Twitter señalaba recientemente a Business Insider que "en cierto sentido, fue el empujón" que necesitaba para convertir su trabajo secundario en una labor a jornada completa. Otros empleados simplemente han dejado atrás el estilo de vida que exige el mundo corporativo y las oficinas tradicionales.

"Si la pandemia nos ha enseñado algo es que los trabajadores esenciales, aquellos que son imprescindibles para que la humanidad pueda sobrevivir, seguramente no se encuentren en un edificio de oficinas y probablemente no sean coordinadores de marketing", sugiere Ma en su vídeo de TikTok. 

"Además del hecho de que algo como una pandemia puede cambiar drásticamente la vida de todo el mundo, así que no voy a pasar ni un solo minuto en una carrera en la que ni siquiera quiero estar".

La vida corporativa consistía en vivir únicamente los 2 días del fin de semana

En otro vídeo que publicó en su cuenta de TikTok, Ma recordaba un momento en la oficina en el que pensó: "¿Es aquí donde quiero estar dentro de 10 años? Cuando tenga 33 años, ¿quiero seguir trabajando en el mismo cubículo?".

Al final decidió que no, al menos por ahora. Otros empleados o aspirantes a una vacante de empleo pueden sentir lo mismo, especialmente los más jóvenes.

"Sobre todo los graduados universitarios y los veinteañeros se ven presionados a trabajar en una empresa, y esa presión la generan sobre todo personas de generaciones anteriores, que ven el trabajo corporativo como algo estable y que conduce al éxito", argumenta Ma.

Generación Z.

Cuando dejó atrás su puesto de marketing, esta joven empezó a trabajar como creadora de contenido independiente. Además, al vivir en Los Ángeles (Estados Unidos), también ha podido dedicarse a la interpretación mientras trabajaba como camarera.

Aunque da a entender que su conciliación entre vida personal y profesional era mejor antes, Ma indica que "no tenía la sensación de estar trabajando o viviendo de verdad".

"Hay momentos en los que siento que la cosa se complica en cuanto a mis finanzas y mis presupuestos, porque siento que todavía estoy acostumbrándome a un horario y a una rutina a la que no estoy completamente acostumbrada", explica. "Pero diría que me gusta un poco más porque siento que el trabajo que produzco solo me pertenece a mí".

Sus anteriores empleos no le dejaban mucho tiempo para hacer otras cosas fuera del trabajo durante la semana. Cuenta que al final de la semana se encontraba cansada y añade que "básicamente" vivía su vida para los fines de semana, donde podía "hacer realmente lo que quería".

 

"Me aburría la rutina", asegura Ma. "Sentía que no iba a ninguna parte".

A pesar de que podría volver a desempeñar un trabajo de oficina ante una situación de emergencia económica, la joven afirma que "lo ideal" sería no tener que volver a hacerlo nunca.

"Puede sonar cursi, pero a veces no sabes qué oportunidades pueden surgir si no te aventuras y te sientes demasiado cómodo en tu vida o en tu carrera", reflexiona. "Y no digo que estar cómodo sea algo malo, pero si sabes que hay potencial para ti en otro sitio y simplemente no lo intentas, eso limita mucho tus posibilidades".

En la actualidad, Ma desempeña un trabajo en el que puede ser mucho más creativa y es más feliz. Declara que, hace apenas 2 años, "jamás habría pensado" que estaría haciendo lo que hace ahora, incluyendo ir a audiciones.

"Dad un salto de fe y no limitéis vuestras posibilidades", recomienda.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.