Telefónica desafía al coronavirus con su mayor operación corporativa: 3 claves y 5 desafíos para la operadora en esta nueva etapa
- Es un "gran día" para Telefónica porque ha realizado "la mayor transacción de su historia", explicó ayer el presidente ejecutivo de la compañía José María Álvarez-Pallete.
- La unión entre O2, la filial británica de Telefónica, y Virgin Media, propiedad de Liberty Global, dará como resultado un gigante en el sector de las telecos en Reino Unido.
- La nueva empresa combinará la telefonía móvil de O2 con la banda ancha de Virgin creando un operador convergente.
- La operación se enmarca dentro del plan estratégico de Telefónica, que busca centrarse en sus cuatro principales mercados, entre los que está Reino Unido.
- Además, el ahorro de costes que generará con las sinergias entre ambos grupos le permite reducir deuda, uno de los deberes pendientes de la compañía.
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Es un "gran día" para Telefónica porque ha llevado a cabo "la mayor transacción de su historia". Así de rotundo se mostró ayer José María Álvarez-Pallete, presidente de la empresa de telecomunicaciones, en un encuentro telemático con periodistas al hablar de la unión empresarial entre O2, la filial británica de Telefónica, y Liberty Global para crear un gigante en el mercado británico.
Pallete aseguró que esta operación es "un paso fundamental" en la historia de Telefónica, que además llega en un momento "muy difícil" por el escenario generado por la pandemia del coronavirus. De hecho, explicó que el cierre final ha sido telemático porque la última reunión presencial que tuvieron los equipos fue el 11 de marzo en el marco de unas negociaciones que comenzaron el pasado verano.
"Esta operación responde al plan estratégico de Telefónica", apunta Joaquín Robles, analista de XTB, que señala que los objetivos de la operadora en los últimos tiempos se han centrado en la desinversión de activos no estratégicos, la reducción de la deuda y potenciar los mercados donde tiene mayor presencia.
Un movimiento positivo para reforzar la cotización de la empresa, según otros analistas. Aitor Méndez de IG señala que la noticia de la fusión con la filial de Liberty Global es "positiva para el valor". Considera que esta operación le va a permitir a la compañía resultante competir de "tú a tú" con el actual líder del mercado británico: BT.
Un gigante de las telecomunicaciones en Reino Unido
La creación de esta nueva empresa supondrá crear un gigante en el sector de las telecomunicaciones de Reino Unido, ya que unirá la telefonía móvil de O2 con la banda ancha de Virgin Media, propiedad de Liberty Global. La combinación creará un gigante convergente que ofrecerá servicios móviles y fijos y podrá competir con BT por ser el líder del mercado.
Estas son algunas de las cifras clave de la nueva compañía:
46,5 millones de usuarios
El nuevo operador de servicios integrados contaría con 46,5 millones de suscriptores de vídeo, banda ancha y telefonía móvil, y se pondría por delante de BT, según los datos que ha dado a conocer Telefónica.
13.280 millones de ingresos
La facturación conjunta ascendería a 11.300 millones de libras (unos 13.280 millones de euros), según las cifras de 2019. Sólo BT estaría por delante.
Una 'joint venture'al 50% aunque todavía sin marca
La unión de las dos empresas creando una nueva, lo que se conoce como joint venture, dará como resultado una compañía participada al 50% por cada una de ellas con un equipo directivo de 8 personas y un presidente rotatorio.
Respecto a la marca comercial, el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vila, dijo que la nueva empresa arrancará con las dos marcas actuales hasta que el equipo gestor tome una decisión.
Vila ha señalado que son dos enseñas "muy potentes y reconocidas", por lo que para tomar una decisión se tendrán que poner en la balanza tanto aspectos como la notoriedad o la percepción de los clientes como el coste de uso de marca, ya que Liberty Global paga actualmente por su uso a Richard Branson, que es su propietario, mientras que O2 es propiedad de Telefónica.
Los desafíos de la operadora tras la nueva operación
Aunque la unión de ambas compañías en el mercado británico supone un gran movimiento, Telefónica sigue teniendo importantes desafíos operativos, a corto y medio plazo, en el país.
Una serie de puntos que van desde la regulación hasta la estrategia que la teleco implementar dentro del plan global de la compañía.
La aprobación del regulador
En 2016, Telefónica trató de vender O2 y logró un acuerdo con la hongkonesa Hutchison. Sin embargo, las autoridades de la Competencia frustraron la operación.
Ahora, el contexto es distinto. Los directivos de Telefónica ven que la operación tiene "bastantes probabilidades" de recibir el visto bueno de los reguladores. En el caso actual, consideran que existen precedentes de otras operaciones similares en el mercado británico entre un operador fijo y un operador móvil, concretamente han citado el último proceso de convergencia entre BT y EE.
Consideran que será la autoridad comunitaria europea la que empiece el proceso, aunque ven probable que esta remita la operación al regulador de Competencia británico, la Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés). Además, teniendo en cuenta los precedentes, esperan que la aprobación sea sin condiciones de venta de activos o sin incluir requisitos adicionales.
El encaje dentro del plan estratégico
Los analistas creen que la operación en Reino Unido se encuadra dentro del plan de la compañía. A finales del año pasado, la operadora anunció que iba a centrar su negocio en sus cuatro mercados principales y crear varias filiales centradas en sus otras actividades como Telefónica Tech, para actividades digitales, o Telefónica Infra, centrada en infraestructuras, para maximizar el valor.
Dentro de este plan para la nueva Telefónica, la creación de la joint venture en Reino Unido cumple su misión para tratar de fortalecer el papel de la operadora en unos de sus grandes buques insignia.
Qué ocurrirá con Latinoamérica
Dentro del plan presentado el año pasado, otra clave era limitar su presencia en Latinoamérica, por lo que el grupo decidió hacer un spin off (una empresa segregada con gestión propia) para buscar la solución más eficiente en los distintos mercados. Una serie de operaciones que podrían pasar por ventas, salidas a bolsa u otros movimientos.
Pallete se ha mostrado confiado en que este plan siga su curso a pesar de la crisis del COVID 19. En este punto, señaló que, sin son capaces de cerrar una operación como la británica, están convencidos de poder seguir con la cadena en Latinoamérica.
Telefónica busca reducir deuda
Uno de los deberes que tiene Telefónica es la reducción de deuda. Algo que va consiguiendo trimestre tras trimestre. La operación en Reino Unido le servirá para reducir su apalancamiento en entre 5.500 y 5.800 millones de libras (6.300 y 6.600 millones de euros), según ha comunicado la empresa.
En este sentido, el analista de Renta 4, Iván San Félix, apunta que "destacamos favorablemente la operación, que creemos que mejorará el posicionamiento de Telefónica en Reino Unido, uno de sus principales mercados". Además, añade que le permite reducir deuda en torno a un 16,5% o 17% del pasivo neto del primer trimestre de 2020 y generar sinergias muy elevadas, superiores a los 7.000 millones de euros.
El futuro post coronavirus
Telefónica tiene ahora un desafío extra: abordar el futuro tras la crisis del COVID-19. La pandemia y la restricción de movimientos han puesto de manifiesto que es posible el teletrabajo o las operaciones a distancia. Algo que solo es posible con unas redes lo suficientemente sólidas.
"El confinamiento ha hecho que el mundo que nos encontremos después del COVID sea un mundo distinto", dijo el directivo. Admitió que los cambios digitales se han "acelerado" y que la transformación "ha llegado para quedarse".
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