Tengo 85 años y sigo haciendo ejercicios de fuerza 3 veces por semana: mis mejores consejos para estar ágil mental y físicamente sin importar la edad

Este artículo se basa en una conversación con Frank Noble, una persona de 85 años de Porepunkah en Victoria, Australia. Ha sido editado para mayor extensión y claridad.

He sido bendecido con buena genética. Mi hermano tiene 88 años y todavía es golfista en activo. Mi padre vivió hasta los 80 años y mi tía vivió hasta los 106.

Sin embargo, no hay duda de que también he tomado decisiones en mi estilo de vida que me han ayudado a llegar a donde estoy y sentirme como me siento a los 85 años.

En general, me siento en forma y saludable y disfruto de la vida. No hay nada que no pueda hacer por mi condición física. Estos son mis mejores consejos para la longevidad.

Hago ejercicio regularmente

Siempre he sido activo y he practicado deportes. Jugaba al tenis en mi época escolar y a fútbol senior hasta los 25 años.

Hoy en día, mis principales formas de ejercicio son el golf, que he practicado durante más de 58 años (desde antes de casarme), hacer tareas de jardinería y cortar mi propia leña. Nos calentamos completamente con leña durante el invierno y normalmente tengo para más de 3 años apilada en el jardín.

Para mi 80 cumpleaños, mi hija me apuntó al gimnasio. Mi principal objetivo fue  intentar mantener mi condición física el mayor tiempo posible.

Un entrenador personal ideó un programa para mí y 5 años después sigo practicándolo. Básicamente son ejercicios de fuerza y acondicionamiento con pesas, ya que tengo una afección cardíaca y me recomendaron no hacer ejercicio aeróbico. Normalmente voy al gimnasio 3 veces por semana.

Cultivo mis propias verduras

Tenemos un huerto de tamaño razonable y trato de mantenerlo productivo 12 meses al año. Intentamos comer tantas verduras frescas como podemos, y el maíz dulce es mi favorita.

Siempre he intentado comer bien. Supongo que forma parte de nuestro estilo de vida. No tengo ningún problema en utilizar alimentos comprados en el supermercado, pero desde luego nos gusta, siempre que podemos, utilizar nuestras propias verduras cultivadas en casa.

Cultivar un huerto y hacer movimientos como agacharse y recoger legumbres, por ejemplo, es un gran ejercicio. Yo cavo el huerto a mano, no uso máquinas, y tengo abono que hay que repartir con regularidad, lo cual es un trabajo pesado. Probablemente pase una media de 6 horas al día en el huerto 3 o 4 días a la semana.

Sigo una rutina diaria

Siempre he tenido una alimentación estructurada. Tomo un desayuno ligero a las 8 de la mañana. El almuerzo es a las 12.30, que consiste en sopa en invierno y ensalada en verano. La cena es a las 18.30.

No suelo tomar aperitivos. Todos los días tomo un café a media mañana y una manzana antes de acostarme, porque me ayuda a dormir mejor. Me gusta un poco de chocolate por la noche después de cenar. No siempre es chocolate negro, pero sé que es mejor para mí.

Me crié en un hogar en el que no se bebía alcohol y no bebo cerveza. Disfrutamos del vino con moderación, generalmente una copa por noche.

Mantengo la curiosidad

Leo el periódico en internet todos los días y consumo libros de no ficción. Nunca me han gustado los crucigramas, pero de vez en cuando me gusta hacer sudokus.

También me encantan los documentales. Siempre estoy absorbiendo cualquier cosa que tenga que ver con la historia y el mundo natural.

Me jubilé joven, pero mantuve conexiones sociales

Me gradué de la Escuela Victoriana de Silvicultura en Creswick en 1959 y pasé a ser Forestal de Distrito de la Comisión de Bosques de Victoria y Superintendente de Parques Nacionales de Distrito, antes de convertirme en Gerente Regional de Central Gippsland para todos los departamentos de gestión de tierras y recursos naturales.

Me jubilé cuando tenía 55 años en 1993. Si sumo mi tiempo a la universidad y a la escuela forestal, al final de este año habré estado jubilado por el tiempo que trabajé.

Más de la mitad de mi promoción se reúne anualmente. Todos tenemos 80 años ahora. Esa es una reunión social importante en mi calendario cada año.

También juego al golf casi todas las semanas para mantener los contactos sociales. Es un juego difícil, pero un buen lugar para conocer gente. Hasta que cumplí los 80 tenía un hándicap de una cifra, pero ahora es más una salida social.

Cuido de mi compañera de vida

Llevo 58 años casado con mi mujer Betty. Le he hecho el desayuno en la cama todos los días desde nuestra luna de miel. Siempre digo que conocerla fue mi golpe de suerte en la vida. Es divertido vivir con Betty y es muy cariñosa.

Hacemos prácticamente todo juntos, excepto jugar al golf. Intentamos jugar juntos una vez , y de hecho ganamos, pero ella no ha vuelto a retomarlo desde entonces.

Creo que es importante cuidar a tu pareja. Hay un viejo dicho, "esposa feliz, vida feliz" y es muy cierto. Betty da sentido a mi vida. No puedo imaginarme la vida sin ella.