Un experto en longevidad contó a Business Insider cómo incorpora su investigación sobre nutrición en sus hábitos alimentarios diarios para evitar los medicamentos para la presión arterial y el colesterol y mantener un peso saludable, con el objetivo de vivir más tiempo.

Valter Longo, de 56 años, profesor de gerontología y director del Instituto de Longevidad de la USC, investiga la dieta que imita el ayuno, que implica intercalar una dieta saludable con períodos de restricción calórica de 3 a 5 días cada pocos meses.

En un ensayo clínico, estos períodos de restricción calórica se asociaron con una presión arterial más baja, niveles más bajos de biomarcadores asociados con el cáncer, una menor grasa corporal y mejores niveles de azúcar en la sangre, todo lo cual podría ayudar a una persona a prolongar su esperanza de vida. Sin embargo, el ayuno no es seguro para todos. De hecho un estudio de 2022 encontró que podría aumentar el riesgo de una muerte prematura.

Cuando no sigue las porciones restringidas que le impone su ayuno, que implica comer de 800 a 1.100 calorías por día, Longo sigue su propia Dieta de Longevidad, que es una dieta principalmente vegana más pescado.

Así es como Longo estructura su alimentación a lo largo del día para lograr una mayor longevidad y mantener un peso saludable.

Un pequeño desayuno con té

Longo comienza su día con un pequeño desayuno que contiene cereales integrales, frutos secos y fruta, como se recomienda en la Dieta de la Longevidad. Su desayuno favorito es mantequilla de almendras sobre un pan integral italiano llamado friselle, junto con una manzana.

También toma una taza de té hecha con una bolsita de té verde y una de té negro, por los beneficios del primero para la salud, que se cree que reduce la presión arterial, y el sabor del segundo.

Ayunos cortos durante el día

Para imitar el ayuno, Longo intenta no comer desde el desayuno hasta las 4 o 5 de la tarde durante la semana, pero toma un espresso a la hora del almuerzo para mantener altos sus niveles de energía.

Las bebidas que no contienen calorías, como el café negro, el té sin azúcar y el agua, se consideran en general adecuadas para consumir durante el ayuno. Pero algunos expertos puntualizan que añades leche y azúcar lo hace saltar por los aires.

Un pequeño refrigerio al final de la tarde, seguido de una gran cena

Longo come un refrigerio ligero, que también consiste en cereales integrales, frutos secos y fruta, y luego cena más abundante.

Asegura que también puedes hacerlo al revés, tomando un almuerzo más grande y una cena más pequeña si no puedes pasar del desayuno a la cena sin comer. De hecho, comenta que esta forma podría ser más fácil para la mayoría de las personas, pero no se ajusta a su horario.

En su web, Longo recomienda snacks que incluyen galletas de harina de maíz con frutas y nueces y hamburguesas de repollo.