El truco secreto con el que los supermercados consiguen que compres más entre semana

Truco de los supermercados

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  • Los supermercados esconden bajo su ala un montón de trucos psicológicos para que gastes más dinero, como los principios de escasez o la aversión a la pérdida.
  • Mercadona, por ejemplo, consigue aumentar tu factura de la compra a través de la iluminación, las populares novedades o la disposición de las estanterías.
  • Pero además, un nuevo estudio destaca que la música que suena en la tienda es otro factor relevante que aumenta el gasto monetario. 

Nada en un supermercado es aleatorio: desde la iluminación que cae sobre las carnes, pescados, frutas o verduras, haciéndolas más apetecibles; a la disposición de la marca blanca en los mejores estantes —como hace Mercadona— o la publicidad de las novedades con las redes sociales como embajadoras, todo está calculado. 

Ahora, un nuevo estudio arroja luz sobre otro elemento de las tiendas y supermercados dirigido directamente a uno de tus 5 sentidos, y sobre el que tal vez nunca habías reparado: la música. La investigación de la Escuela de Gestión de la Universidad de Bath, señala que si compras de lunes a jueves, la música que suena en la tienda puede aumentar tu factura en más de un 10%.

¿Qué hay detrás de este fenómeno y por qué sucede especialmente en la franja laboral de la semana? Los compradores que acuden al supermercado entre semana suelen estar mentalmente cansados por el trabajo, y la música "agradable" que suena en la tienda les levanta el ánimo y hace que su toma de decisiones sobre la compra sea más intuitiva.

Al estar menos pendientes de sus compras, compran más productos, se dan un capricho o mejoran la calidad de los que ya habían comprado, concluye el estudio publicado en el Journal of Marketing Research.

Según explican los investigadores en el comunicado, la tradicional semana laboral de lunes a viernes está tan arraigada en la sociedad que el efecto sonoro trasciende y puede percibirse en personas jubiladas o con otro ritmo de trabajo. El efecto tranquilizador de la música empapa a todos los compradores.

 

A partir del viernes, cuando la semana entra en el terreno festivo, de ocio o de descanso del fin de semana, la música pierde poder. Los consumidores están más felices y relajados; tienen menos prisa y procesan la información de forma diferente: los sonidos influyen menos en la toma de decisiones sobre su gasto. 

"El fin de semana la gente está más contenta, por lo que el poder positivo de la música es menos perceptible. De hecho, poner música el fin de semana puede significar incluso que la gente compre menos, posiblemente porque es un factor de estrés adicional en un entorno ya de por sí ajetreado", señala Carl-Philip Ahlbom, de la Facultad de Administración de la Universidad y principal autor. 

Para llegar a la conclusión, ejecutivos del sector de los supermercados y a compradores fueron entrevistados sobre sus distintos hábitos de compra a lo largo de la semana. Los datos se combinaron con experimentos de campo en una cadena sueca de supermercados de Estocolmo, donde se siguieron 150.000 compras y sus ventas desde las 7:00 a las 23:00. 

Utilizaron dos tipos de música, creada por una agencia profesional de diseño sonoro especializada en música para espacios públicos. Una lista de reproducción de fondo contenía música sin voces, descrita como música de ascensor, mientras que una lista de reproducción de primer plano contenía canciones populares con voces. No se encontraron diferencias entre ambos tipos.

No solo te importa como comprador: a cualquier tienda le interesará conocer este dato sobre el impacto que la música puede tener en sus ventas. Puede ser una inversión atractiva —y económica— para potenciar el marketing subconsciente entre semana. 

"La investigación apunta a un claro aumento de las ventas, con un alto rendimiento de las inversiones relativamente modestas necesarias para instalar sistemas de sonido en las tiendas", explica el profesor Jens Nordfält, codirector del Laboratorio de Comercio Minorista de la Universidad. La instalación ronda los 14.000 euros por tienda, al cambio. 

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