Cometí un grave error en un vuelo de larga distancia que me dejó varios días con 'jet lag': esto es lo que haré de forma diferente la próxima vez

La reportera de 'Business Insider' lamentó el horario de su vuelo de larga distancia a Japón.
La reportera de 'Business Insider' lamentó el horario de su vuelo de larga distancia a Japón.Monica Humphries/Insider
  • Esta primavera me embarqué en un vuelo de 12 horas de Denver a Tokio. 
  • Mi mayor error fue reservar un vuelo que no se ajustaba a mi horario de sueño.  
  • Tuve jet lag durante días y ojalá hubiera reservado un vuelo nocturno para aclimatarme al horario en Japón.

Me subí a un tren rumbo al aeropuerto internacional de Denver con confianza. 

Era mi segundo vuelo de larga distancia en un año y estaba convencida de que por fin había dominado cómo viajar largas distancias cómodamente.

Llevaba conmigo mi almohada de viaje, mis AirPods estaban cargados y una bolsa llena de bocadillos estaba guardada de forma segura en mi mochila.

Pensé que tenía todo lo que necesitaba. Pero cometí un gran error, y no tuvo que ver con mi equipaje.

Para un viaje de 12 horas en avión a Japón, debería haber priorizado un vuelo basado en mi horario de sueño. 

Insider's author grabbed coffee before her morning flight.
Monica Humphries/Insider

Reservé un vuelo a Tokio por la tarde

En las semanas previas a mi viaje, busqué diferentes vuelos de ida y vuelta entre Denver y Tokio.

Al principio, pensé que lo ideal sería salir a mediodía. Era lo suficientemente tarde como para poder dormir sin necesidad de madrugar y dirigirme al aeropuerto sin prisas.

Además, aterrizaría en Tokio a las 14:40 del día siguiente. En ese momento, me pareció ideal; tendría una tarde para explorar la ciudad antes de descansar toda la noche para comenzar mi viaje a Japón.

Así que reservé el billete. 

Pensándolo bien, debería haber considerado vuelos que salieran más tarde

The interior of the plane's cabin with all the lights off.
Monica Humphries/Insider

No dormí en el avión, lo que me provocó un jet lag terrible al aterrizar

Estaba completamente despierta cuando salió mi vuelo. 

Descansé toda la noche, e incluso pude dormir hasta más tarde de las 6:30 de la mañana, cuando suele sonar mi despertador. 

Al principio esperaba que estar totalmente descansada sería todo un acierto, pero no fue así. 

Después del servicio de comidas, las luces de la cabina se atenuaron, la gente cogió sus antifaces y almohadas, y todos los viajeros a mi alrededor se fueron a dormir.

Yo, en cambio, estaba muy despierta. Leía, escuchaba música y veía películas. Intenté dormirme, pero no lo conseguí.

El resultado fue que estaba completamente agotada cuando aterricé. En Denver era medianoche, pero en Tokio solo eran las 3 de la tarde.

Había planeado pasar toda la tarde explorando la ciudad. Iba a comprar un billete de tren, registrarme en mi hotel cápsula, visitar un santuario cercano y cenar en un restaurante barato con estrellas Michelin

En lugar de eso, me subí a un tren y me quedé dormida. Las aventuras que tenía preparadas para el día no iban a ser agradables si estaba de mal humor y cansada.

Así que me registré en el hotel y decidí echar una cabezadita. Fue un error.

Sabra Abbott, profesora asociada de neurología en medicina del sueño de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, explicó anteriormente a Business Insider que los viajeros deben intentar seguir la zona horaria del nuevo destino y evitar a toda costa las siestas para prevenir el jet lag. 

Cómo evitar el 'jet lag' en los vuelos de larga distancia

"Duerme lo suficiente para poder aguantar el resto del día y acuéstate a la hora del nuevo reloj en lugar de seguir tu horario de casa", indicó Abbott. 

No hice caso y, después de la siesta, todo se convirtió en una pesadilla.

Durante los días siguientes, mi horario de sueño estuvo completamente alterado. Me acostaba sobre las 8 de la tarde y me despertaba sobre las 4 de la mañana.

Tardé 3 días enteros en adaptarme, pero esos días de mal sueño podrían haberse evitado. Pensándolo bien, debería haber reservado un vuelo que saliera más tarde. Así habría podido dormirme en el avión y estar lista para la aventura cuando aterrizara en Tokio.

Abbott parece estar de acuerdo. Si el vuelo es lo suficientemente largo como para poder descansar toda la noche, coger un vuelo nocturno puede ser una forma inteligente de minimizar los efectos del jet lag.

Así que, para futuros vuelos de larga distancia, optaré por un vuelo nocturno.

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