El precio del aluminio se dispara a su nivel más alto desde 2008: los expertos avisan que productos como televisores y electrodomésticos serán más caros

Lingotes de aluminio en un almacén del London Metal Exchange en Malasia. Reuters

REUTERS/Olivia Harris

El aluminio está absolutamente desatado en los mercados. Los precios del metal alcanzaron los precios más altos desde el 2008, superando los 3.100 dólares la tonelada (unos 2.700 euros). Una situación que invita a reflexionar sobre cuál puede ser la causa de esta escalada y en qué repercute a los consumidores.

El panorama es el que es.

El metal liviano utilizado en el embalaje y el transporte se ha disparado alrededor de un 14% este año después de haber ganado un 42% en 2021, ya que China, que produce más de la mitad del suministro mundial, restringió la producción para reducir la contaminación.

Las fundiciones chinas utilizan enormes cantidades de electricidad generada por centrales eléctricas de carbón.

“La fuerza impulsora detrás del repunte son los múltiples temores sobre la oferta, que están alimentando un estado de ánimo extremadamente alcista en el mercado”, apunta Julius Baer en un informe.

“En el período previo a los Juegos Olímpicos de Pekín, hubo una gran reducción en la producción de aluminio para mejorar la calidad del aire", asegura, en un informe al que ha tenido acceso Business Insider España, Nitesh Shah, analista de WisdomTree, que prevé que el aumento de la demanda va a impulsar los precios a largo plazo.

Robert Minter, director de Estrategia de Inversión en ETF de abrdn, cree que se producirá una transición energética, en la que el mundo se alejará rápidamente del consumo de hidrocarburos, que producen muchas emisiones de gases de efecto invernadero, a fuentes de energía renovables.

“Todos los materiales que apoyan a las energías renovables y las tecnologías que permiten su uso práctico, como las baterías, tendrán una mayor demanda”, apunta.

Shah ve múltiples fuentes de temores de suministro como la fuerza impulsora detrás del repunte renovado del aluminio, que van desde “los recortes de capacidad impulsados por el medio ambiente en China” hasta la “crisis energética de Europa y las posibles sanciones contra Rusia”.

Este último, a su juicio, tiene el potencial de “crear estragos en el mercado del aluminio y tal sanción sería muy desaconsejable”. Dichas sanciones darían como resultado “precios de aluminio mucho más altos”, aunque considera que el riesgo “ya se refleja en parte en el mercado”.

Para Julius Baer otra preocupación siguen siendo los altísimos precios de la energía en Europa, lo que ha llevado a algunos productores “a anunciar recortes de capacidad”.

“Además, Europa es un destino de exportación importante para el aluminio ruso y, a la luz de las crecientes tensiones en torno a Ucrania, el mercado del aluminio parece estar reflejando un riesgo creciente de sanciones”, asegura.

Cómo afecta la subida del aluminio a los productos cotidianos

Es por eso que muchos consumidores puedan estar preguntándose en qué afecta directamente a su bolsillo y qué productos pueden encarecerse como consecuencia de la escalada del aluminio en el mercado de las materias primas.

Uno de los primeros son los electrodomésticos. “Es irremediable que la escalada de los precios del aluminio impacta directamente sobre los costes de este tipo de productos, tanto de las marcas más reconocidas como de las blancas… Especialmente, los que tienen que ver con la cocina”, asegura a Business Insider España Alfredo Rodríguez, analista de mercados independiente.

“Eso sí, ante este panorama, que posiblemente no se pueda corregir en el corto plazo, pues China está actualizando plantas para contribuir al control del cambio climático y el tema de los fletes tampoco tiene rápida solución; la estrategia de las empresas es la de buscar que el impacto en el precio no afecte a los consumidores”, matiza.

Un reciente informe de Atlantic Capital, cifraba ya el aumento de los precios de los electrodomésticos del hogar entre un 3% y un 4% como consecuencia del repunte del precio del aluminio en los mercados.

“Efectivamente, hay un claro impacto que se nota en lavavajillas, neveras, pero también en televisores, que utilizan este metal”, reza la gestora.

Entidades de banca privada como Goldman Sachs, ya avisaban a este respecto que es probable que las firmas reduzcan sus márgenes de beneficio para evitar un encarecimiento del producto final de hasta un 30%: “para no recortar drásticamente sus ventas, es normal que las compañías busquen ganar algo menos, lo cual también se traduce en un enfriamiento para sus intereses en términos bursátiles”.

“Este escenario puede afectar el buen desempeño que llevan las empresas y también puede frenar la decisión de compra del cliente”, termina Rodríguez.

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