Rara vez reflexionas sobre el calzado que utilizas y lo de ir descalzo, seguro que lo dejas solo para esos días de playa, y ni siquiera en casa lo haces. Sin embargo, algunos momentos especiales, como la emoción de estrenar unas zapatillas deportivas nuevas, es cuando te hace prestar más atención a tus pies. 

Pero el naturalismo o ancestralismo está cada vez más en boga: comer o movernos como nuestros antepasados, incluido algo tan fundamental como los pies, que al fin y al cabo es la única parte de nuestro cuerpo en contacto con el terreno. Muchas personas optan por ir descalzos todo lo posible o
el barefoot, con beneficios pero también desventajas. 

El grounding 

Dentro de dejar libre el pie y estar descalzo lo más posible, hay un movimiento de moda llamado grounding (ground en inglés es suelo), que consiste en caminar descalzo por ahí, algo que te puede recordar al movimiento hippie, pero que está avalado por la ciencia. Se han demostrado mejoras en los marcadores de inflamación, respuesta inmune y cicatrización de heridas. 

Todo esto al margen de los evidentes beneficios anímicos de caminar descalzo por el campo o en la hierba de un parque o en una playa, y sentirlo bajo tus pies. Contacto directo con la naturaleza, que reduce el estrés oxidativo de las células y te proporciona relajación y paz interior. 

El calzado convencional y el barefoot

Durante décadas, has utilizado calzado convencional que, si bien puede parecer moderno y atractivo, a menudo sacrifica la comodidad y la salud de tus pies. Este calzado puede apretarte los dedos y limitar la libertad de movimiento, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud.

El calzado barefoot se ha convertido en una alternativa popular. Estas zapatillas, a menudo con las puntas más anchas, permiten que los dedos de los pies tengan espacio para moverse y promueven la libertad de movimiento natural. Además, el calzado barefoot suele tener un acolchado mínimo, lo que permite que los músculos de los pies y las piernas trabajen de manera más efectiva.

Beneficios del calzado barefoot

Uno de los beneficios más notables del calzado barefoot es la mejora en la flexibilidad y la fuerza de los pies. Después de años de usar calzado restrictivo, tus pies se vuelven rígidos. El calzado barefoot ayuda a que los músculos de los pies se fortalezcan y recuperen su flexibilidad natural.

Por otro lado, utilizar calzado barefoot puede reducir el estrés en las rodillas. Esto se debe a que promueve una forma de caminar más natural y mejora la movilidad del tobillo, lo que, a su vez, reduce la carga sobre las articulaciones de la rodilla.

Otras ventajas

El uso de calzado barefoot puede tener un impacto positivo en tu postura corporal. Al permitir que los pies se muevan de manera natural, también se mejora la postura general del cuerpo. Muchas personas reconocen una reducción de los dolores de espalda después de hacer la transición al calzado barefoot.

El calzado de este tipo también brinda una mayor propiocepción, lo que significa que puedes sentir mejor la posición y el movimiento de tus pies en el espacio. Esto aumenta la conciencia corporal y puede ayudar a prevenir lesiones al caminar o correr.

Una cuestión de física

Se apuntaba antes el hecho de que los pies son lo que nos une físicamente al terreno, a la Tierra. Caminar descalzo permite que los electrones libres cargados en el suelo se transfieran al cuerpo, lo que puede reducir el estrés oxidativo de las células y actuar como un "antioxidante eléctrico", según las investigaciones. 

Y, por último, está el nada desdeñable factor psicológico: muchas zapatillas barefoot están diseñadas con materiales sostenibles y tienen vidas útiles más largas en comparación con las zapatillas tradicionales producidas en masa.

No todo es bonito

Con la creciente popularidad del calzado barefoot, han surgido mitos sobre la forma correcta de caminar o la obsesión en algunos casos de que solo es válido caminar, correr o bailar descalzo. Es importante recordar que no existe una única forma correcta de caminar y que cada persona es diferente. No todos los problemas posturales se deben al calzado convencional.

Al margen de certezas, está también el factor práctico: algunas opciones de calzado barefoot, especialmente las de alta calidad y hechas a mano, pueden resultar costosas y poco accesibles a muchos bolsillos, aunque existen opciones más asequibles disponibles en el mercado.

Si vas a cambiar, hazlo gradual

Ya sabes tus opciones y te decides a probar, pero antes no olvides que cambiar al calzado barefoot requiere tiempo de adaptación. Tus pies necesitan acostumbrarse gradualmente a esta nueva forma de caminar. Saltar directamente a usar calzado barefoot sin adaptación adecuada puede aumentar el riesgo de lesiones.

Además, algunas personas encuentran necesario usar calcetines especiales con el calzado barefoot para evitar picores en los pies. Esto puede ser un gasto adicional.

No hace falta una revolución, sino una evolución

De todas formas, si no te convence esto y solo quieres ir más cómodo y natural, sin gastar dinero en calzado especial, es un avance importante para tus pies comprar calzado más ancho en la punta, donde los dedos estén libres y no apretados, y caminar descalzo siempre que puedas, en casa, en vacaciones, si vas a un parque... Basta con sentir la tierra bajo tus pies. 

Con estas rutinas simples lograrás mayor flexibilidad en tobillos y rodillas, además de ligereza y fortalecimiento de los músculos de piernas y pies. Mejorarás de paso la circulación de tus pies y una mejor posición de columna y espalda, yendo más erguido de manera natural.