El 40% de los propietarios tratará de cobrar un precio de alquiler más alto cuando se acabe el contrato del inquilino actual

Alquilar una vivienda en España se está convirtiendo en una misión imposible. El 51% de las ciudades españolas cerraron 2023 con el precio del alquiler de piso más alto de su historia. Y todo apunta a que va a ir a peor. Según la última encuesta de Fotocasa Research, el 40% de los propietarios tratarán de cobrar un precio más alto por el alquiler cuando se termine el contrato del inquilino actual.

En 2024, el incremento máximo anual del alquiler que se puede aplicar es del 3%. A partir de 2025, se introducirá un nuevo índice de referencia para la actualización anual, en sustitución del IPC, "que evite incrementos desproporcionados en la renta", apuntan desde el Gobierno de España. 

El 23% desea poner un precio del alquiler más alto

Según la encuesta, en la que han intervenido 1.600 personas, el 52% manifestó que no tomará ninguna medida, sino que esperará hasta que finalice la regulación. 

Un 23% contestó que establecerá un precio más alto cuando acabe el contrato, y otro 17% señaló que, al acabar el contrato, buscará inquilinos que puedan asumir un pago mayor. De ahí ese 40% de arrendadores que pretenden ganar más con el alquiler de la vivienda que tienen en propiedad.

El 9% afirmó que venderá el piso cuando finalice el contrato, el 7% que en el futuro se planteará más si comprar una vivienda como inversión, y el mismo porcentaje de cuestionados respondió que, una vez que finalice el contrato, destinará la vivienda a alquiler vacacional.

 Así actúan los propietarios, según su edad y lugar de residencia

"La mayoría de los propietarios esperarán a que el límite de actualización del contrato finalice. Sin embargo, un volumen significativo de arrendadores busca otras fórmulas para seguir obteniendo los rendimientos establecidos en su hoja de ruta, cuando de forma legislativa se limita la rentabilidad que obtienen al poner su vivienda en alquiler", señala María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.

Lamentablemente, agrega, "esta situación termina repercutiendo en el inquilino, o bien en forma de un aumento del precio de los alquileres o de menor oferta disponible en el mercado, lo que dificulta su acceso".  

La disminución de la idea de establecer un precio de alquiler más alto una vez finalice el contrato se hace más patente dentro del colectivo de 55-75 años. Así, los arrendadores de edades comprendidas en esta franja que se planteaban incrementar el precio eran en 2023 un 30%, mientras que 12 meses después únicamente constituyen el 21%.

Entre los colectivos de propietarios más jóvenes existe una doble tendencia: por un lado, y de manera tendencial, se observa un incremento en la predisposición a vender el piso una vez finalice el contrato entre los jóvenes de 25-34 años. 

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Por otro lado, y también de manera tendencial, se aprecia un aumento de actitud conservadora dentro del colectivo de arrendadores entre los 34 y los 45 años, entre los que disminuye su intención de tomar medidas en respuesta al límite del 3% a la subida del alquiler.

Por comunidades hay algunas diferencias relevantes, siendo los arrendadores de Madrid relativamente más propensos a vender el piso una vez finalice el contrato (10%). Los de Andalucía se inclinan más por plantearse la compra de vivienda como inversión (12%).