Si alguna vez has sentido que uno de tus padres no te trata bien —pero no es físicamente abusivo ni particularmente volátil—, puede ser difícil encontrarle sentido a tus sentimientos.

Pero los padres no tienen por qué ser violentos o completamente negligentes para ser emocionalmente inmaduros. 

La doctora Lindsay C. Gibson, psicóloga clínica y autora de un libro superventas sobre el tema, utiliza con moderación diagnósticos oficiales como narcisismo o trastorno límite de la personalidad, ya que "tienden a pintar la personalidad con una brocha gorda", explicaba anteriormente a Business Insider.

En su lugar, la experta se centra en algunos rasgos básicos que presentan los padres "emocionalmente inmaduros". Según ella, este tipo de padres pueden satisfacer las necesidades básicas de sus hijos, pero carecen de la capacidad de conectar realmente con ellos.

"Puede que sus hijos tengan ropa bonita y comida en abundancia", explica a Business Insider. "Pero por dentro, es probable que tengan una sensación de soledad emocional y un sentimiento de que las cosas no están del todo bien, y eso afecta su sentido de pertenencia".

Según Gibson, estas son las señales de que un padre, madre o cuidador principal es emocionalmente inmaduro.

Siempre se centran en ellos mismos

Según Gibson, uno de los signos más evidentes de inmadurez emocional es el egocentrismo y el ensimismamiento. Si estáis poniéndoos al día, puede que te haga una pregunta antes de volver a centrar la conversación en sí mismo. Puro ego.

Esta mentalidad influye en cómo te tratan en general. "Una persona emocionalmente madura será capaz de tener en cuenta automáticamente los derechos y sentimientos de los demás", puntualiza la psicóloga.

Si no puede hacerlo, es posible que te vea más como una extensión de sí misma que como una persona individual.

Nunca les interesa tu punto de vista

Otra gran tarjeta de visita de un padre emocionalmente inmaduro es la falta de empatía, según Gibson. Si no estáis de acuerdo en algo, cree que su punto de vista es siempre el correcto, yjamás te dará la razón.

"Cuando algo les hace sentir incómodos o su autoestima se ve amenazada, cambian su percepción de la realidad", dice Gibson. "Realmente no pueden asimilar los puntos de vista de otras personas, simplemente no cuadran".

Aquí es donde pueden aparecer comportamientos como el gaslighting, porque deformar tu versión de los hechos elimina cualquier amenaza sobre su perspectiva.

No se disculpan ni intentan hacerlo mejor la próxima vez

Como están centrados en sí mismos y no son receptivos a otras perspectivas, es poco probable que los padres emocionalmente inmaduros se disculpen o asuman la responsabilidad de sus acciones, afirma Gibson.

Mientras que muchas personas pueden ponerse tercas o a la defensiva en una pelea, los padres emocionalmente inmaduros nunca tienen ese momento de calma en el que reflexionan sobre sus errores, desaciertos o meteduras de pata.

Como no tienen curiosidad por encontrar un punto medio o ver en qué podrían mejorar su comunicación, es posible que te encuentres una y otra vez con el mismo tipo de desacuerdos, y andando con pies de plomo para evitarlos.

Son populares con los demás, pero distantes contigo

Mientras que los comportamientos anteriores pueden parecerte insufribles, los padres emocionalmente inmaduros pueden ser capaces de ocultarlos ante los demás.

"Pueden ser muy hábiles socialmente, parecer muy populares, y ser realmente buenos controlándose a sí mismos", dice Gibson. "Pero cuando se trata de ese tipo de cercanía emocional en la que te abres al otro, ahí es donde realmente retroceden".

Otro ejemplo es el padre "divertido", alguien que puede haber jugado mucho contigo de pequeño, pero que, por lo demás, es pasivo, según Gibson. En el momento en que empiezas a expresar tus sentimientos, se alejan, reforzando la idea de que tu vulnerabilidad es demasiado para ellos.

Solo se preocupan por ti en el aspecto práctico y material

Si tus padres te pagaron la matrícula de la universidad o te cuidaron mucho cuando estabas enfermo, es posible que te sientas ambivalente ante la etiqueta de "emocionalmente inmaduro". Tal vez te preguntes hasta qué punto pueden ser egoístas si han dedicado tanto tiempo y dinero en tu ciranza.

"Esos padres han hecho muchas cosas maravillosas por sus hijos", afirma Gibson. "Pero si te fijas, todas esas cosas tienen que ver con lo tangible".

Aunque Gibson reconoció que los beneficios materiales son importantes peldaños hacia el éxito, también subraya que "crecer es mucho más que tus necesidades físicas".

"Es crucial que se consiga el tipo de conexión emocional y empatía que los padres emocionalmente maduros pueden dar a sus hijos", finaliza.