El ingreso mínimo vital solo llega al 22% de los hogares en riesgo de pobreza y el 70% de las solicitudes son denegadas

Madre e hijo utilizando el ordenador

El ingreso mínimo vital (IMV) apenas llega a los hogares más vulnerables: solo el 22% de las familias en riesgo de pobreza reciben esta ayuda.

Un total de 284.000 hogares han tenido acceso al IMV desde que fue aprobado en junio de 2020, lo que supone un 40% de sus beneficiarios potenciales (alrededor de 700.000).

Si estuviese plenamente implementado, el ingreso mínimo vital complementaría los ingresos de 250.000 hogares que ya reciben rentas autonómicas.

Estos datos los ha publicado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que considera que el IMV "solo ha desplegado una parte de su potencial".

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A esto hay que añadir que 7 de cada 10 solicitudes son denegadas, mientras que 400.000 hogares que tienen derecho al ingreso mínimo vital ni siquiera lo han solicitado.

"La principal causa de denegación o inadmisión es el incumplimiento del criterio de renta, seguido de los requisitos de unidad de convivencia-empadronamiento", explica la Airef.

En el caso de que el IMV cubriese a gran parte de los hogares que lo necesitan, el presupuesto sería de 2.800 millones de euros, según el análisis de esta misma fuente.

Propuestas para que el IMV llegue a más hogares

La Airef no solo ha señalado los principales problemas del ingreso mínimo vital: también propone una serie de mejoras para que consiga ayudar a más hogares.

La primera de ellas es simplificar el proceso de solicitud, incluso hasta el punto de que pueda ofrecerse de oficio a los hogares que cumplan los requisitos.

"Para ello, sería necesario incrementar la interoperabilidad y el intercambio de información entre administraciones en torno a un repositorio común que contenga la información necesaria para su tramitación y que contemple en su diseño las necesidades para su posterior evaluación", advierte la Airef.

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Otra propuesta es la de reconsiderar los criterios de patrimonio para acceder al IMV. Es decir, que las exigencias en cuanto a nivel de renta sean algo más laxas, para que así se beneficie un mayor número de personas.

La Airef considera que uno de los principales problemas del ingreso mínimo vital es que muchos de sus potenciales beneficiarios no solicitan la ayuda.

Para paliar esta laguna, la mejora propuesta es la de invertir en publicidad institucional e investigar por qué dichos hogares descartan pedir el IMV.

Por último, la Airef cree que resulta esencial concretar los objetivos del ingreso mínimo vital y evaluar su cumplimiento de manera periódica.

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