Amazon deja de inyectar dinero a sus filiales logísticas en España: ¿qué ha pasado?

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Reuters

  • Este 2023, Amazon no ha invertido capital en la mejora de su logística en España, según datos a los que ha tenido acceso La Información
  • La multinacional de reparto lleva años moderando sus inversiones en España, aunque a principios de febrero presentó datos de facturación un 12% superiores a 2022. 

Amazon ha frenado en 2023 sus inversiones en los centros de logística para comercio electrónico que tiene en España: Amazon Spain Fullfillment y Amazon Road Transport Spain. La matriz del grupo en Europa no ha inyectado ningún capital en estas dos empresas para el desarrollo de su infraestructura, según datos a los que ha tenido acceso La Información

La decisión está en consonancia con las reducciones que se produjeron en años anteriores y la paralización de algunos proyectos que estaban planeados para España. Amazon aportó 600 millones de euros a sus filiales en 2021, y desde entonces ha descendido. En 2022 fueron 400 millones, y este año la inversión ha sido nula. 

En 2023, Amazon EU Sarl, la matriz del grupo en Europa, no inyectó capital en sus dos filiales españolas, según La Información. Amazon Spain Fullfilment es la encargada de la gestión de los grandes almacenes (recogida, empaquetado, gestión de pedidos), mientras que Amazon Road Transport Spain, con sede en Leganés, es la que transporta el producto hasta las direcciones de sus clientes. 

Este tipo de inversiones se han resentido en 2023 por la desaceleración del comercio electrónico después del crecimiento coyuntural que trajo la pandemia. Zalando, otra de las grandes empresas en el sector, anunció el febrero su intención despedir al 5% de su plantilla mundial (850 trabajadores) con la justificación de que "los vientos favorables de la pandemia se han desvanecido desde 2022 y el entorno macroeconómico se ha vuelto más desafiante". 

El entorno macroeconómico, es decir, la inflación, tampoco ha ayudado a la gente que gastar tanto como en años anteriores. Ebay anunció el despido de 500 personas y Shopify anunció entonces el recorte del 10% de su plantilla (unos 1.000 empleados). Amazon comunicó en marzo el despido de 9.000 trabajadores, que se sumarían al destino fatídico de otros 18.000 que ya habían sido despedidos. 

Los recortes no han sido solo de personal y se han extendido al área de logística. Las buenas cifras de la pandemia llevaron a estas empresas a contratar gente y encargar proyectos para ampliar volumen y prepararse para un aumento de la demanda que no se mantuvo en el tiempo. Uno de los lugares que donde más patente ha sido ese reajuste es precisamente Zaragoza, en una planta que se construyó y nunca se llegó a utilizar. 

A las afueras de la ciudad, Amazon invirtió 70 millones, según un artículo de El Mundo, en la construcción de una nave industrial y un terreno de 14 hectáreas que debía servir para absorber el aumento de la demanda. Se calcula que iba a dar trabajo a 1.500 trabajadores de la región. Las obras del complejo terminaron en otoño de 2022, pero su futuro estaba escrito mucho antes. La burbuja pinchó y nunca se llegó a abrir. 

Los últimos datos de la CNMC, sin embargo, apuntan a una recuperación creciente de las ventas a través del comercio electrónico. El segundo trimestre del 2023 registró un aumento del 12% en el volumen de negocio respecto al 2022, y se facturaron 20.492 millones de euros por las ventas de esta modalidad de venta. El aumento es menor que en el primer trimestre de 2023 (el incremento interanual con respecto a 2022 fue del 22,7%), pero la senda se perfila positiva de cara a los próximos años. 

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