Amazon ha pagado en 2021 y 2022 apenas 20 millones de euros por la tasa Google, el 0,3% de sus ingresos en España en el último año

Corrieron ríos de tinta. Desde que, hace 10 años, empezó a discutirse la tasa Google, fueron muchas y variadas las voces que se pronunciaron a favor y en contra de tratar de poner en marcha iniciativas que gravaran más a las grandes tecnológicas.

En vigor finalmente en España desde enero de 2021, el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, nombre oficial de la tasa, pretendía poner un impuesto fundamentalmente sobre todo aquello que consideraba que suponía una transmisión de datos en un mundo cada vez más digital y globalizado.

Mariangela Marseglia, responsable de Amazon en España e Italia, no dudó en mostrar sus reservas en Business Insider España.

"El mercado no es solo un país. El comercio, por definición, es global. Así que necesitamos normas globales. Es lo que pienso. Si un gobierno hace algo solo, de manera aislada, creará un terreno de juego desigual", decía entonces la directiva de Amazon.

La responsable de Amazon sí se mostró partidaria, en cambio, de una tasa global.

"Estamos absolutamente a favor de una solución compartida y dirigida por la OCDE, que, además, está en curso. Así que la OCDE está trabajando en una solución global a este impuesto digital, y nosotros apoyamos esa solución".

A favor o en contra, lo cierto es que la tasa Google, por el momento, no ha resultado especialmente onerosa para la empresa. 

Tal y como ha avanzado este jueves La Información, el pago de la tasa durante los ejercicios de 2021 y 2022 apenas le ha supuesto al gigante del comercio electrónico el desembolso de 20 millones de euros.

A esto, dice este medio, hay que sumar lo generado a través de la intermediación en su marketplace para otros vendedores, una cifra que no se ha hecho pública. Tampoco han hecho público cuánto les ha supuesto el impuesto otros gigantes tecnológicos como Microsoft y Google.

De esta manera, por ahora la única empresa que desglosa el pago del impuesto en su cuenta de resultados es Amazon Online Spain, la filial de la empresa la publicidad en internet.

La cifra representa apenas el 0,3% de los ingresos totales declarados por Amazon en España solo durante 2022, cuando la empresa registró en el país ventas por valor de 6.400 millones de euros, un 7% más que el año anterior, tal y como recoge El País.

A pesar de estos importantes resultados, Amazon nunca encajó de buen grado la entrada en vigor del impuesto. 

Apenas unos días después de su puesta en marcha, empezaron a llegar reportes de empresas a las que la multinacional, que a nivel mundial cerró el último trimestre del año pasado con beneficios de 9.800 millones de euros, había subido las comisiones para hacer frente al pago de la tasa.

En concreto, explicaban las compañías, en productos valorados en 100 euros a los que se estaban aplicando tasas del 15% en comisiones, lo que suponía el pago de 15 euros para Amazon, ahora había que pagar 15,45.

Por otra parte, la tasa Google, tal y como está planteada, se ha quedado lejos de las previsiones del Gobierno, que esperaba recaudar con ella cerca de 1.000 millones de euros al año. 

En vez de eso, el impuesto recaudó menos de 170 millones de euros en su primer año de aplicación, 2021, y menos de 300 millones de euros en 2022. Para el ejercicio de 2023, el Gobierno prevé quedarse de nuevo por debajo del umbral de los 300 millones de euros de recaudación.

Esto, en un contexto en el que la tasa Google, tal y como está concebida hoy, tiene próxima su fecha de caducidad después de que la OCDE alcanzara hace años un acuerdo para la entrada en vigor a nivel global de un nuevo impuesto a las grandes tecnológicas.

El pacto de los más de 130 países que han rubricado el acuerdo supone gravar con un impuesto de sociedades de al menos el 15% a las grandes tecnológicas.