Apple se sube al tren de la inflación: los iPhone 14 son más caros fuera de EEUU pese a que carecen de accesorios y se parecen más a sus rivales

iPhone 14 Pro.
iPhone 14 Pro.

Apple

Apple ha presentado este miércoles en su evento Far Out su nueva generación de móviles, los iPhone 14, con nuevas características que llegan a sus 4 modelos y con las que busca seguir siendo la referencia en el mercado de los smartphones, como las comunicaciones por satélite.

Más allá de las especificaciones, hay algo que sorprende especialmente en la familia iPhone: la estrategia comercial de Apple, que ha subido el precio de todos los modelos alrededor de 100 euros o incluso más, pero solo en sus versiones internacionales, y no en Estados Unidos, donde se mantienen.

En un contexto de inflación como el actual puede que una subida de precios no sea especialmente noticiable, pero la realidad es que puede ser determinante en un producto que actualmente le supone más de la mitad de los ingresos a la compañía más valiosa del mundo.

Esta es la subida de precio de todos los modelos de iPhone:

iPhone 14 Pro características

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  • iPhone 13 vs. iPhone 14: de 909 a 1.009 euros (+100 euros).
  • iPhone 14 Plus: 1.159 euros (modelo nuevo).
  • iPhone 13 Pro vs. iPhone 14 Pro: de 1.159 a 1.319 euros (+160 euros).
  • iPhone 13 Pro Max vs. iPhone 14 Pro Max: de 1.259 a 1.419 euros (+160 euros).

El encarecimiento de los iPhone 14 supone un cambio de estrategia notable de Apple, que había mantenido los costes de sus móviles en los últimos 3 años, desde el lanzamiento del iPhone 11 en 2019, y no hacía cambios sustanciales desde el iPhone X de 2017.

Los precios del iPhone habían resistido a situaciones nunca vistas en la cadena de suministro tecnológica como la pandemia de COVID-19, la escasez global de procesadores o la crisis de logística, pero la inflación y la subida del precio de la energía que está marcando el contexto macroeconómico global han hecho que Apple cambie de postura... Al menos, en el mercado internacional.

Estados Unidos, país de origen de la marca, solía tener precios más bajos que el resto al no estar sujetos a impuestos de exportación, pero en este caso la diferencia va más allá. En el país norteamericano, los precios de todos los modelos se mantienen respecto al año pasado: 799 dólares para el iPhone 14, 999 dólares para el iPhone 14 Pro y 1.099 dólares para el iPhone 14 Pro Max.

Lo cual puede dar a entender que, más que con la inflación, la estrategia de precios alcista de los de Cupertino en Europa se relaciona más bien con la caída de valor del euro frente al dólar.

Se vende sin accesorios: ni adaptador de carga ni auriculares

Adaptadores USB-C a Lightning reales en una tienda de Apple.
Adaptadores USB-C a Lightning reales en una tienda de Apple.

REUTERS/John Gress

La subida de precio de los iPhone en los últimos años es una tendencia que contrasta con otra: las cajas de los iPhone vienen cada vez más vacías en cuanto a accesorios.

Anteriormente, los usuarios que compraban un smartphone de la marca de la manzana recibían siempre un adaptador de corriente para el cargador, unos auriculares con cable (generalmente de color blanco) y una funda de silicona básica para proteger el móvil de golpes y caídas.

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A día de hoy, lo único que se incluye en la caja es el cable de carga, de puerto USB a Lighting (el propio de Apple con el que se cargan los iPhone), pero no el adaptador a la corriente, retirado de las cajas en 2020 junto a los auriculares. 

La explicación que dio Apple entonces es que buscaba reducir el impacto medioambiental al minimizar el tamaño de los paquetes y combatir la acumulación de residuos electrónicos altamente contaminantes. Lo cierto es que, además, ha ganado 6.000 millones de euros por ello en menos de 2 años.

No obstante, algunos países han tomado medidas contra Apple por vender sus smartphones sin elementos que consideran necesarios para su funcionamiento y por ejemplo los iPhone franceses se venden con auriculares por mandato del país vecino.

Su precio se ha disparado desde 2007 a la actualidad incluso por encima del nivel de vida y los salarios

iPhone 14
iPhone 14

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Desde que el desaparecido Steve Jobs lanzó al mercado el primer iPhone en 2007 (a España no llegó hasta el 2008 con el iPhone 3G), su precio no ha hecho sino subir.

De los 199 euros que valía el iPhone 3G en España, el precio del buque insignia de entrada actual se ha incrementado hasta los 1.009 euros este año 2022, con el modelo básico del iPhone 14 estándar.

Como analizó Business Insider España coincidiendo con el 15 aniversario del lanzamiento del iPhone original, los móviles de Apple superan en su configuración más potente el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) desde el iPhone 4S de 64 GB en 2011.

En esta ocasión, el iPhone 14 Pro Max en su configuración más alta (con 1 TB de almacenamiento) tiene un precio en España de 2.119 euros, lo que más que duplica el salario mínimo mensual, de 1.000 euros.

Según un índice reciente calculado por Picodi, los usuarios españoles tenían que trabajar una media de 16,2 días laborales en 2021 para comprar un iPhone 13 Pro en su configuración básica (1.159 euros). Para este cálculo se utiliza el salario medio por persona.

Los países donde más días hay que trabajar para comprarse un iPhone Pro nuevo son Turquía y Filipinas, con 92,5 y 90,5 jornadas laborales necesarias, respectivamente. Por contra, los suizos y los estadounidenses son los que menos tiene que trabajar para hacerse con uno de estos smartphones: 4,4 y 5,9 días, respectivamente.

Además, los índices que miden cuánto ha subido el precio de los móviles de Apple respecto al coste de la vida en cada país también indican que el dispositivo se ha encarecido de forma notable con el tiempo.

Los datos de Self comparan el precio del modelo base del iPhone estándar de cada año con el precio que cuesta una cesta de productos básicos en cada país. Su conclusión es que, en 2021, el iPhone era un 23% más caro que cuando se lanzó originalmente en España.

Cada vez más parecido a sus rivales tras la desaparición del 'notch' y del modelo Mini

iPhone 14 Pro

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El encarecimiento del iPhone tiene lugar en paralelo a otra tendencia que la familia iPhone 14 ha confirmado: la estandarización en el diseño de los móviles de gama alta, que se parecen entre ellos cada vez más con el paso del tiempo.

En un mercado en que todos los móviles tienen pantallas de más de 6 pulgadas, Apple ha decidido retirar el modelo de iPhone mini, que mantenía las características de gama alta pero con una pantalla de 5,4 pulgadas para que el formato fuera más compacto. 

En su lugar, el modelo básico que debuta, iPhone 14 Plus, tiene una pantalla de 6,7 pulgadas idéntica a la del iPhone 14 Pro Max, mientras que los modelos más pequeños pasan a ser el iPhone 14 y el iPhone 14 Pro, ambos con un panel de 6,1 pulgadas.

Esta tendencia hace al iPhone más parecido al resto de móviles de gama alta Android: Samsung Galaxy S22 Ultra (6,8 pulgadas), Xiaomi 12 Pro (6,73 pulgadas), OPPO Find X5 Pro (6,7 pulgadas), vivo X80 Pro (6,78 pulgadas), Huawei P50 Pro (6,6 pulgadas), Honor Magic 4 Pro (6,81 pulgadas) y realme GT 2 Pro (6,7 pulgadas) son algunos ejemplos en los que las diferencias son milimétricas.

También se parece cada vez más al resto en otro aspecto como es la cámara delantera. El iPhone X, en 2017, fue el primero en añadir un elemento conocido como notch, que aloja la cámara delantera y el sistema de reconocimiento facial Face ID en una muesca en la pantalla unida al borde.

Los iPhone han mantenido el notch hasta la actualidad, frente al resto de fabricantes, que han optado unánimemente por cámaras perforadas en la pantalla, que se diferencian en que se encuentran en pequeños agujeros y que están completamente rodeadas por el panel.

Incluso en este aspecto ha empezado a abandonar Apple las diferencias de diseño, ya que tras años de rumores se ha decidido al fin a apostar por una cámara selfi perforada en los iPhone 14 Pro y Pro Max, situada en la parte superior central de la pantalla.

Con una forma muy similar a las cámara perforadas duales, aunque con una sola lente de imagen, solo se distingue en que es más alargada para alojar los sensores de Face ID.

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