Los astronautas de la Crew-7 están en la Estación Espacial Internacional: así estudiarán los efectos de los viajes espaciales en el cuerpo humano

Cada cierto tiempo se produce un cambio de tripulación en la Estación Espacial Internacional. Esta semana ha llegado el nuevo equipo de astronautas de la Crew-7, formado por Jasmin Moghbeli (NASA), Andreas Mogensen (ESA), Satoshi Furukawa (JAXA) y Konstantin Borisov (Roscosmos), cuya estancia durará seis meses.

Durante ese periodo van a realizar una serie de investigaciones, incluidos varios experimentos para comprobar el efecto de los vuelos espaciales en el cuerpo humano, información que podría ser crucial para futuras misiones tripuladas. Varios estudios tienen como objetivo recabar información sobre cómo los vuelos espaciales alteran el cuerpo según la duración.

Entre los experimentos se incluye un nuevo programa, CIPHER, que pretende coger información de hasta 30 astronautas que pasen por la Estación Espacial Internacional. Se recopilarán datos de estos mismos participantes antes de su lanzamiento, durante su estancia en la estación y una vez regresen a la Tierra.

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"Gran parte de esto supone comprender el impacto de la duración en el cuerpo en su conjunto", ha dicho Kristin Fabre, científica adjunta del Programa de Investigación Humana de la NASA, a The Verge. "En realidad, esa es una gran brecha de conocimiento para nosotros".

Los astronautas que deben permanecer en la estación suelen estar seis meses; sin embargo, algunos han llegado a quedarse un año. Aún así es poco tiempo en comparación con la temporada que los astronautas podrían pasar en el espacio en misiones más largas. Es por ello que se necesita información sobre los efectos que tiene el espacio para el cuerpo.

Entre los experimentos que se van a llevar a cabo están la toma de datos sobre la fuerza ósea, la salud ocular, el sistema cardiovascular, la atrofia muscular y los sistemas sensoriomotores. Se ha demostrado que todos ellos se ven afectados por el tiempo en el espacio.

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La Estación Espacial Internacional es el escenario perfecto para llevar a cabo este tipo de pruebas debido a su entorno de microgravedad. Y es que se trata de uno de los factores a los que se tendrán que enfrentar los astronautas de futuras misiones (ya puestas en el punto de mira de las agencias).

"Pensamos en la Estación Espacial Internacional o en la órbita terrestre baja como un análogo o un entorno fantástico para estudiar la microgravedad en particular", ha comentado Fabre. "En el caso de CIPHER, intentamos abordar un peligro muy específico para el tipo de investigación que realizamos".

Algunos efectos que pueden tener las misiones espaciales de larga duración pueden deducirse a través de simulaciones realizadas en la Tierra, llamadas análogas terrestres, pero otros factores en la exploración espacial necesitan de otros elementos muy característicos.