Por qué cada vez más emprendedores consideran "debilitante" el capital riesgo y recurren al 'bootstrapping' para levantar sus startups

Samantha Stokes
| Traducido por: 
Bootstraping

Marianne Ayala/Business Insider

  • Tras el enfriamiento de la financiación en 2022 y 2023, cada vez son más los fundadores que recurren al bootstrapping.
  • Esta fórmula permite a los emprendedores mantener un mayor control sobre sus empresas en comparación con la financiación de capital riesgo.

Jon Nordmark no es precisamente ajeno al capital riesgo: su startup de la era puntocom, eBags, recaudó 35 millones de dólares de sociedades de capital riesgo antes de que Samsonite la adquiriera por 105 millones de dólares en 2017.

Pero cuando se trata de su startup actual, una plataforma de IA para empresas llamada Iterate, Nordmark está firmemente en contra de depender de financiación externa.

"Cuando estás respaldado por una empresa de capital riesgo, tienes inversores con asientos en el consejo cuyo papel debería ser influir algo en la empresa, pero a veces uno siente que son algo más que eso", cuenta a Business Insider. "Opinan sobre lo que quieren o no quieren que hagas. Es debilitante, según mi experiencia".

Nordmark forma parte de un creciente grupo de emprendedores que están optando por el bootstrapping, una práctica consiste en hacer crecer las startups sin depender de la financiación externa de los inversores.

No acceder a capital riesgo se consideraba hace un tiempo una señal de que un proyecto estaba condenado al fracaso, pero ahora el sector tecnológico se está aficionando a la autofinanciación como forma de escapar a la presión de los inversores, ávidos de rendimientos exponenciales.

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El apetito por el bootstrapping se debe en parte a la situación actual del mercado, en la que el enfriamiento de la financiación del capital riesgo en casi todos los sectores (excepto el de la inteligencia artificial) significa para las startups luchar por sobrevivir o, directamente, cerrar. 

Después de un 2021 de récord, la financiación de capital riesgo se contrajo en 2022, y sigue siendo baja este año, dejando pocas opciones para las startups que se acercan al final de su recorrido.

Seis fundadores de startups entrevistados por Business Insider afirman también que, en algunos casos, rechazan activamente oportunidades de financiación para mantener el máximo control de sus planes de negocio. El hecho de no contar con inversores en el consejo también ha ayudado a los emprendedores a mover sus startups con rapidez para encontrar una mejor adecuación producto-mercado, razón de más para mantenerse lejos de las rondas de financiación.

Nordmark afirma que habla con varias "empresas de capital riesgo de gran crecimiento" a la semana y que mantiene incluso vínculos de sus días en eBags con empresas de capital riesgo de primera fila como Benchmark, que invirtió en varias de las rondas de financiación de su empresa de comercio electrónico hace dos décadas.

Pero estas buenas conexiones no bastan para convencerle.

"No es algo que nos entusiasme y no es el objetivo final", afirma. "Cuando coges el dinero, el listón se pone muy alto. Queremos que la presión sea nuestra, no que sea artificial".

El bootstrapping no es un fenómeno nuevo: a lo largo de la historia, muchas empresas en fase inicial han tenido que buscar dinero en efectivo para empezar a funcionar antes de acudir a los inversores en busca de financiación inicial o de serie A, incluidos los gigantes tecnológicos Meta, Apple y Oracle.

Es famoso el caso de MailChimp, que se mantuvo sin ayuda hasta su adquisición por Intuit.

Los fundadores que han evitado la financiación de capital riesgo dicen que el bootstrapping les permite avanzar y crecer a su propio ritmo

"Te conviertes en emprendedor para no tener que andar pidiendo permiso para hacer las cosas", dice Brooke LeBlanc, fundador de la startup Edge. "Si para actuar te toca esperar a que los inversores vuelvan de vacaciones o a que la economía se recupere, o a lo que sea, no estás haciendo tu trabajo, que es avanzar sea cual sea el contexto".

La doctora Bobbi Wegner, psicóloga clínica que dejó su consulta para crear la startup de talleres de grupo y psicología Groops, comenta que estaba tratando de recaudar fondos a principios de este año, pero detuvo sus esfuerzos cuando SVB se desplomó. Incluso terminó rechazando un puesto en el prestigioso programa acelerador Techstars Boston.

En retrospectiva, eludir la inversión externa permitió a su equipo dar una vuelta de tuerca a Groops, que antes era un modelo directo al consumidor, para centrarse en las empresas.

"No tener capital externo nos dio esta oportunidad de mantener la autenticidad, la integridad y la capacidad conectar con lo que estábamos viendo. También pudimos enfrentarnos a voces externas que, con el tiempo, se demostró que se equivocaban. Eso sienta muy bien".

Para algunas startups, es justo al revés: después de recibir dinero de capital riesgo al principio, algunos emprendedores dicen que tienen la esperanza de no tener que recurrir a una gran empresa para obtener dinero de nuevo.

"Nuestra ronda más reciente fue una Serie D, pero eso es todo", cuenta a Business Insider Jager McConnell, CEO de Crunchbase. "De aquí en adelante, no vamos a recaudar de nuevo porque somos sostenibles, lo cual es necesario para hacer que un negocio sea exitoso. Podemos seguir creciendo sin necesidad de financiación del capital riesgo".

Esto, en un contexto en el que, con todo, los emprendedores siguen recibiendo importantes cheques fondos de inversión que llevan en el momento oportiuno. SimpleClosure, que utiliza la IA y la tecnología jurídica para ayudar a las startups que fracasan a cerrar correctamente, acaba de recaudar 1,5 millones de dólares en financiación presemilla.

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Su fundador, Dori Yona, planeaba arrancar con otra según explica a Business Insider, pero acabó recaudando una ronda después de que se pusieran en contacto con él varias empresas de capital riesgo para que pudiera escalar lo suficientemente rápido como para hacer frente a la inminente "extinción masiva de startups".

Después del frenesí de recaudación de fondos de 2021, el ecosistema tiene la oportunidad de volver a recordar que el capital de riesgo no es para todos, comenta Jason Burke, quien arrancó su startup AllStage con la idea de traer más colaboración a la inversión y recaudación de fondos en etapa temprana.

"Todos los titulares hablan de la empresa X que recaudó millones, pero hay otras 99 empresas que no lo hicieron", recuerda a Business Insider. Y aunque el bootstrapping puede no ser adecuado para todo el mundo, pues Burke recuerda que el método puede ser solo especialmente favorable para quienes cuentan ya con una buena cantidad de dinero de inicio, es una estrategia más viable que nunca.

"Es menos caro crear una empresa de software en 2023 que en 2003 gracias a las herramientas y el software en la nube, que agilizan y facilitan las cosas", afirma. "El bootstrapping debería ocurrir más a menudo".

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