España crecerá dos décimas más de lo esperado en 2023 y menos en 2024, según Bruselas, que espera una "modesta recuperación" en la UE

El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Reuters

  • Bruselas ha compartido este miércoles 15 sus previsiones macroeconómicas: España crecería dos décimas más de lo esperado en 2023 (2,4%), pero dos menos en 2024 (1,7%).
  • Para la Unión Europea, después de un "año desafiante", se puede esperar una "modesta recuperación" del crecimiento en 2024, según la Comisión Europea, que reconoce la incertidumbre por la guerra en Oriente Medio.

La economía española sigue creciendo más de lo esperado en 2023 y por encima de la media europea, pero pisará algo el freno en 2024; será entonces cuando, después de un "año complicado", la Unión Europea al fin experimente una "modesta recuperación".

Son algunos de los puntos clave que se pueden entresacar de las previsiones macroeconómicas que ha compartido la Comisión Europea este miércoles 15, con las que modifica varias de las predicciones lanzadas en septiembre.

España, para quien entonces anunció un crecimiento mayor del esperado este año (del 1,9% al 2,2%), continúa su inercia positiva hasta llegar al 2,4% en 2023

Sin embargo, los datos preliminares del tercer trimestre apuntan a una "ligera desaceleración" (0,3% intertrimestral), después de una expansión en los dos primeros trimestres (del 0,6% y del 0,4%) y "en consonancia con la desaceleración del crecimiento prevista en el segundo semestre del año".

"Esto se debe a la lenta dinámica de la demanda externa debido al debilitamiento del impulso del sector turístico y a la debilidad de la situación económica de los principales socios comerciales de España", analiza Bruselas.

"En el frente interno, la desaceleración esperada de la actividad inmobiliaria en medio del entorno de altas tasas de interés afectará negativamente al crecimiento de la inversión. Además, se prevé que la moderación del crecimiento del empleo limite el dinamismo del consumo hacia finales de año, a pesar de algunas ganancias reales de los hogares", añade.

Tras este "fuerte crecimiento" del PIB real en 2023 —muy por encima de la eurozona y de la UE, en el 0,6%—, la actividad económica española caería hasta el 1,7% en 2024, lo que supone dos décimas menos de lo esperado en el verano, que a su vez ya era una décima menor que la previsión anterior.

 

"Se prevé que la demanda interna sea el motor clave del crecimiento en 2024, respaldada por el aumento de la renta real de los hogares y la continua relajación de las presiones sobre los precios", indica la Comisión Europea.

Tras ese 1,7% llegaría una ligera aceleración hasta el 2,0% en 2025, "cuando el impacto del componente de préstamos del MRR [Mecanismo de Recuperación y Resiliencia] recientemente aprobado proporcionaría un mayor estímulo al gasto que mejora el crecimiento".

"Los riesgos a la baja están relacionados con el impacto prolongado sobre la demanda del endurecimiento de las condiciones financieras, especialmente a la luz del elevado nivel, aunque en descenso, de la deuda externa, pública y privada. Por otro lado, el aumento del poder adquisitivo de los hogares, así como la sana situación financiera de los hogares y las sociedades no financieras gracias al menor apalancamiento y la liquidez acumulada en los últimos años, podrían mitigar los vientos en contra del consumo y la inversión", complementa el órgano comunitario.

En cuanto al resto de principales indicadores, apunta a una desaceleración gradual de la inflación, que se reduciría al 3,6% en 2023 —"impulsada por la continua moderación del componente energético"— para seguir cayendo en 2024 (3,4%) y 2025 (2,1%, ya rozando el objetivo del Banco Central Europeo).

Además, la tasa de desempleo disminuiría hasta el 12,1% en 2023 y seguiría mejorando en 2024 (11,6%) y 2025 (11,1%), mientras que la ratio deuda/PIB continuaría su "trayectoria decreciente" en 2023, bajando hasta el 107,5 % y luego estabilizándose en el 106,5% en los dos siguientes años.

La esperanza de una "modesta recuperación" europea

Lo destaca Bruselas en el titular de su comunicado y coinciden casi con palabras idénticas Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo para una Economía al Servicio de las Personas, y Paolo Gentiloni, comisario de Economía de la comisión: ha sido "un año desafiante" para la economía de la UE —por factores como el impacto de la invasión rusa en Ucrania, los altos precios, la débil demanda y el ajuste monetario—, pero se puede esperar una "modesta recuperación" del crecimiento en 2024.

El comportamiento del mercado laboral y de la inflación, así como el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, jugarán un papel importante para ello, y se prevé que la deuda y los déficits públicos sigan disminuyendo, "aunque de forma más gradual", pero aún hay incertidumbre, ante sucesos como la guerra entre Israel y Hamás, apuntan ambos.

"El conflicto que se desarrolla en Medio Oriente ha tenido hasta ahora un impacto económico limitado fuera de la región, pero las intensas tensiones geopolíticas han aumentado aún más la incertidumbre y los riesgos que nublan las perspectivas", explica Gentiloni.

En el terreno de los números, el crecimiento de la eurozona seguirá la tendencia decreciente tanto en 2023 (0,6%, después de la rebaja del 1,1% al 0,8% en septiembre) como en 2024 (cae una décima, hasta el 1,2%), para seguir con un 1,6% en 2025.

Para la UE, el crecimiento esperado es de un 0,6% este año, para luego crecer al 1,3% en 2024 y al 1,7% en 2025, "cuando la inflación y el lastre del ajuste monetario disminuyan".

En efecto, la inflación mantendrá su tendencia a la baja en la UE (6,5% en 2023, 3,5% en 2024 y 2,4% en 2025) y en la eurozona (5,6%, 3,2% y 2,2%, respectivamente), mientras que se espera que el mercado laboral sigue resistiendo: la tasa de desempleo será del 6,0% en 2023 y 2024 y del 5,9% en 2025 para la UE y del 6,5% (2023-2024) y 6,3% (2025) para los países del euro.

En cuanto a los déficits públicos, "se espera que la eliminación gradual de las medidas temporales relacionadas con la pandemia, una reducción de los subsidios a la inversión privada y un menor impacto presupuestario neto de las medidas relacionadas con la energía compensen la presión sobre los saldos fiscales derivada de un entorno económico menos favorable y un mayor gasto en intereses", señala Bruselas.

Así, disminuirá ligeramente en 2023, hasta el 3,2% del PIB, y seguirá bajando hasta el 2,8% en 2024 y el 2,7% en 2025, teniendo como impulsor a "la considerable reducción de las medidas relacionadas con la energía el próximo año y su eliminación gradual en 2025", de acuerdo con sus previsiones.

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