Más problemas para Nvidia en la compra de ARM: Bruselas prepara una investigación sobre su efecto sobre la competencia, después de la del Reino Unido

Hace prácticamente un año que el fabricante estadounidense de tarjetas gráficas Nvidia anunció el acuerdo para la compra de la empresa británica ARM, responsable de los chips que utilizan buena parte de los teléfonos inteligentes y tabletas, por un importe de unos 34.000 millones de euros. Sin embargo, la operación no hace más que acumular complicaciones.

El temor del impacto que pueda provocar esta compra a la competencia entre compañías tecnológicas provocó que el Reino Unido iniciara una investigación cuyos resultados se conocieron este mes de agosto: la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA, por sus siglas en inglés) británica consideró que la fusión de ambas empresas podría "dañar la competitividad" de los rivales de Nvidia al restringir el acceso a los productos de ARM.

"La CMA está preocupada por que esta pérdida de competencia pueda afectar a la innovación en varios mercados, incluyendo los de centros de datos, videojuegos, internet de las cosas o coches autónomos. Esto podría provocar productos más caros o de menor calidad para las empresas y los particulares", aseguró la autoridad británica en un comunicado.

Nvidia pone 34.000 millones de euros sobre la mesa para comprar ARM, el diseñador de la mayoría de los chips de móviles y tablets que usas

Al escepticismo británico se unirá próximamente Bruselas, ya que la Unión Europea está ultimando una investigación formal sobre la operación, que comenzará una vez Nvidia notifique formalmente a la Comisión Europea su plan de comprar ARM, algo que se espera para la semana del 6 de septiembre, según adelanta el Financial Times citando fuentes cercanas al asunto.

El rotativo británico asegura que Nvidia lleva meses teniendo encuentros informales con los funcionarios comunitarios y la compañía públicamente ha asegurado que está dispuesta a explicar los beneficios de la operación a la Comisión Europea, pero para la CMA británica las contrapartidas ofrecidas por la compañía no han sido suficientes.

Una operación que suma a dos empresas clave en el sector tecnológico

La compra de ARM, actualmente propiedad del conglomerado de telecomunicaciones japonés Softbank que se mantendrá presente en el accionariado de la empresa británica con menos del 10% de los títulos, es una de las operaciones más importantes del sector de la tecnología y de los fabricantes de microprocesadores.

ARM es la responsable de una arquitectura de procesadores que se ha impuesto en dispositivos móviles por ofrecer un procesamiento simplificado, que consume menos energía y genera menos calentamiento que los tradicionales sistemas de Intel y AMD, dominadores en los ordenadores de escritorio.

Los principales fabricantes de procesadores para móviles, como Qualcomm, Samsung y Apple para sus iPhone utiliza esta arquitectura. La compañía de la manzana ha ido más allá, tras romper con Intel y crear sus propios procesadores para sus MacBook con arquitectura ARM.El nuevo chip, llamado M1, fue presentado en noviembre de 2020.

Las acciones de Nvidia se disparan más de un 80% en el último año, pero los expertos anticipan más subidas por su apuesta por la inteligencia artificial

Esto provoca que sea una compañía tan golosa para Nvidia, uno de los líderes mundiales en el sector de las tarjetas gráficas al que su apuesta por la inteligencia artificial le está llevando a una importante revalorización en bolsa, al calor de su facturación, que creció un 84% interanual en su último trimestre fiscal hasta los 5.660 millones de dólares de facturación.

La escasez global de semiconductores no hace sino incrementar la demanda de los productos de la compañía estadounidense, que con la compra de ARM daría un golpe sobre la mesa. Está por ver si consigue convencer a los reguladores de que sus intenciones están en consonancia con la defensa de la competencia en los mercados.