Cebollino: beneficios y trucos para aprovechar esta hierba aromática 'gourmet'

Su sabor es similar al de la cebolla, aunque más suave y elegante. Hablamos del cebollino (Allium schoenoprasum). Como el ajo, y la cebolla, también pertenece a la familia de las aliáceas.

Lo primero que debes saber es que su bulbo no tiene uso alimentario y es más pequeño que el de la cebolleta o cebolla china. Su parte más preciada son las hojas picadas: sus tallos finos y huecos se han colado en múltiples gastronomías como hierba aromática. ¿De dónde vino? Procede originariamente de los Extremos del Norte, las tierras que hoy forman parte de Canadá y Siberia.

"Se come normalmente crudo y es un excelente aditivo a una ensalada, a una sopa, una tortilla o cortado y espolvoreado encima de un pescado o un ave al horno", explican desde la enciclopedia de Cocinista.

Tiene un uso especialmente destacado en los platos franceses como los guisos y la vichyssoise, la crema gala elaborada con puerro, patata, caldo y nata. El cebollino también aromatiza mantequillas, aceites y vinagres, y es posible cultivarlo en casa.

Beneficios para la salud del cebollino

Una cucharada de cebollino te aporta el 3% del valor diario recomendado de vitamina A y el 3% del valor diario recomendado de vitamina C. Otros nutrientes, como la colina y el folato, están presentes en cantidades menores. 

Según WebMD, y aunque las cantidades consumidas son pequeñas, el cebollino aporta numerosos beneficios para la salud. Estos son algunos de los más relevantes:

• Previene el cáncer: Varios estudios apuntan a que la familia de los alliums tiene compuestos anticancerígenos muy valiosos, incluido el azufre, que impiden que las células cancerosas se expandan por el organismo.
• Previene la osteoporosis: El cebollino también previene la vitamina K, un nutriente esencial para la densidad ósea. También es un componente bueno para evitar el deterioro cognitivo.
• Mejora la memoria: La colina y el folato se han relacionado en diferentes estudios con una mejora del rendimiento cognitivo, un menor riesgo de alzhéimer y un impulso para el estado de ánimo. 

Cómo usar el cebollino en la cocina

El cebollino tiene un sabor único, suave y ligeramente picante que está a medio camino entre el sabor del ajo y el de la cebolla. Puedes consumirlo picándolo en pequeños tirabuzones y espolvoréandolo como guarnición sobre los alimentos. 

Su versatilidad es inmensa: espolvoréalo sobre pan de ajo, pizza, lasaña o tostadas, añádelo a carnes o legumbres para elaborar hamburguesas, dale un toque especial a tus patatas asadas, incorpóralo a tu mantequilla casera, úsalo en vinagretas, salsas, guisos, sopas o ensaladas, y empléalo también sobre pescados y mariscos.

En este vídeo podrás aprender todo sobre cómo cultivar cebollino en casa.

Aunque también se puede comprar deshidratado y guardado en frasco, en este formato pierde aproximadamente la mitad de su sabor comparado con su equivalente fresco. Lo óptimo es tenerlo fresco: se conserva durante una semana en la nevera y también puedes congelarlo picado en bolsas herméticas.

Los cocineros recomiendan añadir cebollino a la comida justo al final de la elaboración: así preservarás al máximo sus sabores y aromas tan especiales y delicados.