Cómo reemplazar la sal: las especias perfectas para dar un sabor alternativo a tus platos

Los seres humanos necesitan consumir sal, los iones sodio y cloro presentes en ella, desempeñan un rol fundamental en el mantenimiento  de la homeostasis de los diferentes fluidos del organismo, del mismo modo que las neuronas la necesitan para funcionar correctamente. 

En el organismo no existen reservas de sal, por lo que el riñón es el órgano que regula lo se necesita en cada momento (puede excretar o retener sodio). El hipotálamo a su vez, por el mecanismo de la sed, regula el consumo de agua y mantiene constante la concentración salina en la sangre.

Pero, ¿qué le ocurre a tu cuerpo cuando ingieres más sal de la que deberías?

Si la alimentación se basara en alimentos de origen natural, seguramente, al agregar un poco de sal a las comidas no se produciría ningún efecto negativo, pero la realidad es que los alimentos que se consumen en la actualidad ya vienen cargados de sal. 

Estas son las mejores verduras para la diabetes (y las que debes moderar)

Los embutidos, aunque sean de pavo, que se asocia con lo light, tienen mucha sal, los ahumados, las salsas, los preparados y ni qué decir tiene cuando sales a comer por ahí, sumado a lo que tomas en casa. 

Tomar cantidad excesivas de sal (y esto es más de 5 gramos al día, según la OMS) desequilibran la capacidad de concentración y eliminación que desempeñan los riñones. 

Cuando se sobrepasan esos límites, se dificulta la homeostasis renal, porque deben retener más retener más agua, para mantener constante la concentración de sodio en la sangre. Este exceso de líquido se traduce, en definitiva, en un aumento de la presión arterial. 

Para prevenir este riesgo de hipertensión puedes, en primer lugar, ser más consciente de lo que comes. Y segundo, sustituir la sal por otras especias que aporten sabor a tus platos pero que no supongan un peligro para tu salud:

1. Ajo

Es un imprescindible para cocinar, aporta mucho sabor y es rico en antioxidantes. Puedes picarlo, hacerlo laminado, usarlo en guisos, hacer salsas. ¡Cómo más te guste!

Además, según este estudio del National Center for Biotechnology Information publicado en PubMed determinó, tras 12 semanas, que un suplemento diario de ajo pudo reducir la cantidad de resfriados en un 63% en comparación con un placebo.  

2. Pimienta 

Otro casi imprescindible de la cocina, ya que no necesitas poner muchísima pimienta para portar sabor a los platos y le aportará un matiz diferente.

La más conocida es la pimienta negra, pero puedes usar otras variantes como blancas, rojas o verdes.

3. Pimentón y chilli flakes 

El pimentón es el resultado de la maduración y secado de un tipo concreto de pimientos, que suelen ser rojos, picantes o no, mediante diferentes procesos, algunos de ellos incluyen ahumados, por ejemplo. Después se muelen y crean ese polvo tan sabroso que llena de color a tus platos. 

Cuando se habla de chilli flakes es para hacer referencia a una mezcla de pimientos, esta vez con matices picantes, que no han sido triturados en su totalidad para conseguir polvo, sino que han sido machacados, dando lugar a unos copos.

4. Orégano y hierbas provenzales

No solo se le pone orégano a la pizza casera, estas 2 opciones le aportarán un toque distinto a platos tan sencillos como un pollo a la plancha. 

Las hierbas provenzales pueden contener multitud de plantas aromáticas, secas y trituradas, como tomillo, mejorana, orégano, romero, albahaca, hinojo, perifollo, estragón, laurel, ajedrea, lavanda... Imagina ese mix sobre tus platos, todo aroma y sabor, y sin necesidad de añadir sal.

5. Comino 

Lo que se usa como especia son las semillas del comino, normalmente ya trituradas. Es una de las especias con más personalidad y puede emplearse incluso en guisos. 

Lo cierto es que el comino siempre consigue darle ese toque más oriental a tus platos, de la misma manera que podría hacerlo el curry. La primera vez que lo uses no te excedas con él ya que su sabor es bastante fuerte.

6. Limón 

Si piensas en un sustituto de la sal, quizás el limón no se te venga a la cabeza, porque se suele pensar en especias en polvo, pero los expertos lo ponen como una de las primeras opciones, y es que además de ser muy sano puede dar bastante juego a la hora de aportar sabor a tus platos. 

Desde el pollo y el pescado, a usarlo para salsas y aliños. Es una excelente opción para las ensaladas gracias a ese toque ácido que en su justa medida, potencia el sabor. 

7. Cebolla en polvo

¡Qué sería de la mayoría de platos sin cebolla! Es la base de tantísimos sofritos, caldos, guarniciones... La cebolla de por sí ya tiene un sabor muy característico, pero además puedes potenciarlo según su cocinado. 

Tienes la opción de usarla en polvo a modo de sazonador y la mejor razón para hacerlo es que s muy baja en sodio y alta potasio, perfecta para personas con hipertensión.