Google es una de las empresas que más está teniendo que ponerse las pilas en el desarrollo de inteligencia artificial en los últimos meses: la popularidad de ChatGPT y su inclusión en el buscador Big de Microsoft le han obligado a lanzar de forma acelerada Bard, el experimento de su primer chatbot con IA.

Sundar Pichai, el CEO de Google, ha participado en el clásico programa de televisión estadounidense 60 minutos y, cómo no, ha hablado del que es sin duda el tema más candente del momento para la industria de la tecnología.

Pese a que la propia Google está trabajando a la carrera para lanzar una nueva versión de su buscador que incluya IA generativa para competir con Bing de Microsoft, Pichai se ha mostrado muy crítico con las empresas que se apresuran demasiado en el despliegue de nuevas funciones de IA.

El CEO de Google manifiesta que le preocupa "la urgencia de desarrollar y desplegar la inteligencia artificial de forma beneficiosa, pero al mismo tiempo puede ser muy perjudicial si se despliega de forma equivocada".

Pichai ha querido marcar una frontera clara en la forma de innovar de Google, que ya ha incorporado funciones de inteligencia artificial en sus productos en los últimos años, con la de OpenAI y ChatGPT, que está avanzando de una forma más rápida en el campo de la IA generativa y sobre todo en el lanzamiento de sus novedades a los usuarios.

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"Aún no tenemos todas las respuestas, y la tecnología avanza muy deprisa. ¿Así que eso me quita el sueño? Por supuesto", reconoce el consejero delegado de la tecnológica estadounidense.

Es una visión similar a la del ex-CEO y antiguo presidente de Google, Eric Schmidt, que en una entrevista reciente destacó la necesidad de que la industria acuerde unos "guardarraíles" para el desarrollo de la IA al mismo tiempo que siga avanzando para no quedarse atrás respecto a China.

La alternativa es frenar el desarrollo de la IA durante un tiempo, que podría ser de 6 meses, algo que han apoyado un grupo de figuras del sector entre las que se incluyen Elon Musk y Steve Wozniak en una carta abierta.

"Una de las cosas que ha dejado claro [el lanzamiento de ChatGPT] es que no conviene lanzar una tecnología como esta cuando es muy, muy potente, porque no da tiempo a que la sociedad se adapte", según Pichai. 

"Es una perspectiva razonable. Creo que hay gente responsable tratando de averiguar cómo enfocar esta tecnología, y nosotros también", añade el consejero delegado de Google.

Debido a estos peligros que supone la tecnología de IA generativa para la sociedad, Pichai está de acuerdo con otra línea de pensamiento de expertos en tecnología y derechos humanos que señalan la necesidad de que se establezca una regulación común para este tipo de algoritmos que garantice que sean positivos para la humanidad.

"Tiene que haber consecuencias por crear vídeos deepfake que causen daño a la sociedad. Cualquiera que haya trabajado con IA ya se da cuenta de que esto es algo tan diferente y tan profundo que necesitaríamos regulaciones como sociedad para pensar en cómo adaptarnos", apostilla.