Empieza a parecer que China se arrepiente de sus medidas represivas contra el sector privado

Huileng Tan
| Traducido por: 
Xi Jinping, presidente de China.
Xi Jinping, presidente de China.

Getty

  • China ha celebrado esta semana una reunión clave que marcará su rumbo económico para el próximo año.
  • Según un analista, el informe oficial deja entrever un "remordimiento" por el exceso de celo político que ha afectado al crecimiento económico.
  • La economía china atraviesa una crisis inmobiliaria y Pekín está tomando medidas enérgicas contra el sector privado.
Análisis Faldón

Desde 2020, China ha tomado medidas enérgicas contra las empresas privadas, en particular en los sectores de la tecnología y la enseñanza. Las autoridades también han tomado duras medidas contra los riesgos de endeudamiento en el mercado inmobiliario, lo que ha precipitado el desplome y la crisis del sector.

Los inversores se han asustado por la rapidez y contundencia de la aplicación, que ha hecho desaparecer del mercado miles de millones de dólares.

Ahora, parece que incluso el Gobierno chino piensa que ha ido demasiado lejos y demasiado rápido en la aplicación de políticas restrictivas destinadas a frenar los riesgos y el comportamiento monopolístico.

China celebró el lunes y el martes su Conferencia Central de Trabajo Económico, o CEWC. A ella asistieron todos los altos dirigentes del país, incluidos el presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Qiang.

Un documento publicado tras la conferencia fija la agenda de la economía china —la segunda mayor del mundo— para el próximo año. Y sorprendentemente, la lectura de este año reconoce que China necesita dar prioridad al desarrollo económico.

"El año que viene, debemos persistir en la búsqueda del progreso manteniendo la estabilidad, promover la estabilidad a través del crecimiento y consolidar lo nuevo antes de romper lo viejo", afirma la declaración oficial de la reunión.

La redacción de este documento sugiere "indicios de remordimiento por el exceso de celo en la aplicación de políticas negativas para el crecimiento", según escribió el miércoles en una nota Rory Green, economista jefe para China de GlobalData.TS Lombard.

"El acento sobre la economía fue seguido de 'priorizar el desarrollo antes de abordar los problemas', junto con una retórica que vincula la seguridad nacional al mantenimiento de una tasa de crecimiento estable", escribe Green. Esto sugiere un reconocimiento oficial de las dificultades a las que se enfrenta el país, añade.

La declaración del CEWC se produjo después de que el Politburó —la cúpula política china— hiciera la misma valoración el pasado viernes, afirmando que el país tiene que poner en marcha nuevos planes y políticas antes de abordar los problemas existentes.

Xi Jinping y la economía de China

Song Xuetao, analista macroeconómico jefe de TF Securities, con sede en Pekín, escribió en una nota la semana pasada que es la primera vez que el Politburó afirma que es necesario establecer nuevos planes y políticas antes de abolir los antiguos.

También significa que es probable que Pekín adopte un enfoque más cauteloso a la hora de aplicar nuevas políticas que podrían desestabilizar los mercados a corto plazo.

A pesar de que China reconoce que podría haber ido demasiado lejos en la aplicación de políticas, el país no está cambiando sus objetivos económicos, centrados en un crecimiento de mayor calidad, una mayor seguridad y la innovación, según Green.

Los analistas del mercado también están decepcionados porque en la reunión no se anunciaron estímulos para impulsar el consumo.

Green —que pronostica una recuperación en forma de L para China— explica que espera que el gasto del Gobierno chino en el primer trimestre de 2024 impulse la economía, pero también prevé que "la cantidad sea insuficiente para lograr una aceleración económica significativa".

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