Si hay que elegir una, la ciencia se queda con esta clave para vivir 100 años sano

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  • La ciencia se queda con una clave entre todas para vivir más de 100 años y con salud.
  • Afortunadamente, los estudios corroboran que con una simple rutina que no te quitará apenas tiempo semanal, darás un salto de gigante en tu longevidad.

Vivir más y sano, casi hasta el final: es el anhelo de cualquier persona y el objetivo de la ciencia y medicina, en una creciente batalla contra el tiempo. Cada vez hay más herramientas, pero aún hoy sigue primando el estilo de vida sano, la actitud y, aunque afortunadamente menos de lo que crees, la genética. 

Sin embargo, si hay que elegir, la ciencia indica una sola cosa para vivir 100 años sano.

La Universidad de Harvard, una institución a la vanguardia de la investigación en salud, ha contribuido significativamente en muchos campos, entre ellos el de la longevidad, proporcionando evidencia sólida sobre cómo podemos prolongar nuestra vida manteniendo al mismo tiempo una calidad de vida óptima. 

Entre los numerosos estudios realizados, uno reciente ha capturado la atención global por su promesa de aumentar la esperanza de vida hasta en un 30% con una simple rutina, fácil de alcanzar, mantener y que además te quitará poco tiempo. ¿Adivinas cuál es?

El estudio ideal para los que quiere más con menos

Toma nota porque te sorprenderá: bastan con, al menos, 75 minutos a la semana de ejercicio físico. No serás el más longevo del mundo, hacen falta más cosas, pero con ese comienzo exponencialmente subirá tu esperanza de vida y años saludables. 

Uno de los estudios de la Universidad de Harvard que respaldan las conclusiones sobre el impacto positivo del ejercicio en la longevidad y la salud es el liderado por el Dr. Dong Hoon Lee del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública TH Chan. Este estudio descubrió que duplicar o cuadruplicar la cantidad recomendada de ejercicio moderado o vigoroso puede aumentar la esperanza de vida en un 30%, lo que sugiere una posibilidad significativa de alcanzar los 100 años con buena salud.

Este estudio, publicado en la revista científica Circulation, analizó datos de más de 100.000 adultos, destacando la importancia del ejercicio no solo para reducir la mortalidad, sino también para mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos.

El papel crucial del ejercicio físico

La actividad física regular se ha consolidado como uno de los pilares para promover la longevidad y el bienestar. Organizaciones de renombre, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la American Heart Association, recomiendan entre 150 y 300 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana, o su equivalente en actividad de intensidad vigorosa, como señala el estudio.

Este consejo, lejos de ser arbitrario, se basa en una vasta cantidad de evidencia científica que respalda los beneficios del ejercicio para la salud cardiovascular, la prevención de enfermedades crónicas y el mejoramiento de la salud mental.

Combinar para maximizar beneficios

No obstante, un reciente estudio publicado en el European Heart Journal sugiere que no es necesario elegir un único tipo de ejercicio para cosechar beneficios. La combinación de entrenamiento de resistencia (como levantamiento de pesas) y aeróbico (como correr o nadar) se ha demostrado tan eficaz como el ejercicio aeróbico solo para reducir el riesgo cardiovascular. Lo sorprendente es que incluso 75 minutos a la semana de actividad física moderada —la mitad de lo mínimo recomendado por la OMS— podrían evitar una de cada diez muertes prematuras a nivel mundial.

Duplicar esfuerzos, extender la vida

El estudio liderado por el Dr. Dong Hoon Lee de Harvard ha arrojado luz sobre el impacto de intensificar la cantidad de ejercicio. Analizando datos de más de 100.000 adultos, los hallazgos indican que duplicar o incluso cuadruplicar la cantidad recomendada de ejercicio moderado o vigoroso puede elevar la esperanza de vida un notable 30%, acercándonos a la posibilidad de alcanzar los 100 años con salud.

Por eso, si hay algo fundamental, es basarse en la conclusión de la Universidad de Harvard y, al menos, hacer esos 75 minutos semanales de ejercicio. Solo con eso y como ves, que apenas te quitará tiempo, lograrás cuantitativa y cualitativamente una gran victoria sobre tu longevidad. 

Un enfoque integral para la longevidad

Sin embargo, el ejercicio por sí solo no es la panacea. Un estudio de la Universidad de Jyväskylä en Finlandia resalta la importancia de un equilibrio en nuestro estilo de vida. Si bien la actividad física es fundamental, adoptar un enfoque holístico que incluya una alimentación balanceada y nutritiva, el cuidado de la salud mental y el fomento de relaciones sociales estables, es clave para una vida larga y saludable.

La alimentación como complemento indispensable

Una dieta rica en frutas, verduras, carbohidratos integrales y proteínas, junto con la limitación de alimentos procesados y grasas saturadas, complementa perfectamente la rutina de ejercicio. Este balance nutricional no solo apoya los esfuerzos físicos, sino que también fortalece el sistema inmunológico, mejora la salud cardiovascular y contribuye a una mejor gestión del estrés y la salud mental.

La clave para vivir 100 años sano, según la ciencia, radica en un estilo de vida equilibrado que prioriza la actividad física regular y una dieta saludable. La evidencia es clara: al integrar estos hábitos en nuestra rutina diaria, no solo extenderás tu longevidad, sino que mejorarás significativamente tu calidad de vida. Si Harvard lo dice, sigue al menos este consejo fundamental y a partir de ahí, jugando más "fichas" para vivir aún más. 

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