¿Cómo se hacen ricos los supermillonarios? Este experto lo explica

Bill Gates, Warren Buffett y Jeff Bezos.
Bill Gates, Warren Buffett y Jeff Bezos.

Reuters

  • Los siguientes son "los 7 factores más importantes para hacerse rico", según reconocido analista alemán que también es historiador, sociólogo, empresario, inversor inmobiliario y escritor.
  • Elon Musk, Warren Buffett, Bill Gates, Jack Ma, Jeff Bezos y John D. Rockefeller son algunos ejemplos de multimillonarios con uno o varios de estos rasgos.

No hay una fórmula mágica secreta para hacerse rico. De ahí que solo una pequeña parte de la población mundial se encuentre dentro del selecto grupo de millonarios y multimillonarios. 

Además, ni siquiera quienes ya han llegado hasta allí lo han hecho de la misma manera: no ha vivido el mismo proceso alguien que ha heredado un imperio o una fortuna que aquellos a los que se suele llamar 'millonarios hechos a sí mismos'. Tampoco las claves del éxito de Elon Musk son las mismas que las de Warren Buffett, como ejemplos de perfiles muy diferentes.

Sin embargo, parece que los ricos sí comparten a veces una serie de rasgos de personalidad y de elementos en su vida y carrera profesional que los han ayudado a llegar al éxito y a generar esas cuantiosas fortunas, según han sugerido varios estudios.

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En esa línea se expresa Rainer Zitelmann, reconocido analista alemán que también es historiador, sociólogo, empresario, inversor inmobiliario y escritor: ha publicado libros como Los ricos en la opinión pública (2020) y El poder del capitalismo (2019).

El experto, para quien hacerse rico no es "cuestión de suerte", comparte en FEE las que considera que son "los 7 factores más importantes para hacerse rico", con ejemplos de famosos millonarios y exitosos para mostrarlo:

Ambición: marcarse grandes metas

Para ilustrar cómo puede contribuir este factor a ser rico y tener éxito, pone el ejemplo de Jack Ma, fundador de Alibaba, el gigante chino dedicado al comercio electrónico.

Jack Ma no destacaba por sus aptitudes académicas —suspendió el examen de acceso a la universidad y no era demasiado bueno en matemáticas o tecnología—, pero sí por su ambición: "desde el principio pensó a lo grande", explica Zitelmann.

Ma pidió grabar una de las primeras reuniones de Alibaba para que ese momento quedase documentado por su potencial de ser clave en el futuro éxito de la compañía, e incluso afirmó en público sus altas expectativas: "No queremos ser el número uno en China. Queremos ser el número uno en el mundo".

Capacidad de vender (convencer)

La "capacidad de vender" ha sido clave para 2 de cada 3 superricos a los que ha entrevistado Zitelmann para uno de sus libros.

"Para ellos, vender no es solo comercializar productos o servicios. (...) Consiste en ser capaz de convencer a otras personas, ya sea obteniendo la aprobación de un funcionario del Gobierno, persuadiendo al candidato perfecto para que acepte un trabajo, ganándose a los empleados o convenciendo a un banquero para que asuma un compromiso financiero firme", explica.

Con su propio estilo, es lo que hacen millonarios como Warren Buffett —la quinta persona más rica del mundo—, quien se comporta de forma amable, honorable y decente para atraer a personas de gran calidad a su órbita y conseguir que otros quieran hacer negocios con él, analiza en una entrevista a Business Insider William Green, autor del libro Richer, Wiser, Happier (Más rico, más sabio, más feliz).

Inconformismo y nadar a contracorriente

En este caso, Zitelmann pone de ejemplo al inversor Jim Rogers, cofundador junto a George Soros del Grupo de fondos Quantum.

Ambos "destrozaron el libro de reglas de la banca de inversión, comprando acciones, materias primas, divisas y bonos de todo el mundo. También fueron de los primeros en utilizar estrategias innovadoras, como la venta en corto" o comprar acciones de empresas con problemas.

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Zitelmann recuerda una anécdota sobre esa cualidad de ser inconformistas que, según él, tienen las personas de fortuna y éxito. Rogers había invertido en una compañía salpicada por escándalos (la aeronáutica Lockheed) y cuyas acciones se habían desplomado, y se sintió humillado cuando, en una elegante cena con banqueros e inversores, alguien preguntó en alto, provocando las risas de otros: "¿Quién invertiría en una empresa así?".

Su análisis acabó siendo el acertado: el precio de las acciones se disparó y su fondo logró enormes beneficios: ganó un 4.200%.

Es también pública una anécdota sobre Elon Musk en su etapa universitaria, cuando un profesor le puso una nota de 98 sobre 100 y, lejos de alegrarse, fue a su oficina a reclamar. "Regresó con el profesor, habló sobre los 2 puntos que perdió y obtuvo 100. Se sentía como si siempre estuviéramos compitiendo", cuenta Justine Wilson, primera mujer de Musk, en un libro.

Enfrentarse a los problemas y asumir la responsabilidad

"La mayoría de los superricos se han enfrentado a graves contratiempos y crisis. Lo sorprendente es la actitud que suelen adoptar cuando las cosas van mal. No culpan a fuerzas externas ni a otras personas, sino que buscan la culpa en sí mismos", describe el analista alemán. 

"A menudo, esto es lo que distingue a las personas con éxito de las que no lo tienen", sostiene.

Por su parte, Jeff Bezos ha afrontado críticas y riesgos relacionados con la fundación y gestión de Amazon y no ha querido que cayesen en el olvido: tiene enmarcado un ejemplar antiguo de una revista como "recordatorio" de lo que entonces se consideraba "la arriesgada apuesta de Amazon" y ha aconsejado en público sobre la importancia de la autocrítica, pero también de la confianza en uno mismo: "Escucha y ten una mentalidad abierta, pero no dejes que nadie te diga quién eres".

Concentración

"¿Qué factor creéis que ha sido el más importante para llegar a donde habéis llegado en la vida?". La pregunta la realiza en 1991 Bill Gates Sr., padre del fundador de Microsoft, delante de su hijo y Warren Buffett —entonces y ahora dos de los más ricos del mundo—, entre otros invitados. "Concentración", responde inmediatamente Buffett, ante lo que Gates Jr. se muestra de acuerdo.

La concentración y poner una máxima atención en una actividad o un tema también es una de las cualidades que se asocia a Elon Musk, el más rico del planeta. 

"Ha perfeccionado el arte de mantener la concentración" y el foco en aquello que hace y que se ha planteado como reto, apunta Randy Garn: inversor, empresario, conferenciante y autor superventas que ha asesorado a expertos, consejeros delegados e influencers.

"No pensaba en nada más. No se distraía con otras tareas tediosas. Lo único en lo que se centraba era en la tarea que tenía entre manos. Ahora mira a Tesla: es un gigante en auge que está cambiando el mundo del automóvil. Sin duda, no sería así sin el enfoque inquebrantable de Musk al frente", sostiene.

Saber ganarse la confianza de los demás

"Debo principalmente mi éxito en la vida a mi confianza en los hombres y a mi capacidad para inspirar su confianza en mí": quien habló así fue John D. Rockefeller, uno de los hombres más ricos de la historia.

Él es la prueba, según Zitelmann, de lo importante que es la confianza en los negocios. El caso antes mencionado de la forma de proceder de Buffett para atraer a otras personas a su órbita y conseguir que quieran hacer negocios con él es otro ejemplo.

Persistencia y experimentación

Además de la concentración, la determinación y saber asumir ciertos riesgos son los rasgos que caracterizan a los multimillonarios, según un estudio. Otro incide en algo parecido: "La riqueza elevada se asoció con una mayor tolerancia al riesgo", así como a la diligencia y otras características.

En esa línea opina Zitelmann, quien pone de ejemplo a Michael Bloomberg —noveno en la lista de Forbes de 2022— y defiende la importancia de la perseverancia, pero añade que esta "por sí sola no es garantía de éxito; debe combinarse con otra característica muy importante: la voluntad de experimentar".

"Si quieres entender el éxito de muchas empresas emergentes de Silicon Valley, tienes que comprender la idea de 'pivotar'. Implica estar preparado para cambiar radicalmente tu modelo de negocio de un momento a otro. El objetivo no es ceñirse a un concepto original y demostrar lo bueno que es, sino establecer una posición sólida en el mercado. Si eso significa abandonar el plan y dar a la empresa una dirección completamente nueva y diferente, entonces es el momento de pivotar", afirma.

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