Este nuevo coche eléctrico podría cargarse en el tiempo que se tarda en llenar un depósito de gasolina gracias a la tecnología de intercambio de baterías

Uno de los mayores obstáculos a la hora de comprar un coche eléctrico es el tiempo que se tarda en repostar. 

Si te acercas a una estación de carga rápida con poca carga, tardarás entre 20 y 60 minutos en volver a la carretera con la batería casi llena. Si lo enchufas en casa con una conexión de bajo voltaje, el tiempo de carga será de varias horas. 

La nueva empresa de vehículos eléctricos Fisker tiene una ingeniosa solución para aliviar ese dolor. En lugar de agotar y recargar la misma batería una y otra vez, ¿por qué no cambiar una batería agotada por otra nueva y ponerse en marcha en cuestión de minutos?

Fisker se ha asociado con Ample, una empresa de intercambio de baterías, para ofrecer esta posibilidad a los compradores de su Ocean SUV a partir de 2024. La empresa afirma que el intercambio de baterías ofrecerá los mismos tiempos de repostaje que la gasolina con un menor coste por kilómetro. 

Así funciona la tecnología de Ample: cuando un conductor se detiene en una de las estaciones de intercambio de baterías de la empresa, el vehículo se eleva y su batería descargada se retira automáticamente y se sustituye por otra totalmente cargada. Todo el proceso es autónomo y solo dura unos minutos. 

Fisker asegura que en primer lugar se dirigirá a los operadores de flotas que quieran optar por la electricidad sin gastar más ni afectar a sus operaciones. Por ejemplo, los conductores de servicios de taxi que conducen mucho y quieren parar de la forma más eficiente posible.

Fisker tiene previsto empezar a entregar el Ocean, su primer modelo, el viernes. Las entregas se iniciarán en Europa y, más adelante, en una fecha no especificada, en Estados Unidos. 

Algunos conductores de Uber en California ya utilizan la tecnología de Ample para evitar largas paradas de carga. Y la empresa tiene grandes planes para ampliar su presencia a Europa y ofrecer el intercambio de baterías a consumidores habituales, entregas de última milla y vehículos compartidos. 

John de Souza, uno de los fundadores de la empresa, explica a Business Insider en una entrevista reciente que la tecnología de Ample tiene algunas grandes ventajas sobre la recarga tradicional.

Un centro puede instalarse en pocos días. (Como las baterías se cargan lentamente, la estación no necesita una conexión de superalta tensión, que requiere muchas obras). Cargar las baterías más lentamente alarga su vida útil. Los conductores tendrán la libertad de cambiar a las baterías más modernas, en lugar de estar atados a un solo pack durante toda la vida útil de su vehículo.

Y Ample puede reducir el coste inicial de la compra de un VE, ya que los compradores adquieren un vehículo sin batería y pagan a lo largo del tiempo una suscripción a la batería. 

El intercambio de baterías está dando sus primeros pasos en Estados Unidos, pero está más desarrollado en otros países. Nio, una empresa china de vehículos eléctricos, ha construido cientos de estaciones de intercambio en China para sus clientes. Tesla experimentó en su día con la tecnología de intercambio de baterías, pero abandonó el proyecto.