Los coches eléctricos están dando la estocada final a las proveedoras de los motores de combustión

Un coche eléctrico repostando.

REUTERS/Neil Hall

  • Las pequeñas empresas con más de un siglo de vida que se dedicaban a la elaboración de piezas para los coches de combustión tienen los días contados. 
  •  Una cadena cinemática de combustión interna tiene unas 2.000 piezas, mientras que una eléctrica solo necesita 20. Esto hace que la viabilidad de muchas de estas compañías sea complicada.

El sector automovilístico tal y como lo conocemos está a punto de desaparecer. No solo porque el coche eléctrico sea el futuro y todos los fabricantes y países deban adaptarse a él e impulsar su expansión por los territorios, sino que estos vehículos van a traer consigo el final de muchas otras empresas menos conocidas, pero necesarias, que llevan más de 100 años en pie.

La principal diferencia entre los coches de combustión y los eléctricos es su motor. Los de gasolina o diésel son mucho más complejos, elaborados por cientos de piezas que dan como resultado una mecánica completamente engrasada. Para poder realizarlos, los fabricantes contaban con diferentes proveedores que le suministraban esas piezas. 

Ahora, estas empresas se enfrentan a un futuro difícil. Según el Estudio de Proveedores de Automoción de Deloitte para 2023 que publica CNBC, se prevé que los ingresos de los motores de combustión interna, así como de los sistemas de combustible y escape, disminuyan un 44% hasta 2027. Por el contrario, se espera que los ingresos por transmisiones eléctricas y baterías o pilas de combustible aumenten un 245%.

Según detalla el medio, el pastel total de suministro de piezas para cadenas cinemáticas también se está reduciendo. Una cadena cinemática de combustión interna tiene unas 2.000 piezas. Las cadenas cinemáticas de los vehículos eléctricos de batería tienen unas 20 o menos.

Además, los fabricantes de vehículos han encontrado nuevas formas de fabricar piezas de forma mucho más eficiente, como es a través de la fundición giga creada por Tesla. Esta técnica consiste en utilizar grandes máquinas para moldear piezas muy grandes de un vehículo a la vez, en lugar de ensamblarlas a partir de piezas más pequeñas.

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Aunque los fabricantes de automóviles incorporan más componentes a su cadena de suministro, hay miles de piezas en los coches que proceden de empresas de todo el mundo: una cadena de suministro ramificada de empresas que dependen del éxito de las demás. 

Muchas de ellas son pequeñas empresas familiares que llevan décadas en el mercado. Pero incluso los grandes proveedores que cotizan en bolsa, como Bosch, Denso, Magna y ZF, se ven afectados.

La mayoría de grandes fabricantes están acabando con sus modelos de combustión y, por ende, con esas zonas habilitadas dentro de las fábricas y sus proveedores. Esto hace que las grandes empresas sí puedan reciclarse y empezar a trabajar en piezas para los coches eléctricos, pero otras mucho más pequeñas no tienen ese capital y lo más probable es que desaparezcan. 

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