Conseguí ascender muy rápido en empresas como Meta o Google siguiendo este consejo: "¡Trágate ese sapo!"

Mi primer trabajo fue en una agencia de publicidad multinacional con más de 20.000 empleados. En menos de dos meses pasé de ser un becario, todavía en la universidad, a trabajar directamente con el director general y el director de estrategia.

Encontré la manera de escalar mi carrera profesional dentro de las empresas en las que trabajaba, identificando problemas específicos y resolviéndolos para generar confianza con mi responsable de equipo.

Siempre me "tragaba el sapo" por mi jefe. Identifiqué el trabajo que no le gustaba, como el trabajo administrativo, y me ofrecí a hacerlo por él.

Es muy simple:

1. Cumple con buena nota las responsabilidades de tu puesto actual.
2. Identifica las tareas que no le gustan a tu jefe.
3. Aprende a hacerlas.
4. Hazlas bien.

Cuando trabajaba en Meta, tuve la oportunidad de encargarme de la gestión de proyectos cotidiana y rigurosa desde el punto de vista operativo. A todo el mundo le gustaba hacer las cosas brillantes: la estrategia y el diseño del proyecto.

Pero nadie quería encargarse de la coordinación operativa, así que lo hice yo. Esto me ayudó a labrarme un nombre por ser excelente en la gestión de operaciones, y me ascendieron a los 18 meses de incorporarme a la empresa.

Y luego, en Google, nuestro equipo era responsable de crear productos y herramientas para el departamento de ventas. Una cosa que teníamos que hacer y que era crucial para el negocio (pero que no se consideraba especialmente emocionante) era el mantenimiento continuo de los cuadros de mando que impulsaban los análisis detrás de los productos.

Una vez más, a todo el mundo le gustaba el diseño y la estrategia de los productos, pero pocos querían ocuparse de los datos. Me ofrecí voluntario para asumir este trabajo que siempre acababa realizando mi jefe y, con el tiempo, me hice una buena reputación como compañero de equipo que podía intervenir cuando fuera necesario.

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Cuatro pasos para tragarte el sapo

1. Cumple con buena nota las responsabilidades de tu puesto actual: En primer lugar, hay que hacer bien el trabajo de base. Si eres analista de datos, tienes que analizar los datos rigurosamente. Si trabajas en ventas, tienes que vender. Y si te dedicas a la gestión de proyectos, tienes que asegurarte de que todos los proyectos están bien gestionados.

Desde la incorporación a un puesto hasta que se hace el trabajo al completo y sin ayuda, suele llevar de cuatro a seis meses. Meta fue mi primera incursión en las grandes tecnológicas, así que tardé unos ocho meses. En cambio, en Google fue bastante rápido, porque yo ya había trabajado en tecnología. Cuando me incorporaba y aprendía a hacer bien el trabajo, intentaba hacerlo más rápido o automatizarlo.

En Meta, hacía muchas presentaciones a ejecutivos. La primera presentación que creé me llevó unas 20 horas. Puede parecer mucho, pero requería mucha coordinación y trabajo manual.

Con el tiempo, hice un esfuerzo adicional para mejorar mi capacidad de hacer presentaciones de alta calidad rápidamente (lo que implicaba habilidades como la narración, el diseño gráfico y la redacción), y reduje el tiempo a cinco horas. En Google, el primer borrador de un informe de producto que creé me llevó inicialmente 15 horas, y utilizando los mismos principios, lo reduje a cinco horas en un par de meses.

Siempre intentaba mejorar la velocidad de realización del trabajo sin comprometer la calidad. Esto me liberaría tiempo y espacio en la cabeza, que destinaría a nuevas oportunidades.

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2. Identifica el trabajo que no le gusta a tu jefe: Una vez que tengas la capacidad necesaria para asumir nuevos proyectos, empieza a observar a tu jefe (o equipo directivo) en busca de oportunidades para intervenir.

Pregúntate:

• ¿Cómo emplean su tiempo?
• ¿Cuáles son sus prioridades?
• ¿Qué les gusta hacer?
• ¿Qué no les gusta hacer?

El último punto es una oportunidad fácil y de bajo esfuerzo para que te involucres y ofrezcas valor inmediato.

3. Aprenda a hacer esas tareas: Haz preguntas, sigue de cerca a otros que van por delante de ti y lee la documentación para aprender a realizar la actividad específica.

Intenta no molestar demasiado a tu jefe (de lo que se trata es de quitarle trabajo), pero si tienes que hacerlo, véndele tu visión de lo que esperas conseguir: reducir su carga de trabajo a largo plazo.

Una vez hecho esto, acuérdate de documentarlo todo para crear un libro de jugadas. Para ello, anota cada paso necesario para llevar a cabo cada tarea con éxito. Imagina que más adelante tienes que enseñar a otra persona a realizar la actividad y necesita una guía de cómo hacerlo.

4. Hazlo bien: Una vez que hayas aprendido los entresijos de la actividad, es hora de ejecutarla.

Aplica el rigor que aplicarías a los demás aspectos de tu trabajo. No comprometas la calidad y asegúrate de que tu trabajo principal no se resiente por asumir nuevos proyectos.

Al final, tragarse el sapo genera confianza y credibilidad.

He reproducido este proceso para acelerar mis ascensos a lo largo de mi carrera en empresas como Meta y hasta mi último puesto como jefe de producto global en Google.

He sido CEO durante 16 años: este es el mejor consejo profesional que conozco

Desde entonces, he asesorado y entrenado a muchos profesionales que inician su carrera en gestión de productos, estrategia empresarial, ventas y operaciones. Todos ellos han adoptado este proceso y han visto un impacto positivo masivo.

Tragarte el sapo por tu jefe genera confianza y credibilidad, de modo que cuando llegue el momento de un ascenso o un aumento de sueldo, tu jefe dará un paso al frente por ti.

Andrew Yeung es un exempleado de Meta y Google que ahora organiza fiestas tecnológicas a través de Andrew's Mixers.