Cómo limpiar una piscina: técnicas y productos para que puedas disfrutar de un buen baño este verano sin preocupaciones

Madre e hijo limpian una piscina

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La llegada del verano y del buen tiempo —o del clima caluroso, tras la ola de calor que ha afectado a España durante varios días— da lugar a las ganas, e incluso la necesidad, de refrescarse por todos los medios posibles para superar las horas de mayores temperaturas.

Según las condiciones de cada persona, estos pueden incluir, entre otros, darse una ducha fría, ir a la playa o meterse en la piscina. Las personas afortunadas que disponen de una piscina en su casa (bien porque la hayan hecho de obra o bien porque sea prefabricada) lo tienen mucho más fácil, pero esta viene de la mano con una responsabilidad y tarea que no se puede eludir: la de la limpieza de la piscina.

Si has hecho los deberes durante los meses de otoño e invierno —es decir, la has dejado cubierta y has utilizado los productos necesarios para mantener el agua limpia y transparente—, el mantenimiento de las piscinas resultará mucho más fácil y llevará menos tiempo. 

Si, por el contrario, has descuidado los preparativos y ahora el agua de la piscina está verde, tu prioridad es saberlo todo acerca de cómo limpiar a fondo una piscina antes de poder bañarte en verano sin ninguna preocupación.

¿Qué se necesita para limpiar una piscina?

El primer paso antes de proceder a la limpieza la piscina es comprobar si se tienen todos los accesorios necesarios.

Entre los productos para limpiar una piscina (o alberca, o pileta, como se denomina en otros países) que se pueden llegar a emplear se encuentran el cloro, un incrementador o reductor de pH, un cepillo, un floculante (líquido necesario si el agua de la piscina está verde, para agrupar las partículas que la enturbian) y un limpiador de piscinas o aspiradora limpiafondos.

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Otros artículos que pueden resultar convenientes para su mantenimiento, limpieza y uso correcto son las depuradoras y bombas de piscina, los analizadores y medidores del agua, calentadores, recambios y repuestos, cubiertas y silicona, así como escaleras e iluminación. 

Si de lo que se trata es de cómo limpiar una piscina desmontable, hinchable, elevada o simplemente pequeña, existe incluso un kit de tamaño mini con cloro granulado y algicida para que quede en perfecto estado.

¿Cómo limpiar una piscina fácil y rápido?

Si el problema al que te enfrentas es el de cómo limpiar una piscina verde (o muy sucia), el proceso puede llevar algo más de tiempo y complicaciones, pero no te preocupes: no tienen por qué ser muchas y desde luego no suponen un obstáculo insuperable si se conoce el método adecuado.

Así, hay una primera parte de limpieza y otra de mantenimiento de las piscinas, de forma que no solo se consiga hacer transparente y saludable el agua, sino que permanezca así durante los siguientes meses.

Para ello, con la red o malla se comienza retirando los insectos, hojas y restos que se encuentren flotando en la superficie, así como cualquier objeto que haya caído a la base. Posteriormente, se utiliza un limpiafondos o un cepillo para poner a punto las paredes y el suelo, con movimientos seguros de arriba abajo y hacia ti.

También debe limpiarse la zona exterior de la piscina y revisar el estado de las juntas de las baldosas, ya que ahí suelen acumularse las bacterias y hongos.

Asimismo, tendrás que extraer, revisar y limpiar cada elemento de la depuradora y otros mecanismos electromecánicos (filtros, skimmers o cestillos, boquillas de impulsión, la bomba y los reguladores) y dejar funcionando la depuradora un día entero para que el circuito se termine de aclarar.

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Finalmente, deberás corregir los niveles de pH (acidez) y cloro: el intervalo ideal para el primero es entre 7,2 y 7,6, mientras que para el segundo se sitúa de 0,5 a 1,5 ppm (partes por millón). Esto lo podrás hacer manualmente con tiras reactivas, pastillas o medidores electrónicos, pero también existen reguladores electrónicos que miden los niveles y dosifican el producto.

Una vez logrado, hay que verter el floculante (750 mililitros por cada 50 m3 de agua) y cepillar las paredes y el suelo para distribuirlo por todas partes, siguiendo las instrucciones del fabricante, o poner la piscina en modo recirculación, si dispones de este sistema.

Si no conoces el volumen de tu piscina, puedes calcularlo multiplicando el largo por el ancho por la profundidad en el caso de que sea rectangular; si es ovalada, ese resultado deberás multiplicarlo también por el coeficiente de 0,89 o, si es redonda, multiplicarlo por el coeficiente de 0,785.

Por último, no hay que descuidar el mantenimiento de las piscinas para que todo el esfuerzo realizado no haya sido en vano: debes realizar trabajos constantes de control y limpieza, cada día o pocos días: retirando las hojas, bichos y restos del agua; limpiando las paredes, el borde y el fondo; vigilando los niveles de cloro y pH; y usando la depuradora y los productos antical y alguicidas.

Fuentes: Leroy Merlín, Hogarmanía, Mercadona

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