En qué debes fijarte a la hora de comprar unas gafas de sol para asegurarte de que no dañarán tu vista

Las gafas de sol son uno de los complementos más usados. Tanto en invierno como en verano, resultan perfectas para proteger la vista del molesto sol (lo cual te ayuda, por cierto a reducir arrugas en el rostro). Y no se puede negar su importancia en la moda. Añaden un toque potente a cualquier look y todo el mundo parece más interesante con ellas.

Pero precisamente por ello, en muchas ocasiones se tiende a considerarlas un elemento más de un outfit como los pendientes o el calzado. Lo que lleva a comprarlas en cualquier sitio, con tal de seguir las modas o contar con muchos pares para combinar.

Pero las gafas de sol tienen el objetivo de cuidar tus ojos de la radiación solar. Por lo que llevar un modelo de baja calidad puede poner en riesgo tu vista.

Los daños que la luz solar puede ocasionar en tus ojos van desde mareos o dolor de cabeza hasta afecciones más graves por la exposición a la radiación UV.

Como precisa Antonio Carlos García Ruiz, óptico optometrista y miembro de la red de ópticos independientes de CECOP a El Español la queratitis superficial, que provoca fotofobia y una sensación de arenilla en los ojos, suele ser uno de los problemas más frencuentes."Este cuadro puede evitarse usando lentes protectores correspondientes".

Otros riesgos que puede conllevar usar unas gafas de sol de mala calidad incluye mayor riesgo de cataratas. 

"Las evidencias epidemiológicas acerca de la relación causal entre UV y catarata nos permiten asegurar que la protección contra estos rayos no solo es conveniente sino necesaria para evitar el desarrollo de la catarata senil", remarca García.

Cómo escoger unas gafas de sol que protejan de manera adecuada

Para evitar estos posibles daños del sol en los ojos el óptico ha recomendado en El Español los elementos que buscar en unas gafas de sol para saber que son de calidad. 

Lo primero que debe comprobarse, según el miembro de CECOP es el tipo de protección que llevan.

"Hay que valorar dos tipos. La cantidad de luz que pasa a través de la lente, es decir, el tono de oscuridad. Y la cantidad de radiación ultravioleta que filtra".

Asimismo se puede verificar que las gafas de sol cumple con la normativa europea en cuanto a fabricación y protección. Esto es garantizado con el marcado CE que aparece en la patilla.

 A este respecto es aconsejable que te cerciores del nivel de protección luz visible transmitida (el cual se recoge en una escala de 0 a 4 o con letras A, B, C, D) y protección de 100% UV.

En relación al primer factor, esto irá en función del color de la lente. Como explica el artículo mientras que el marrón atenuará los tonos azulados y potenciará los rojizos, el gris y el verde son colores más neutros que apenas modificaran las coloraciones. Aunque para conducir García recomienda evitar los niveles '4' o 'D', ya que son lentes demasiado oscuras".

Dado que el uso de tus gafas de sol, será precisamente protegerte de éste, sobra decir que es "absolutamente necesario" que estas cuenten con una protección 100% UV.

"Normativamente está regulado, y el perjuicio que puede provocar a medio y a largo plazo puede ser irreparable", remarca el experto.

Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de las lesiones de retina no cursan con dolor, por lo que si durante mucho tiempo estamos aplicando radiación nociva a nuestro sistema visual, las molestias no las tendremos inmediatamente, pero el daño se irá acumulando y cuando dé la cara, posiblemente tengamos una lesión de importancia".