Así es el día a día de los fotógrafos del Congreso: "Los políticos pueden ser extremistas en sus ideas, pero luego son educadísimos e incluso te pueden llegar a invitar a un café"

La historia también se escribe a través de imágenes. 

Desde la invención de la cámara, muchas han sido las fotografías que han pasado a los anales de la historia, congelando los momentos más decisivos. 

Y aunque la guerra en Ucrania ha recordado a todos que siguen sonando bombas en muchos sitios del mundo, los fotoperiodistas o reporteros gráficos no solo son aquellos que están en primera línea de batalla en los conflictos armados. Lo son también los que día a día fotografían a los políticos. 

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"Es un arte en sí mismo", explica Kike Para, fotoperiodista con más de 20 años de experiencia fotografiando a políticos, a Business Insider España. Captar los momentos más relevantes de las sesiones parlamentarias parece tarea fácil, sin embargo, hay mucho más trabajo por detrás de lo que se puede pensar al ver una foto de sus señorías en el escaño.

Es necesario que la imagen transmita el ambiente del momento y su relevancia. Para ello, Edu Parra, fotógrafo de agencia, asegura "vivir el Congreso". 

Por ejemplo, una de las instantáneas más llamativas y que ocupó las portadas de todos los periódicos al día siguiente, fue la de la aprobación de la Reforma Laboral de Yolanda Díaz. 

La efusividad con la que se agarraban las manos Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz cuando vieron que la Reforma Laboral que tanto había costado negociar con los diferentes agentes sociales quedaba aprobada, traspasaba la propia imagen. 

¿Cómo es realmente el trabajo de los fotógrafos del Congreso?

Captar ese tipo de momentos es el trabajo de los fotógrafos del Congreso, pero ¿cómo es realmente esa profesión?

Los fotógrafos del Congreso tienen una zona especial a los laterales de la bancada del PP y de la bancada del PSOE desde donde disparan la cámara. Desde esas limitantes escaleras deben hacerle fotos a los 350 diputados mientras esperan el momento idóneo para apretar el gatillo de la réflex.

"El Congreso es un sitio muy denso y son muchas horas", comenta Parra. "Estar 4 ó 5 horas que dura un pleno al 100%, mirando a ver quién hace qué es imposible". 

Una foto poderosa puede marcar el rumbo de una campaña electoral, ser usada en contra del que la protagoniza o —como suele hacerse desde hace algunos años— puede ser usada como meme y recorrer todo internet. 

Pero para captar ese tipo de imágenes, los fotógrafos necesitan saber quiénes protagonizarán los momentos más relevantes del día. Para hacer buenas fotos en la Cámara Baja "tienes que estar muy enterado de la actualidad política porque muchas veces la foto no está ni en el hemiciclo ni en la tribuna, puede estar entre 2 diputados que en los últimos días han tenido rifirrafes". 

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"Otras veces hay que estar muy pendiente de quién sale a hablar, a ver qué gestos le hacen los demás. Con la experiencia vas sabiendo a quién y hacia dónde apuntar", explica el fotógrafo. "Esto lo hace mucho Aitor Esteban", continua Parra. "Cuando quiere hablar con alguien, sale y le hace un gesto (que nadie ve) al ministro de turno y a los 2 minutos los tienes a los 2 hablando fuera, así que estás pendiente de eso". 

En definitiva, "tienes que saber dónde está la noticia ese día", pero también se trata de "tener suerte", asegura Parra. 

En muchas de las ocasiones, los fotógrafos buscan una foto más editorial, con una mueca, un gesto o jugando con los planos y los protagonistas de la imagen. Estas instantáneas son el tipo de fotografía en el que los fotógrafos buscan el reflejo de los sentimientos del momento y algunas, pueden pillar con mejor o peor cara a los políticos. 

Los profesionales de la imagen que cubren el Congreso suelen asistir a todos los eventos importantes.

Cada vez que hay una reunión, están allí presentes. "Te dejan hacer [lo que en la jerga de la profesión llaman] un nudo", explica Para. "Te dicen que puedes pasar y te dan un minuto para ilustrar que se han reunido, pero en realidad el fotógrafo de prensa no puede captar la realidad del sentimiento del momento porque se cierran las puertas".

"Antes, en cualquier comisión y en cualquier reunión donde se estuviesen tratando temas importantes para el país, la puerta estaba abierta", cuenta Para, que ha vivido 5 gobiernos diferentes desde que empezó su carrera. "Eso fue todo el inicio de la transición y a posteriori, porque antes se podía fumar y las humaredas que se creaban eran impresionantes", comenta el fotoperiodista a Business Insider España.

"Ahora te dicen 'adiós, gracias' después de haberte dado solo unos segundos para hacer las fotos. En esos segundos los políticos están sonriendo y posando, así que las imágenes están mucho más controladas. Ahora tienes que ser un apretabotones". Y continúa: "Desde hace mucho tiempo, todo está muy controlado y eso tiene que ver con que los gabinetes de comunicación de los partidos quieren dominarlo todo, especialmente la imagen de sus líderes". 

Testigos del clima político

Como en toda empresa, los diferentes departamentos no suelen tener demasiada relación, pero sí se encuentran en la cafetería o en los propios baños. De la misma forma, la Cámara Baja es el lugar donde se dan cita tanto políticos, como taquígrafas ujieres y fotoperiodistas.  

Mientras que los fotógrafos no son capaces de capturar a los políticos en su estado natural fuera de cámaras durante las reuniones, sí que lo hacen en los plenos del Congreso. "Están tan acostumbrados a nosotros que se llegan a olvidar que estamos ahí", comenta Para. 

Tal es la relación que existe entre políticos y fotógrafos que suelen charlar entre ellos a menudo o comentar las fotos que se han ido publicando, afirman los 2 expertos entrevistados por Business Insider España.

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"Yo he meado con varios presidentes del Gobierno al lado", afirma Para. Lo mismo pasa en la cafetería del Congreso: "Te subes a desayunar arriba a la cafetería y ellos también están ahí. Tienes hombro con hombro a cualquier político superconocido", continúa explicando el fotógrafo.

Esa cafetería representa el verdadero clima político. Y aunque no sorprende que los fotoperiodistas mencionen que hoy en día los diputados de Podemos y los de Vox no se dirijan la palabra, sí aseguran que hay mucho respeto entre todos los diputados y suelen ser correctos unos con otros. Sin embargo, en ese ambiente no es posible hacer fotos. 

"Pueden ser extremistas en sus ideas, pero luego son educadísimos e incluso te pueden llegar a invitar a un café", asegura Para. En este sentido, Parra también resalta la buena sintonía de los políticos hacia ellos: "Cuando llegó Abascal al Congreso la gente me preguntaba que cómo era. Yo les respondía que era una persona como el resto, que te pide las cosas por favor y te da las gracias, igual que lo era Pablo Iglesias en su día". 

"Le hice 2 o 3 fotos a Yolanda Díaz que se viralizaron mucho, entonces vino a hablar conmigo para decirme 'vaya semana que me has dado'", cuenta como anécdota el fotoperiodista de agencia.

Los fotógrafos no son solo testigos del clima porque interactúan con los políticos y les ven fuera de cámaras, sino porque también pueden estar cerca de alguna de las conversaciones que mantienen entre ellos en los pasillos del Congreso. 

"Si lo escucho no es mi problema, porque yo no pongo la oreja para ver qué están hablando", cuenta Parra. De hecho, el fotógrafo también asegura que en alguna ocasión empleando el humor les ha dicho que se estaba enterando de todo, "porque se les oye".  

El famoso "mira que eres cabezón" que le propinó María Jesús Montero a Pablo Iglesias se produjo en una de esas situaciones en las que los políticos "se olvidan" que hay más gente a su alrededor. A plena puerta abierta, los 2 ministros del Gobierno de coalición mantenían una intensa conversación a vista del que pasara por allí. 

La relevancia de aquellas imágenes venía dada por el contexto político que se estaba viviendo y, como dice el dicho, "una imagen siempre vale más que mil palabras".