Claire Sturzaker hizo su primer viaje como mochilera en solitario gratis. Ahora, ha estado en 40 países y tiene consejos para otros viajeros con poco presupuesto como ella.

"Cuando hacía estos viajes de mochilera, la verdad es que no me lo podía permitir", cuenta a Businesss Insider Claire Sturzaker, autoproclamada nómada, sobre sus primeros viajes. 

Sturzaker, conocida en Instagram como Tales of a Backpacker, es una viajera a tiempo completo que ha estado en 40 países. También escribe un blog sobre sus experiencias y comparte sus consejos.

Sturzaker, nacida en Reino Unido, suele viajar sola. Su primer viaje en solitario lo hizo a un rancho de Wisconsin cuando tenía 19 años. Pasó un verano explorando un nuevo país, trabajando en un rancho y cobrando.

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"Nunca había trabajado en un rancho. Me entusiasmaba la idea de montar a caballo en un país tan bonito y ganar dinero mientras lo hacía", explica. "En teoría, era un viaje gratis. Gané suficiente dinero para pagarlo y lo disfruté mucho".

Ahora, 20 años después, Sturzaker sigue viajando por el mundo y ahorrando dinero mientras lo hace. 

Sturzaker recomienda buscar un programa en el que puedas trabajar unas horas al día a cambio de alojamiento y otras ventajas.

Sturzaker comenta a Business Insider que no utiliza trucos de viaje para los vuelos, por lo que suele acabar pagándolos. Pero ahorra en alojamiento gracias a programas de intercambio de trabajo similares al rancho de Wisconsin. 

"Trabajas unas horas al día a cambio de alojamiento", explica, y añade que también suele haber otras ventajas, como comida gratis, clases de idiomas y visitas guiadas. 

Sturzaker cuenta que ha participado en programas de intercambio laboral en Estados Unidos, Reino Unido, México y Perú. Ha trabajado como redactora para un blog de viajes y como recepcionista en varios albergues, incluido uno en Ciudad de México.

"Me quedé en Ciudad de México un par de meses porque me encantaba. Recibía a los huéspedes, les enseñaba dónde estaban las cosas, limpiaba las cocinas y cambiaba las camas".

Sturzaker asegura que disfruta con estos programas y que aún le sobra tiempo para explorar su destino. 

"Haces tu trabajo durante unas horas y luego te vas a explorar. Luego tienes días libres", explica.

Otra forma de conseguir alojamiento gratuito es cuidando mascotas o casas, señala Sturzaker.

Para los que prefieren tener su propio espacio en lugar de alojarse en un albergue, Sturzaker recomienda cuidar casas y mascotas.

"He hecho de canguro un par de veces para unos amigos en Barcelona y en Estados Unidos", comenta.

"Puedes conseguir alojamiento gratis, solo tienes que intentar mantener vivo al gato", bromea.

Sturzaker también se ha unido recientemente a Trusted Housesitters, una comunidad en la que propietarios de casas y mascotas pueden encontrar canguros que trabajen a cambio de quedarse en su casa. Según Sturzaker, cuidar mascotas le da la oportunidad de darse un capricho que normalmente no puede darse.

"Sentir que soy la dueña de mi propia casa es muy agradable", comenta, y añade que puede preparar buenas cenas, invitar a alguien a casa o simplemente ver una película en el sofá.

"No puedo hacer eso cuando estoy en albergues", afirma.

Sturzaker explica que le gustan los programas de cuidado de mascotas y de intercambio de trabajo porque siente que ambas partes obtienen algo. 

"No pido limosna. No estoy pidiendo dinero a personas que no pueden permitirse el lujo de prescindir de nada", puntualiza. "Pero creo que cuando o bien trabajas a cambio de alojamiento gratuito, o bien alguien está de vacaciones, así que te quedas en su casa y cuidas de su mascota, es un intercambio justo".

Sturzaker afirma que cuando se trata de explorar, hay muchas cosas gratis que hacer allá donde vayas.

Cuando no estés trabajando o cuidando mascotas, Sturzaker recomienda pasar el tiempo libre explorando, pero gratis. 

"Haz cosas gratis dondequiera que estés", comenta Sturzaker, y añade que muchos destinos tienen visitas y museos gratuitos. A Sturzaker también le gusta observar a la gente y conocer a los locales. 

"Creo que a veces la gente asume que viajar tiene que ser caro para que sea una experiencia increíble, y en realidad he descubierto que es todo lo contrario", afirma Sturzaker. "Si puedes mantener una conversación con la gente o ir a comer a casa de alguien, no tiene por qué costar nada, pero es mucho más valioso que alojarse en un hotel de lujo".