Los últimos datos disponibles confirman que las vacunas de Pfizer y Moderna suponen un pequeño riesgo de problemas cardiacos: son poco frecuentes y los beneficios superan los riesgos

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Reuters

  • Los asesores para la vacunación contra el COVID-19 de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han confirmado que las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna implican un pequeño riesgo de problemas cardiacos en los hombres más jóvenes, pero subrayan que los beneficios "superan los riesgos".
  • Así lo han asegurado los científicos en la reunión del comité celebrada este lunes para presentar los datos registrados durante el segundo trimestre de las vacunas aprobadas en Estados Unidos, explica The New York Times.
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Las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech y Moderna suponen un pequeño riesgo de problemas cardiacos en los hombres más jóvenes.

Así lo han confirmado este lunes los asesores de vacunación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en una información recogida por The New York Times.

En la reunión del comité, la doctora Sara Oliver, científica de los CDC, presentó nuevos datos aún no publicados provenientes de Covid-Net, el sistema de vigilancia hospitalaria activado en Estados Unidos para la pandemia.

Las tres vacunas aprobadas en Estados Unidos —Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson— han demostrado una protección sólida para prevenir casos graves por COVID-19 en la población desde abril hasta julio, periodo en el que la variante delta se convirtió en dominante en el país.

La efectividad de las inyecciones para evitar hospitalizaciones osciló entre el 75% y el 95%, incluso con la introducción de la variante más contagiosa, aunque la efectividad contra la infección ha oscilado entre el 39% y el 84%.

"Todas las vacunas siguen siendo eficaces para prevenir hospitalizaciones y enfermedades graves. Pero pueden ser menos eficaces en la prevención de infecciones y enfermedades leves recientemente", ha afirmado Oliver en declaraciones recogidas por CNN.

Los CDC confirman el riesgo de inflamación cardiaca en las vacunas de ARNm

Durante la presentación los expertos afirmaron que a tenor de los datos se podía asegurar que las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna suponen un pequeño riesgo de problemas cardiacos poco frecuentes.

"Los científicos también confirmaron que las inyecciones de Pfizer-BioNTech y Moderna confieren un pequeño riesgo de problemas cardiacos en los hombres más jóvenes, pero que los beneficios aún superan los riesgos", subraya The New York Times.

La miocarditis y la pericarditis son afecciones inflamatorias del corazón. Entre sus síntomas se incluyen dificultad para respirar, latidos cardiacos fuertes, palpitaciones y dolor en el pecho.

A principios de junio un estudio publicado en el Diario Oficial de la Academia Americana de Pediatría alertó de la posibilidad de que la inflamación cardiaca constituyera un efecto secundario poco frecuente de la vacuna de Pfizer.

Los CDC y otros organismos de salud pública, como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), comenzaron a investigar casos de inflamación cardiaca después de que el Ministerio de Salud de Israel informara de algunos efectos detectados entre su población vacunado.

Los datos de dos sistemas de vigilancia de seguridad de vacunas de los CDC publicados en junio, detectaron que un número mayor de lo esperado de hombres jóvenes había experimentado algún tipo inflamación del corazón después de su segunda dosis de las inyecciones de ARN mensajero, es decir, las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna.

En concreto, se observaron 283 casos de inflamación cardiaca después de la segunda dosis de vacuna en personas de 16 a 24 años. Cuando las expectativas para ese rango de edad, según las tasas de incidencia entre la población general, se sitúan entre los 10 y los 102 casos.

"Es importante comprender que se está realizando una evaluación cuidadosa de los informes y no se ha concluido que las vacunas de ARNm COVID-19 causen miocarditis o pericarditis", aseguró Pfizer en un comunicado publicado por aquel entonces.

Algo que ahora sí confirman el panel de experto de los CDC de acuerdo a los nuevos datos recogidos por los organismos. En Europa, ya en julio, el comité de seguridad de la EMA (PRAC) llegaba a una postura similar.

"La miocarditis y la pericarditis pueden ocurrir en casos muy raros después de la vacunación", afirman en comunicado.

El comité europeo concluyó entonces que los casos detectados ocurrieron principalmente dentro de los 14 días posteriores a la vacunación, más a menudo después de la segunda dosis y en hombres adultos más jóvenes. 

A pesar de estos datos, en un momento en el que el debate de fondo gira en torno a la necesidad y el momento de una dosis de refuerzo, cabe subrayar las declaraciones de Oliver por las que "los beneficios [de las vacunas] aún superan los riesgos".

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