La infección grave con COVID-19 duplica las posibilidades de morir en tan sólo un año, según un estudio

Persona mayor con COVID-19.

REUTERS/Gleb Garanich

  • Los episodios de COVID-19 grave aumentan en un 233% las posibilidades de morir en los próximos 12 meses entre los adultos menores de 65 años de edad.
  • La comparación es incluso mayor para este grupo de edad que para los mayores de 65 años, que se consideran personas de riesgo de desarrollar peores episodios de COVID-19.
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El COVID-19 grave aumenta considerablemente las probabilidades de fallecer en tan sólo un año, incluso para las personas que no pertenecen a grupos de riesgo.

Un estudio, publicado este mismo miércoles en Frontiers in Medicine, ha encontrado que el riesgo de mortalidad a los 12 meses entre los adultos menores de 65 años, que están hospitalizados con COVID-19, aumenta en un 233% con respecto a los que son COVID-19 negativos

De facto, la cifra es incluso mayor que para el aumento de la mortalidad en los mayores de 65 años de edad —uno de los grupos poblacionales más vulnerables al COVID-19 grave—, en comparación con los negativos en SARS-CoV-2. 

"Este estudio proporciona evidencia de que el mayor riesgo de muerte por COVID-19 no se limita al episodio inicial del COVID-19, sino que un episodio grave de COVID-19 conlleva un riesgo sustancialmente mayor de muerte en los siguientes 12 meses", advierten los investigadores. 

Además, evidencian los hallazgos, la mayoría de los fallecimientos se debieron a causas distintas de las respiratorias o cardiovasculares.

"Dado que estas muertes no fueron por una causa directa de fallecimiento por COVID-19, entre estos pacientes que se han recuperado del episodio inicial, estos datos sugieren que el daño biológico del COVID-19 y el estrés fisiológico del COVID-19 es significativo", recalcan.

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Los investigadores han analizado las historias clínicas electrónicas de más de 13.600 pacientes, que recibieron seguimiento durante 12 meses después de pasar por el centro. Y clasificaron como COVID-19 graves a aquellos pacientes que fueron hospitalizados dentro de los 30 primeros días, después de confirmarse el contagio

Además, ajustaron el análisis según la edad, el sexo y las comorbilidades de los individuos.

"De los 13.638 pacientes incluidos en esta cohorte, 178 tenían COVID-19 grave, 246 tenían COVID-19 leve / moderado y 13.214 eran negativos para COVID-19", describen. Y de esta, en un transcurso de 12 meses, murieron 2.686 personas.  

"El riesgo de mortalidad por todas las causas ajustado a 12 meses fue significativamente mayor para los pacientes con COVID-19 grave en comparación con los pacientes negativos para COVID-19 y los pacientes con COVID-19 leve", concluyen. 

Los datos revelan que la gran mayoría de las muertes —un 79,5% de las mismas— se debieron a causas distintas a las complicaciones que suele provocar la enfermedad del coronavirus: respiratorias o cardiovasculares.

El COVID-19 se llevó el año pasado más de 74.000 vidas, un 240% más de las que causa el cáncer más mortal en España

En 2020, en España, fallecieron más de 74.000 personas con COVID-19. A día de hoy, se han contabilizado cerca de 88.000 fallecidos contagiados con el SARS-CoV-2. 

Estas cifras representan un 152% de la principal causa de muerte en el país —las isquemias de corazón—, un 241% de las muertes por el cáncer más mortal —el tumor maligno de pulmón y bronquios— y hasta un 8200% si se compara con las muertes por gripe —la enfermedad con la que suele compararse el COVID-19—. 

La región europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) —que incluye regiones como Rusia o Bielorrusia— espera que las muertes para la primavera de 2022 aumenten a 2,2 millones de casos. Pero la noticia había llegado antes de que ómicron se identificase como una posible variante más peligrosa que delta, la última variante de preocupación catalogada como tal por la OMS.

"En un momento en el que casi todas las hospitalizaciones por COVID-19 se pueden prevenir, este estudio apunta a una secuela importante y poco investigada de COVID-19 y la correspondiente necesidad de prevención", insisten los autores de la investigación.

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