“Invertir en criptomonedas es muy peligroso, esto es otro mundo”, asegura el CEO de la empresa que ha creado EURM, un euro digital preautorizado por el Banco de España

Álex Saiz Verdaguer, CEO y fundador de MONEI, hace hincapié en que el EURM, el primer euro digital con evaluación previa favorable del Banco de España, no es una criptomoneda. Es otro mundo, afirma, y es algo que hay que resaltar desde el principio. 

En un momento como el actual, de creciente desconfianza en el sistema criptográfico, provocada por la quiebra de algunas grandes empresas que se creían intocables, incidir en las diferencias es una obligación para Saiz, cuya empresa ha sido la primera en recibir la anuencia provisional del Banco de España para la creación de esta versión digital del euro. 

¿Qué es el EURM?

El EURM es una moneda estable (stablecoin) con paridad 1:1 con el euro. Se ha creado sobre la blockchain de Ethereum por la gran penetración y el potencial que tiene la parte de smart contracts de esta cadena de bloques, explica el CEO de MONEI.

Esta empresa, que es una fintech "que simplifica y agiliza los pagos digitales", lleva 2 años trabajando en este proyecto: "Y no nos han dado el visto bueno a la primera, hemos tenido que modular mucho la oferta. Hemos trabajado internamente y también en conversaciones con el Banco de España", comenta su fundador.

Es totalmente gratuito y para utilizarlo solo será necesario un teléfono móvil para poner los tokens en uso. Cada EURM representará un euro físico, cuyo total será custodiado en 2 cuentas de salvaguarda de BBVA y Caixabank.

Aunque esté preautorizado por el Banco de España, Saiz subraya que "no es el euro digital oficial, puesto que este tendrá que ser impulsado por el Banco Central Europeo". No obstante, y aunque deje claro que es muy temprano para realizar este tipo de afirmaciones, sostiene que "es probable que ambas monedas se fusionen en el futuro". 

El próximo paso es entrar en una fase de pruebas, en la que su uso quedará restringido a particulares, y no a empresas ni a la Administración. Quieren comprobar, señala Saiz, si aguanta 100.000 transacciones por segundo y también profundizar en las medidas para evitar el blanqueo de capitales.

Si todo va bien, confían en que pueda estar en circulación oficialmente en un plazo entre 6 y 12 meses. 

"No tiene nada que ver con el euro digital oficial"

Desde el Banco de España, en declaraciones a Business Insider España, hacen hincapié en que el proyecto de Monei EURM se ha presentado en la cuarta convocatoria del sandbox y cuenta con una "evaluación previa favorable (es decir, es provisional hasta la firma del protocolo) del Banco de España para pasar a la siguiente fase". 

En ella, explican, "se negociará el protocolo de pruebas con el promotor: se analizarán los detalles, los participantes, los plazos para las pruebas, las garantías presentadas... Que se formalizarán en un protocolo de pruebas que aún no está firmado y que es imprescindible para poder comenzar la fase de pruebas. No se ha determinado aún ni la duración ni la fecha de inicio de las pruebas".

El proyecto de EURM, detallan en el Banco de España, "presenta una solución que usa la tecnología blockchain para realizar operaciones de pago por medio de un token digital estable frente al euro y vinculado potencialmente a bonos del Tesoro verdes". 

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Este proyecto, subrayan, "no tiene nada que ver este proyecto con el euro digital. No se trata de un prototipo ni de una prueba piloto para el euro digital. De hecho, no se puede llamar euro digital a la moneda que emitan en las pruebas. El euro digital es un proyecto liderado por el BCE y el Eurosistema que, actualmente, está en fase de investigación". 

En este sentido, "el BCE anunció en septiembre la selección de 6 empresas para desarrollar conjuntamente un prototipo con el que comprobar el funcionamiento del diseño que se está decidiendo y el promotor (Monei EURM) no está entre ellas".  

El Banco de España, agregan, "no ha decidido que Monei Digital Payments lidere ningún proyecto relacionado con el euro digital (no puede hacerlo unilateralmente) y el resultado de las pruebas de Monei no tendrá ninguna relación ni ninguna repercusión en el desarrollo del euro digital que está estudiando el Eurosistema".

Euro Vs EURM

¿Qué diferencia hay entre pagar con EURM o hacerlo online con el euro tradicional? En realidad, indica Saiz, habrá mucha gente que ni se dará cuenta de que está moviendo EURM y no euros.

El euro de siempre, continúa, se mueve por unos raíles tradicionales, y este lo hace por otros mucho más modernos y seguros (que son los de la blockchain), pero el consumidor seguirá viendo el símbolo del euro, "es muy probable que la experiencia del usuario sea la misma que tiene hoy". 

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Es igual, pero sin serlo, ¿por qué? En primer lugar, detalla su creador, porque es inmutable, una transacción no se puede modificar, "si ahora mismo 2 personas se transfieren dinero, hay 2 interlocutores: los bancos de cada una de las personas; con el euro digital habrá miles de millones de puntos que certificarán esa operación". 

La otra gran diferencia, concluye, "es el enorme potencial tecnológico que tiene". 

Quizá sea este euro digital, el del Banco de España o el del Banco Central Europeo, pero Saiz tiene muy claro que "nuestros hijos usarán euros digitales. De eso no me cabe ninguna duda". 

No son criptomonedas 

Esa generalización en el uso del euro digital que pronostica Saiz, deja fuera a las criptomonedas convencionales. No tienen paridad con una moneda estable, son muy volátiles, "es un problema estructural que tienen. Llevamos ya muchos años con bitcoin o ethereum y no hay ni un solo caso específico en el mundo de pagos con criptomonedas". 

"Invertir en criptomonedas es muy peligroso, quién quiera que se la juegue, pero yo recomiendo comprar acciones de Disney, de Microsoft o un piso. Las stablecoins son otra cosa: es usar la tecnología y darle un marco jurídico y regulatorio muy robusto al usuario". 

Esa es otra de las grandes diferencias entre el euro digital y las criptomonedas, resalta: "Aquí hay un regulador que supervisa y acredita que todo se hace bien. Tiene el respaldo de un ente que protege al consumidor. No es el caso de las criptomonedas, en las que están dejados de la mano de Dios".