Nuevas 'fintech' aterrizan en España pese a las turbulencias del sector: los expertos anticipan compras y fusiones que darán lugar a 'superapps'

Las fintech siguen llegando a España.

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Digitalización de pagos, aplazamientos de compras, gestión digital de las facturas o tarjetas de débito con aplicaciones son algunos de los servicios que ofrecen las fintech

Una amplia variedad de actividades y de empresas se engloban en este ecosistema, aunque por el momento no aglutinan un gran volumen de clientes. Algo que podría cambiar si siguen adelante con sus planes de expansión. 

El Banco de España advertía recientemente sobre la dificultad que existe para obtener información sobre las fintech y cómo podría afectar a la estabilidad financiera, dado que restringe la capacidad de reguladores y otros actores del mercado para evaluar los riesgos de esta actividad. En el artículo, con el título Las empresas fintech: panorama, retos e iniciativas, sus autoras apuntan que, desde 2010, este tipo de empresas ha proliferado, enfocándose a menudo en segmentos específicos del mercado. 

“Por el momento, el segmento fintech presenta una dimensión muy reducida en comparación con el tamaño del conjunto del sector financiero”, escriben.

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“No obstante, el alcance simultáneo en varias actividades de la cadena de valor del sistema financiero, el elevado ritmo de crecimiento y la globalización (las fintech se encuentran en casi todas las jurisdicciones y las grandes tecnológicas o Big Tech tienen presencia global) aconsejan un seguimiento continuo. Sin embargo, se trata de una tarea ardua, debido a la falta de información estadística adecuada y armonizada sobre las fintech”, añaden. 

Los cálculos de Banco de España basados en varias fuentes apuntan que, en España, hay alrededor de 677 fintech, de las que únicamente unas 95 estarían registradas en un registro oficial. 

Suma y sigue: llegan nuevas empresas a España

En los últimos meses, compañías como Silvrr (la marca para Europa del neobanco asiático Akulaku), Pixpay, Talenom o Treezor han aterrizado en España. Se suman a fintech de mayor tamaño, Revolut, N26 o Trade Republic, que ya llevan un tiempo operando en nuestro país. 

Akulaku nació hace en 2014 en Yakarta, explica Ignacio Olivera, responsable de Desarrollo de Negocio en España de Silvrr, la marca con la que grupo Akulaku está desembarcando ahora en Europa, en una entrevista con Business Insider España. Esta fintech nació como una empresa de pago aplazado, servicios de compra ahora y paga después para, posteriormente, acabar comprando un banco indonesio tradicional al que acabó transformando en un neobanco en 2022. 

En ese camino, Akulaku ha ido obteniendo el respaldo de grandes fondos como Sequoia o Ant Financial (del gigante chino, Alibaba que participa en su capital desde una ronda serie D de 2018)

Olivera, procedente de la banca tradicional, donde ha sido director del crédito y pagos al consumo de Sabadell o director de soluciones de crédito al consumo de CaixaBank, explica que la aproximación al mercado europeo quiere seguir la línea de lo logrado en Asia, aunque son conscientes de la singularidad de cada mercado. En el caso de Europa, se trata de un mercado más maduro y bancarizado. 

La puerta de entrada de Silvrr en Europa, y en España, serán los servicios de compra ahora y paga después (BNPL), pero con el objetivo de captar clientes dentro de un modelo de banca digital. 

Olivera explica que uno de los problemas de grandes neobancos o fintech es que los ratios de utilización son muy bajos porque no les ofrecen otros servicios que pueden aumentar el uso de estas plataformas, como seguros o préstamos personales. 

Vientos de cambio en el mercado europeo 

El reciente anuncio de Klarna, la gran fintech sueca de BNPL, de que iba a despedir a un 10% de su plantilla (unos 7.000 empleados en total) tras haber empeorado el entorno macroeconómico ha hecho saltar las alarmas. La guerra de Ucrania ha frenado en seco la recuperación económica que se esperaba a nivel mundial tras la salida de la pandemia. 

El elevado precio de la energía y una inflación que ya no se vislumbra tan coyuntural, junto a los cuellos de botella en las cadenas de suministro, apuntan hacia una ralentización del consumo. Un impacto en la línea de flotación de este tipo de aplicaciones. 

Olivera explica que a ellos también les afecta el cambio de escenario pero que, al no haberse lanzado todavía, tienen un mayor margen de maniobra sin tener que introducir cambios. 

Por su parte, Beatriz Arce, country launcher de España de la fintech Pixpay, explica que en este contexto internacional tienen una actitud, por un lado, "prudente" y, por otro, "de alerta y atención". 

Pixpay es una fintech que ofrece a los adolescentes de más de 10 años una alternativa a los bancos tradicionales para poder tener una tarjeta de débito y que a los padres les ofrece la posibilidad de controlar los movimientos de sus hijos con su propia aplicación. Fundada en Francia en enero de 2019 por Benoit Grassin, Nicolas Klein y Caroline Ménager, llegó al mercado español en 2021. 

Arce explica que su modelo de negocio está basado en el pago de una tarifa mensual de 2,99 euros al mes. Y señala que este precio más bajo que otro tipo de suscripciones puede protegerles en un contexto de potenciales recortes de gasto por parte de las familias. 

Los fondos miran con cautela las nuevas inversiones

Este contexto de incertidumbre también se nota en los movimientos de los grandes fondos de inversión. Si hasta hace unos meses, dentro del negocio fintech, se sucedían rondas millonarias, parece que ahora los grandes inversores han pisado el freno. 

Fuentes consultadas por Business Insider España apuntan que más que un frenazo en las inversiones, lo que sucede es que el escenario anterior era anormal por el alto volumen de capital que estaba fluyendo en este tipo de inversiones. Hay que tener en cuenta que los tipos de interés están en negativo en Europa desde 2016, por lo que conseguir rentabilidades para los inversores era complicado. 

Ahora, a esta incipiente vuelta a la normalidad de la política económica se suma un escenario macroeconómico complicado, por lo que las inversiones se analizarán al milímetro. 

"Antes parecía más importante crecer a toda costa y se buscaban modelos de crecimiento rápido; ahora se está poniendo el foco en modelos rentables", apunta Arce. 

El sector tiende hacia las fusiones y compras

Otra de las tendencias que se verá en el sector será la concentración. A pesar de que el negocio financiero digital todavía está en una etapa inicial, las grandes empresas del sector ya hablan de superapps donde englobar varios servicios. 

En un modelo de negocio de escala, donde para rentabilizar las inversiones tecnológicas es necesario el volumen, todo indica que la tendencia pasará por la concentración para poder crear empresas más grandes frente a la atomización actual. 

El grupo finaldés Talenom acaba de comprar Nomo, la fintech especializada en la gestión de autónomos y micropymes que había desarrollado Banco Sabadell dentro de su venture builder Innocells. 

Somos un negocio muy de nicho que busca prestar servicios al autónomo y a las micropymes de entre 0 y 10 trabajadores, que básicamente lo que tienen que hacer es resolver y focalizarse en hacer funcionar su negocio”, explica Xavier Capellades, CEO de Nomo, en una entrevista con Business Insider España. 

“Se está viendo bastante movimiento en el sector”, explica Capellades al hablar de las últimas adquisiciones que ya se han producido, como la de Holded, especializada en un software de gestión, por parte de la noruega Visma, que se hizo con Declarando. Qonto, por su parte, acaba de comprar el neobanco alemán Penta.

Capellades apunta que el mercado español tiene unos 6 millones de clientes potenciales, según calculan, por lo que es una plaza apetitosa para las grandes empresas

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