Si tienes una gata en casa, es importante entender su ciclo de celo. Durante este tiempo, tu mascota experimentará cambios hormonales que pueden afectar su comportamiento y salud. 

Lo primero de todo es entender los tiempos. Los felinos crecen muy rápido y desde los 6 meses puede empezar a desarrollar su apetito sexual. Sin embargo, es muy pronto y no es nada recomendable que se apareen a estas edades. Cuando cumplan un año de vida sí estará desarrollada por completo.

¿Cómo es el ciclo de celo?

El ciclo de celo de una gata se refiere al proceso reproductivo que experimentan. Suele darse dos veces al año, en primavera y en otoño,  y va acompañado de cambios hormonales y comportamentales.

Tiene 4 fases. En la primera, proestro, la gata, por lo general, está más cariñosa y puede verse una ligera hinchazón en la vulva y algunas gotas de sangre en la orina. Suele durar uno o dos días.

Después viene la fase de estro, cuando alcanza la máxima fertilidad. La hinchazón y empieza a buscar pareja sexual. Esto puede ir acompañado de un comportamiento más agresivo o inquieto, además del aumento de maullidos. Dura entre 4 y 10 días.

Si la gata no queda embarazada durante el estro, entra en la fase de diestro. Los niveles hormonales vuelven a la normalidad y se volverá menos activa. Dura de 10 a 14 días.

Por último, el anestro es el período de descanso entre los ciclos de celo. Durante esta fase, el animal no mostrará señales de celo y no será fértil.

¿Cuánto tiempo dura?

La duración puede variar, pero el ciclo completo suele durar alrededor de 21 días, pudiendo tener una variación de 14 a 28 días. 

Si quieres evitar todo este proceso e incluso tener camadas no deseadas, lo mejor es la castración. Los gatos son animales muy fértiles, pudiendo llegar a tener hasta 3 camadas al año con 4 o 5 crías.