La lactancia materna es una de las formas más saludables de alimentar a un bebé. La leche materna es rica en nutrientes y anticuerpos que ayudan al bebé a desarrollar un sistema inmunológico fuerte. 

Pero también es compleja y muy dura para las madres. Conservar la leche es una forma de poder gestionar mejor la lactancia y, en estas, es importante saber cuánto tiempo puede durar en la nevera sin que se eche a perder.

La respuesta a esta pregunta no es nada sencilla porque depende de varios factores, incluyendo la temperatura de la nevera, la frescura de la leche y la higiene del recipiente de almacenamiento.

En general, la leche materna se puede almacenar en la nevera durante un máximo de 4 días. Sin embargo, la duración puede variar dependiendo de la temperatura de la nevera. Si la temperatura de la nevera es inferior a 4 °C, podría durar hasta 8 días en la nevera, según la Academia Estadounidense de Pediatría.

Nada comparable a lo que puede aguantar si se almacena en un congelador. La leche materna se puede congelar durante un máximo de 6 meses y, una vez descongelada, puede durar en la nevera hasta 24 horas.

Si no quieres congelarla, pero sí tenerla en la nevera, asegúrate de que la almacenas adecuadamente siguiendo. Primero, es fundamental que la conserves inmediatamente después de extraerla. Puede aguantar unas 4 horas a temperatura ambiente (siempre que no supere los 25 °C), pero lo mejor es refrigerarla cuanto antes.

Además, debes utilizar un recipiente de almacenamiento adecuado, hermético, limpio y esterilizado. Lávate manos antes de manipular la leche y evita tocar la parte interior del recipiente.

Antes de almacenar la leche materna en la nevera, etiqueta el envase con la fecha en la que se extrajo la leche. Esto te ayudará a realizar un seguimiento de la duración de la leche materna y asegurarte de que no la usas en mal estado.