Un estudio en ratones explica por qué debes dormir a pierna suelta después de sufrir un pico agudo de estrés o ansiedad

Marge Simpson

Fotograma de Los Simpson

El estrés es un eficiente mecanismo del organismo para activar el estado de alerta o escapar de un peligro. No obstante, tras un pico agudo en el que el cerebro segrega hormonas como la adrenalina o el cortisol, es normal que te sientas exhausto. ¿Cuál es la mejor solución? Según una nueva investigación revisada por pares en Science,la fórmula mágica no es otra que dormir.

Los investigadores llegaron a esta conclusión tras un controvertido experimento realizado en ratones. Estos fueron obligados a luchar en una jaula. Una semana después, ponen un segundo ratón en la misma jaula. El primero suele ganar la pelea. Aquellos que pierden sufren un fenómeno que también padece el ser humano: se llama estrés por derrota social. 

¿Cuál fue el principal hallazgo? Los ratones que perdían se quedaban inmediatamente dormidos tras la trifulca: la siesta provocaba que los signos de estrés en su cuerpo comenzasen a desaparecer. 

"Intuitivamente, quedarse dormido después de experimentar estrés puede no parecer lógico: Casi todos Los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad se caracterizan por anomalías del sueño"., escribieron los científicos Marian Joëls y E. Ronald de Kloet en su artículo. A su vez, la falta del sueño aviva los estados ansiosos y depresivos. También el cambio climático deteriora el descanso

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La clave está en el carácter de este tipo de estrés: el experimento se centra en los picos de estrés agudo, y no en el estrés crónico a largo plazo. Sus descubrimientos podrían arrojar luz y ayudar a desarrollar nuevos tratamientos para personas que han vivido un fenómeno similar, como un accidente o un desastre natural. 

Examinando el cerebro de los roedores obligados a luchar, encontraron que cuando perdían la pelea, una pequeña región de células ubicadas en una región de su cerebro (el VTA) enviaba señales al hipotálamo lateral. "Ese camino en particular es clave para el sueño reparador después de la derrota social, evitando un estado de ansiedad duradero", reza el artículo. 

Este tipo de células no son las neuronas de dopamina involucradas en el estímulo y la recompensa, sino que se trata de neuronas GABA. El camino cerebral estudiado les ayuda a los perdedores a dormir bien —tanto en fase de sueño profundo como no profundo—, así como para sobrellevar el impacto psicológico de la derrota. 

El camino tiene su correlación con la segregación de hormonas: dormir después de perder normaliza las concentraciones elevadas de corticosterona en plasma y mantiene a raya la ansiedad. 

Hay muchas incógnitas por delante, como estudiar una mayor comprensión de las vías cerebrales relacionadas con el sueño y la ansiedad y averiguar la interrelación exacta entre las mismas. Conocer estos pasos podría orientar nuevos tratamientos en terapia cognitiva, farmacoterapia o, en un futuro, avances genéticos, aseguran sus responsables. 

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