La escalada del oro todavía no ha tocado techo: Goldman Sachs y HBSC apuntan a la debilidad del dólar como palanca para nuevas subidas hasta final de año

Un empleado clasifica barras de oro en la planta de separación de oro y plata de Austria "Oegussa" en Viena
  • El oro lleva estando en boca de la mayoría de los analistas gran parte de lo que va de año.
  • Muchas firmas de análisis y bancos de inversión han puesto foco en este activo, puesto que consideran que con las perspectivas económicas puede tener bastante potencial en lo que resta de ejercicio y, por extensión en 2021.
  • La última actualización de Goldman Sachs y HSBC sobre las estimaciones para la commodity desvelan un mayor potencial.
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El oro lleva estando en boca de la mayoría de los analistas gran parte de lo que va de año. Muchas firmas de análisis y bancos de inversión han puesto foco en este activo, puesto que consideran que con las perspectivas económicas puede tener bastante potencial en lo que resta de ejercicio y, por extensión en 2021.

Durante los últimos meses muchas entidades han publicado sus pronósticos altamente optimistas con respecto al metal dorado. Más aún, teniendo en cuenta que muchos inversores agrandan sus apuestas por la condición que tiene como refugio, al menos en el corto plazo.

No obstante, la última actualización de Goldman Sachs y HSBC sobre las estimaciones para la commodity desvelan un mayor potencial. Los analistas de la entidad financiera norteamericana están respaldando aún más el recorrido que puede trazar el oro, debido a la “degradación económica”, pero especialmente “al debilitamiento del dólar”. 

El oro cotiza por encima de los 1.730 dólares la onza y su precio lleva relativamente estancado en los últimos 2 meses, ya que las esperanzas de contener la pandemia aumentaron el sentimiento de riesgo y detuvieron la recuperación provocada por la propagación mundial del COVID-19 a mediados de marzo.

En una última nota distribuida a sus clientes, Goldman Sachs actualizó sus pronósticos para los precios del oro a 3, 6 y 12 meses con los siguientes objetivos: 1.800, 1.900 y 2.000 dólares, respectivamente, desde los 1.600, 1.650 y 1.800 dólares que había pronosticado anteriormente

Estos expertos atribuyeron esta reciente previsión al conflicto entre el shock negativo del “ahorro” de los consumidores de los mercados emergentes y a una demanda positiva de inversión “impulsada por el miedo” en los mercados desarrollados.

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En abril y mayo, las importaciones de oro de la India se desplomaron en un 99%, mientras que el Banco Central de Rusia dejó de comprar dicho metal precioso tras el reciente colapso de los precios del petróleo, provocado por la falta de acuerdo entre la OPEP + y sus aliados frente a los recortes de suministro.

Mientras tanto, la demanda anual de monedas de oro ha aumentado un 30%, el peso total del oro en los ETF (fondos cotizados) ha aumentado un 20% interanual y hay una gran cantidad de demanda latente del metal, según el equipo de análisis del banco estadounidense.

Sin embargo, como han argumentado en el pasado, la demanda de inversión en oro tiende a crecer en “la etapa inicial de la recuperación económica”, impulsada por las continuas preocupaciones por “la degradación y los tipos reales más bajos”, relata el informe. Esta degradación se refiere a una depreciación de las divisas. Por lo general, ofrece más dinero para el gasto público al tiempo que aumenta la inflación.

Potencial a largo plazo, pero incertidumbre en el corto plazo

La incapacidad del oro para ganar tracción también podría atribuirse al cansancio del mercado de lingotes de su correlación con la volatilidad, según publica en un informe al que ha accedido Business Insider el analista jefe de HSBC, James Steele. 

Steele sugiere que la recuperación económica inevitablemente pesará sobre el oro, pero los impulsores fundamentales de los precios del metal deberían ser “el entorno de bajas rentabilidades, los estímulos fiscales y monetarios y el impacto inflacionario en los precios de los activos”.

Aunque el oro puede caer en el corto plazo, el experto de HSBC considera que estos temas primordiales brindan un buen soporte para el metal dorado en los mercados, especialmente ya que la recuperación global está plagada de “posibles dificultades”. Por ejemplo, la posibilidad de que se produzca un aumento en el desempleo cuando expire el programa de protección de cheques de pago del gobierno de Estados Unidos y el histórico paquete de estímulos fiscales podría desencadenar un amplio “movimiento inversor hacia el oro”.

Steele también señala que la crisis geopolítica entre la India y China podría impulsar la demanda de oro. Y es que los 2 países más poblados de Asia también son los importadores y consumidores de oro más grandes del mundo. Una mayor escalada en los riesgos podría “provocar mayores compras de oro”, destaca.

Así, en el corto plazo puede descender, pero debería “mantenerse en los 1.700 dólares la onza”, afirma Steel. A su modo de ver, existe un riesgo suficiente para respaldar el activo a medida que se desarrolla el año.

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