Una exempleada del laboratorio de IA de Google, DeepMind, dice que la empresa parece obsesionada con salvar su propia reputación después de ver la luz sus denuncias de acoso y agresión sexual

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Business Insider España
Los logos de Google y DeepMind.
Los logos de Google y DeepMind.
  • Una exempleada de la empresa de inteligencia artificial DeepMind ha profundizado en sus críticas sobre la gestión de las acusaciones de acoso de la compañía.
  • En una segunda carta abierta, esta acusa a DeepMind de intentar desacreditarla para favorecer su reputación pública.
  • En respuesta a su petición de poner fin a los acuerdos de confidencialidad, DeepMind ha dicho que no pide a los trabajadores que firmen acuerdos de confidencialidad durante los procesos de reclamación.
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Una exempleada de la empresa de IA DeepMind, propiedad de Google, ha acusado a la empresa de intentar "desacreditarla" y "salvar su propia reputación" después de que esta hiciera públicas acusaciones de acoso y agresión sexual.

La exempleada, cuya identidad es conocida por Business Insider, hizo público el caso por primera vez en un post en Medium y en una entrevista en el Financial Times el 30 de marzo, En ellas, alegó haber sido víctima de acoso y agresión sexual por parte de un compañero de trabajo de alto nivel hasta 2019. 

Según su relato, el prolongado y engorroso proceso de DeepMind para poner la situación en conocimiento de la compañía y de Alphabet, empresa matriz, no hizo sino incrementar su angustia y su sufrimiento

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Los presuntos incidentes incluyeron "múltiples proposiciones, correos electrónicos y textos grotescos que incluían confesiones explícitas de actos de violencia sexual contra las mujeres y amenazas de autolesión", escribió entonces esta exempleada.

Aunque, por ahora, desea permanecer en el anonimato, esta publicó su primera carta enviada a la empresa para intentar forzar un cambio en DeepMind y en Alphabet

Esto llevó a que el mismo 30 de marzo la directora de operaciones de DeepMind, Lila Ibrahim, enviara un correo electrónico a los aproximadamente 1.200 empleados de la empresa para reconocer la existencia de la misiva y describir el incidente como un "caso complejo". 

"Cualquier incidente de agresión o acoso sexual es aborrecible e inaceptable", dijo entonces, al tiempo que aseguró que la empresa se toma en serio las denuncias.

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"Hay muchos factores que influyen en la complejidad del caso y, por tanto, en la duración de la investigación, incluyendo cuestiones que están fuera de nuestro control", continuó, añadiendo que no podía compartir los detalles del caso.

Pero este miércoles, la exempleada de DeepMind ha criticado esta respuesta en una nueva carta abierta en la que ha acusado a la dirección de DeepMind de estar obsesionada por la reputación de la empresa. 

Esta última comunicación contiene capturas de pantalla de correos electrónicos redactados entre ella y el departamento de Recursos Humanos de DeepMind entre 2019 y 2020 en los que describe que se sentía "aterrorizada" por su acosador.

Su queja, ha contado, tardó muchos meses en resolverse antes de que su acosador fuera despedido a finales de 2020. 

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"Por supuesto, por razones legales, nunca habrá una disculpa o arrepentimiento por parte de la empresa. DeepMind nunca admitirá que las cosas, tal vez, no se manejaron bien", ha detallado. "Pero la dirección de DeepMind puede evitar admitir la culpa y, al mismo tiempo, no minimizar mi experiencia".

A continuación, esta exempleada ha reconocido también que DeepMind ha mejorado sus procesos de reclamación, aunque estas reformas, dice, no han sido lo suficientemente ambiciosas. Así, ha pedido a la empresa que "libere a las víctimas de acoso, agresión e intimidación en DeepMind de sus acuerdos de confidencialidad".

DeepMind se ha negado a comentar algunos aspectos de la nueva carta, aunque un portavoz asegura, por otra parte, que la empresa no pide a los empleados que presentan quejas que firmen acuerdos de no divulgación como parte del proceso.

"DeepMind no pide (y nunca ha pedido) a las personas que plantean sus preocupaciones que firmen acuerdos de confidencialidad como parte del proceso para emitir sus quejas", ha dicho este portavoz. 

"Los empleados que participan en estas investigaciones pueden sin duda hablar con su gerente y su compañero del departamento de P&C [gente y cultura], y pueden compartir los detalles de sus experiencias personales para recibir el apoyo que necesitan".

Este mismo portavoz ha reconocido por otra parte que DeepMind "incluye ciertos requisitos de confidencialidad en los acuerdos de conciliación", pero que los trabajadores son libres de revelar los hechos que consideren oportunos en torno a temas como denuncias de acoso sexual.

La continua repercusión del caso apunta a que es poco probable que desaparezca en el corto plazo el escrutinio que existe hoy sobre DeepMind y la cultura laboral de Google y Alphabet en general.

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DeepMind, que se enorgullece de su reputación como una de las empresas más innovadoras y emocionantes en el ámbito de la inteligencia artificial, ya puso a su cofundador, Mustafa Suleyman, en excedencia tras una denuncia de acoso que antecedió a una investigación. 

Suleyman se fue a Google y luego dejó Alphabet por completo en enero para fundar su propia startup. 

En 2018, cientos de empleados de Google abandonaron sus oficinas en todo el mundo para protestar por la forma en que la firma maneja ciertas denuncias de comportamientos en el seno de la empresa. 

En concreto, el New York Times había informado de que Google había protegido a altos ejecutivos acusados de conductas censurables como el creador de Android, Andy Rubin, que negó siempre estas acusaciones. Posteriormente, Google ha cambiado también su política de gestión de las denuncias de acoso sexual.

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