Dejé un trabajo de seis cifras en Google para convertirme en tatuador profesional: nunca miraré atrás

Este artículo se basa en una entrevista con Daniel Sprague, un joven de 27 años que trabajó en Google en Nueva York y Austin como reclutador. Su puesto ha sido verificado por Business Insider. El texto ha sido editado por motivos de extensión y claridad. 

Entré en Google como reclutador para YouTube en septiembre de 2021 en Nueva York. Cuando me ofrecieron el puesto, al principio dudé, pero al ver la cultura interna de YouTube me di cuenta de que no quería dejar pasar esa oportunidad.  

Mi función incluía tanto la contratación como el reclutamiento, principalmente para puestos de gestión de productos en YouTube. Supervisaba todo el proceso de contratación de los candidatos, desde el contacto hasta la finalización de la oferta. Fue muy emocionante y pude trabajar con gente muy interesante. 

Las cosas cambiaron en octubre de 2022 cuando se congelaron las contrataciones. Entonces me trasladaron a Google para contratar ingenieros ópticos.

No me divertí tanto allí porque la cultura interna es diferente a la de algunas de las empresas que han sido adquiridas por Google, como YouTube. En Google había mucha gente contratada y no había suficiente trabajo para todos. Muchos puestos hacían prácticamente lo mismo. 

Aunque te ascendieran, tus funciones no cambiaban mucho, solo el salario. Progresabas sobre el papel, pero más allá de eso no había una verdadera progresión. 

Aunque estaba previsto que me cambiaran mi contrato de subcontrata al de empleado fijo, empezó la congelación de contrataciones y no había puestos disponibles. Me di cuenta de que sería realmente difícil desarrollar una carrera profesional y encontrar la felicidad laboral allí. 

También me adelanté a los despidos masivos que se avecinaban y de los que todo el mundo estaba hablando. En las noticias se especulaba con la posibilidad de que ocurriera lo mismo en Google. 

No quería esperar a los despidos porque como subcontratado no se reciben muchos beneficios. Todos los empleados fijos recibirían una indemnización, pero como personal subcontratado, te dicen simplemente "adiós". 

Ganaba más de seis cifras en Google, pero decidí que la mejor opción era darle un vuelco a mi carrera y apostar por mi negocio de tatuajes Ever Onward Ink. Ahora mis ingresos han aumentado y me siento más cómodo en mi día a día. (Business Insider ha podido verificar los ingresos de Sprague a través de una copia del correo electrónico de su oferta de trabajo en Google y sus extractos bancarios recientes). 

Pasaba los fines de semana tatuando mientras trabajaba en Google

Empecé a dibujar en el instituto e incluso gané algunos premios Scholastic, pero crecí pensando que el arte no era una forma de ganar dinero. Era un buen pasatiempo, pero había oído hablar del paradigma del artista muerto de hambre y no quería estar sentado en una escuela de arte, sin tener realmente una perspectiva de futuro.

En la universidad, hice algunas galerías y exposiciones en las que creaba obras de arte con la intención de que se coleccionaran. Más tarde, un amigo me introdujo en el mundo del tatuaje. Me parecía un poco peligroso y no quería hacer daño a nadie, así que probé a tatuar en piel falsa y me salió bien. 

Un día, uno de mis amigos me preguntó si quería hacerle mi primer tatuaje. Al principio dije que no porque, sinceramente, tenía miedo y no quería hacer algo mal. 

Pero al mirarles el brazo, me di cuenta de que no hay nada que yo pueda hacer que ellos no hayan hecho ya. Así que acabé tatuándoles y fue realmente emocionante sentir el riesgo de tatuar. Era diferente a dibujar sobre papel. Sientes mucha más conexión con la persona con la que trabajas. 

Uno de cada tres trabajadores tiene la intención de cambiar de trabajo, según un nuevo estudio

Entonces me lancé a aprender a utilizar este medio. Para mí era muy importante aprender todo lo posible sobre prácticas sanitarias, sobre higiene, sobre cómo asegurarme de que todo lo que hacía dentro del tatuaje estaba a la altura y cumplía las normas. 

Aprendí que mi estilo de tatuaje es el surrealismo gráfico. Fusiono componentes geométricos y realistas, manteniendo un estilo de novela gráfica dura que roza el realismo.

Una vez que me convertí en un profesional autorizado, pasaba los fines de semana tatuando mientras seguía con mi trabajo de 40 horas a la semana en Google. Cuando me mudé a Austin en enero de 2022, dedicaba unas 10 horas a hacer tatuajes para clientes en una tienda. 

Cuando dejé YouTube, mi trabajo en Google ya no era un puesto a largo plazo para mí. Decidí ver cómo iban las cosas con mi negocio de tatuajes una vez que me mudé a San Diego en los meses siguientes. 

Expuse mis diseños en San Diego para tantear el terreno y en pocos días, reservé mi primer mes allí. Sabía que esto era real. Fue entonces cuando supe que era el momento de dejar Google y empezar a invertir mi tiempo y esfuerzo en el tatuaje. 

Nunca miraré atrás 

Ahora resido en Massachusetts y mi rutina incluye levantarme, ir al gimnasio y terminar mis dibujos del día.

Empiezo las citas con los clientes sobre las 10 de la mañana y después tatúo durante unas cuatro horas seguidas. Luego me tomo un descanso y después sigo tatuando durante tres horas seguidas. Aunque ahora trabajo 10 horas, cuatro o cinco días a la semana, no siento que sea un trabajo. 

Mis clientes suelen pedirme piezas más grandes tanto en los brazos como en las piernas, pero también me he encargado de algunas piezas de costillas y espalda. Puede llevar entre cuatro y diez horas, dependiendo de la complejidad y las imágenes.

Cobro a los clientes 1.500 dólares (más de 1.300 euros) por una sesión de 10 horas en un solo día. El rango de precios varía dependiendo de lo complejo y detallado que sea el proyecto.

He usado TikTok para vender suficientes libros como para dejar mi trabajo como enfermero y dedicarme a ser escritor: así lo he conseguido

Tengo clientes que vienen de todas partes, incluso de Irlanda, Turquía, Atlanta e Indianápolis. Nunca había sentido tanto aprecio por mi trabajo. Es una lección de humildad increíble que la gente confíe tanto en tu capacidad. 

Es increíble. Nunca volveré la vista atrás porque ahora ya no tengo que sentirme microdirigido ni tener la sensación de que tengo que buscar constantemente la aprobación de otra persona.  

Trabajo mucho mejor con autonomía que teniendo a alguien mirando por encima de mi hombro y repitiendo como un loro lo que tengo que hacer. Esto es un estilo de vida. No creo que pueda verme haciendo otra cosa el resto de mi vida.